Opinión
Pero mira cómo suben los precios con el frío...
El principal plato navideño será el de la inflación que llegará a nuestras mesas bien hecha, casi quemada
En estas fiestas pienso en la situación que tuvieron que vivir la Virgen María y San José cuando llegaron al portal de Belén donde no había ni electricidad para iluminarse ni gas para calentarse, lo hicieron en burra, que no consumía combustible y, además, la cena y los regalos los traían los pastorcillos. No tuvieron que preocuparse por la inflación de la época.
Para la mayoría de los españoles, la Navidad es un momento de reencuentro con la familia, una tradición que gusta a casi todo el mundo donde echamos mano al bolsillo y nos soltamos el pelo con la tarjeta de crédito en mano. Aunque las cifras difieren con cada estudio publicado, según la OCU, el gasto medio por persona en estas fiestas será de 735 euros frente a los 641 euros del año pasado y eso no se debe a que el espíritu de la Navidad nos despierte las ganas de consumir más o nos inunde de generosidad sino todo lo contrario porque sólo el 15% de los consumidores gastarán más que el año pasado y el 28% menos.
Y es que el principal plato navideño será el de la inflación que llegará a nuestras mesas bien hecha, casi quemada. A pesar de ello, las familias españolas celebrarán la Navidad como cualquier otro año, pero esta vez con fuertes dolores de bolsillo, porque los precios están por las nubes, desde los alimentos hasta los juguetes. Así pues, los hogares tendrán que decidir si hacer una cena más humilde o bien repetir la de todos los años, a pesar del menguante poder adquisitivo.
Esta vez si que se encenderán velas en la cena, no por la tradición, la nostalgia o el encanto del momento sino porque el precio del Kwh a la hora de sentarnos a la mesa, probablemente será el más caro del día. Y para ponerle números al evento, los alimentos frescos y las bebidas no alcohólicas llevan acumulada una subida cercana al 14% que se agudizará en estos días junto a las bebidas alcohólicas o el tabaco, con lo que habrá que restringir los chupitos y cubatas tras la cena o quizás no, que un día con la familia no tiene precio, cuñado incluido.
Pero no sólo eso, también nos saldrá más cara la comida de empresa, la fiesta de Fin de Año y los regalos. Y algunos empresarios tendrán que abrocharse el cinturón para repartir la cesta de navidad o el aguinaldo, que puede que lleguen mermados. A pesar de todo, espero que no se pierda la ilusión y la magia de la Navidad.
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