Ayuda millonaria de la UE contra el paro en España

La Comisión Europea desbloquea 8.533 millones hasta 2020 para planes de creación de empleo propuestos por Gobierno y autonomías.

Europa ha dado el visto bueno definitivo a los distintos programas propuestos por el Gobierno en materia de empleo, formación y educación con el horizonte puesto en el próximo 2020. La Comisión Europea invertirá un total de 8.533 millones de euros en los diferentes planes para fomentar, entre otras medidas; la inclusión social, el empleo juvenil y reducir la desigualdad de género en el mercado laboral. El objetivo es ayudar a los grupos considerados como más vulnerables y que hayan podido ser más castigados por la crisis. Se estima que más de un millón y medio de personas podrán favorecerse de estos planes durante los próximos cuatro años.

Medidas más recientes

El último presupuesto aprobado fue el del Programa Operativo de Empleo, Formación y Educación, al cual se destinarán un total de 3.012 millones. Recientemente también se dio el visto bueno a los programas operativos por comunidades autónomas, que recibirán hasta 3.222 millones. La mayor parte de estos programas llevan en marcha desde 2014, ya que se presentan cada cinco años ante el organismo europeo, pero es ahora cuando, en vista de las previsiones, la Comisión da luz verde para abrir la financiación a los proyectos. En esta ocasión, el procedimiento ha sido relativamente rápido, debido en parte a que España es uno de los países que más ha presionado para el adelanto de estos pagos. Los pagos proceden principalmente del Fondo Social Europeo y de la Iniciativa de Empleo Juvenil.

Del total de las ayudas, la Administración Central recibirá directamente hasta 5.310 millones, que destinará parte a los distintos programas regionales, cuya cuantía final podría superar los 3.222 millones y ascender hasta los 3.800 millones. En concreto, la Comisión Europea ha dado su aprobación a los proyectos de empleo en Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Islas Canarias, Castilla La-Mancha, Cataluña, Extremadura, Madrid y Comunidad Valenciana. La financiación se supone bastante repartida, ya que se trata de programas entrecruzados. Entre las medidas reales que abarcan este tipo de planes destacan los incentivos a la contratación indefinida, la promoción del emprendimiento, la lucha contra el abandono educativo o la mejora de la formación profesional. Según la ministra de Empleo, Fátima Báñez, este tipo de ayudas permitirán que la recuperación económica y la creación de empleo llegue «a toda la sociedad y en especial a aquellas personas que aún no han encontrado un empleo». Además, la responsable de la cartera de Trabajo ha confirmado que serán las propias comunidades las que gestionen sus planes operativos. La mejora del mercado laboral, y de la economía española, permite que una mayor cantidad de recursos puedan ser destinados a la correción de problemas estructurales en España como son el desempleo juvenil o el abandono prematuro de los estudios.

Una esperada financiación

La metodología de Bruselas con respecto a este tipo de ayudas se basa en una estructura de pagos previa justificación de las operaciones. La Comisión únicamente adelanta una pequeña parte de la cuantía total y, tras la puesta en marcha de los planes, se estima la financiación al final de cada ejercicio. Esto es lo que ocurrió con el último plan de Garantía Juvenil, puesto en marcha con una estimación de costes de 1.800 millones de euros para cuatro años. En principio, Bruselas pretendía financiar un 1% (en torno a 18 millones) de proyecto al inicio, y después ir liberando los pagos según los resultados, pero el Ministerio de Empleo presionó a la Comisión para que aumentará la cantidad adelantada. Si Bruselas sólo financiaba un 1% al inicio del proyecto, el resto tendría que ser financiado por el Estado español, que tendría que incurrir en déficit para hacer frente a estas medidas. Además, la urgencia social en el mercado laboral español es mayor que en el resto de los países europeos. Según los últimos datos de la EPA, el 46,6% de la población activa de menos de 25 años se encuentra en paro, un dato muy superior al de Alemania (8,30%), Francia (24,50%) o Italia (35,30%). Por otro lado, el desempleo en estos tramos de edad está bastante igualado entre ambos sexos: con un 46,7% en hombres y un 46,5% en mujeres.