Trabajo
Aviso de Fedea: la reducción de jornada reducirá las rentas futuras, sobre todo a los inmigrantes
Alerta de que el Gobierno no conseguirá regular las jornadas de corta duración ni el pluriempleo, en los hay más presencia de extranjeros
La reducción de jornada será más negativa para los empleados extranjeros y no conseguirá regular las jornadas de corta duración y pluriempleo, en los hay más presencia de inmigrantes, ya que la restricción de la jornada a 37,5 horas, frente a las 40 actuales, "disminuye su capacidad de acumular horas de trabajo en la misma empresa". Así lo ha explicado el investigador de Fedea, Marcel Jansen, durante la presentación del observatorio trimestral del mercado laboral del segundo trimestre, en el que ha apuntado que esta reducción restringe el crecimiento de las rentas futuras de la población inmigrante, ya que ante un recorte de horas de trabajo, las empresas aumentarán sus costes laborales y la productividad "no aumentará", lo que supondrá un "crecimiento salarial menor" de lo que se podría producirse sin la reducción de jornada.
El informe, presentado junto a BBVA Research, cuestiona que esta medida sea realmente lo que quiera el colectivo de inmigrantes, sobre todo para los recién llegados, que tienen como prioridad la renta. "En el colectivo de inmigrantes, sobre todo los recién llegados, ¿cuál es su prioridad? Su prioridad es renta. ¿Y qué está haciendo el Gobierno? Pues disminuye su capacidad de acumular horas de trabajo en el mismo trabajo. Para mí no está nada claro que esto realmente es lo que desea este colectivo". Jansen extiende esta situación negativa en la vida laboral a "muchas más personas" que trabajan en sectores donde la renta es baja y no son inmigrantes.
Asimismo, el investigador advierte de que si se pretende reducir la jornada máxima a 37,5 horas semanales sin menguar el salario de los trabajadores "las empresas se enfrentan a un aumento de costes y, por tanto, el crecimiento salarial va a ser menor". En este sentido, comentó que las personas migrantes, sobre todo cuando están recién llegadas a España, tienen como "prioridad" la renta y no trabajar dos horas y media menos a la semana. "No está nada claro que esto sea lo que quiere el colectivo inmigrante y puede que pase lo mismo en sectores donde la renta es baja". Por ello, señaló que este es otro aspecto más que indica que una política en este momento de pretender reducir la jornada laboral, incluso sin acuerdo con sindicatos y patronal, "no parece muy adecuada".
Por su parte, Florentino Felgueroso, otorgó una respiro a la negatividad y afirmó que cree que la reducción de jornada afectará de "manera limitada" a los inmigrantes, ya que la medida regulará la jornada en una empresa, no así las jornadas de corta duración y el pluriempleo, donde hay más presencia de población extranjera. "¿Cómo va a afectar esta medida a jornadas de corta duración, que están muy presentes en muchos empleos como personal de limpieza, empleados del hogar?", se ha preguntado, para a continuación responder que "el Gobierno no va a poder regular que un trabajador, si quiere, trabaje 100 horas a la semana. Un trabajador puede trabajar lo que quiera".
También criticó que se trate de adoptar esta medida desde la "ideología" de que rebajar la jornada repartirá el empleo y se reducirá el paro. Tras ello, se preguntó "cómo se va a regular todo esto", dado que una persona puede tener al mismo tiempo varios empleos y sumar más horas semanales de trabajo. "Lo que vas a regular es la jornada en una empresa. Un trabajador puede trabajar lo que quiera en varios empleos", arguyó Felgueroso, que insistió en dudar sobre que realmente se sepa "cómo se tiene que hacer" la reducción de la jornada.
El economista principal de BBVA Research, Juan Ramón García, destacó que hace meses realizaron un estudio sobre el impacto de la posible reducción del tiempo de trabajo y se constató que su incidencia sería "mayor en los colectivos más vulnerables", por lo que la inmigración estará dentro de esas partes de la ciudadanía.
El informe también alerta de la ralentización de la creación del empleo en el tercer trimestre del año, con un crecimiento de la afiliación del 0,3% entre julio y la primera quincena de septiembre, lo que supone cinco décimas menos que lo registrado tanto en el primer como en el segundo trimestre del año (0,8%). Por tanto, esta tasa de afiliación trimestral en el tercer trimestre del año estará en el entorno del 1,2% en tasa interanual, menos de la mitad de lo que creció en los dos trimestres previos, cuando aumentó un 3% respecto al año anterior. Estos datos anticipan una desaceleración, concentrada la creación de empleo en la población de nacionalidad extranjera y española de más de 45 años. De esta manera, la población de nacionalidad extranjera acumula casi el 70% de la creación de empleo desde el cuarto trimestre del año 2019, especialmente en el grupo de personas de 55 años o más. En el lado contrario, el número de trabajadores españoles entre 25 y 44 años cayó por cuarto trimestre consecutivo y sigue sin recuperar su nivel previo a la pandemia. de esta manera, la inmigración explica el 90% del crecimiento de la población activa desde el año 2021 y que la creación de empleo en este grupo es ya mayor que la que tuvo lugar entre 2000 y 2008, durante la expansión inmobiliaria.
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