Castilla y León
Balanzas fiscales: ¿quién aporta y recibe más?
Cada vez que se desempolvan las balanzas fiscales, la herramienta económica que pretende dilucidar el saldo económico entre lo que recibe y aporta cada comunidad autónoma de la Administración central, la polémica está servida.
Cada vez que se desempolvan las balanzas fiscales, la herramienta económica que pretende dilucidar el saldo económico entre lo que recibe y aporta cada comunidad autónoma de la Administración central, se suscita la polémica, al entender muchas de las autonomías que la metodología no es la adecuada.
Así ha vuelto a suceder esta semana tras dar a conocer el pasado martes el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas que publicará en marzo los resultados del sistema de cuentas públicas territorializadas de 2011, último ejercicio liquidado, que incluirán estas balanzas.
Al conocerse el informe de 636 folios del Instituto de Estudios Fiscales, que fijará el método de cálculo de las balanzas y establecerá los datos que se utilizarán para el cálculo del sistema de cuentas públicas territorializadas, se han iniciado las críticas de algunos presidentes autonómicos, especialmente los de Madrid y Extremadura, Ignacio González y José Antonio Monago, respectivamente.
El propósito, según ese informe, no es eliminar el dato de las balanzas fiscales "sino superarlo, con un instrumento más potente, que ofrezca toda la información para comprenderlo y evitar interpretaciones sesgadas".
El economista e investigador del CSIC Ángel de la Fuente, uno de los tres académicos que diseñan la metodología de las cuentas públicas territorializadas, ha calculado que las balanzas situarán el déficit catalán en unos 11.000 millones, cifra similar a la calculada por la Generalitat.
Ha asegurado que la Generalitat ya puede hacer sus cálculos a partir de los 350 datos que desde el martes se pueden consultar en la web del Ministerio de Hacienda.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha rechazado que se pretenda la publicación o no de las balanzas fiscales en función de que pueda interesar más o menos al discurso propio de cada territorio.
Esta semana, el presidente de Madrid, Ignacio González, ha calificado de "filtración lamentable"y de "peligroso y mal planteado"el método de cálculo con el que Hacienda va a elaborar las balanzas fiscales; ha exigido "seriedad y responsabilidad "y que no se "distorsionen los datos reales".
El presidente extremeño, José Antonio Monago, ha exhibido el cumplimiento por segundo año consecutivo de su objetivo de déficit, que cerró 2013 en el 0,92 % -por debajo del 1 % fijado- como una de las "muchas balanzas"que la región puede presentar para exigir lo que es suyo "a Europa y España".
Ha rechazado la publicación de las balanzas fiscales porque no son objetivas y ha defendido las que difundirá Extremadura el 5 de marzo, ya que pondrán sobre la mesa "razones".
La portavoz de Hacienda y Presupuesto del Grupo Popular en la Asamblea de Extremadura, Beatriz Villalba, ha exigido que haya un sistema de financiación autonómica del Sur, "basado principalmente en los déficit históricos tanto de infraestructuras como de industria, así como en el alto nivel de paro existente".
Para el portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, el debate sobre la publicación de las balanzas "parece el mercadeo de un zoco"y ha pedido "sensatez, cordura y sentido común", en vez del "concurso de ocurrencias".
Las balanzas fiscales son un instrumento de información económica que imputa territorialmente los ingresos y gastos de las instituciones del sector público en un periodo de tiempo determinado, y calcula el saldo fiscal resultante en cada territorio.
Hasta la fecha no existía ningún organismo oficial encargado de consensuar y normalizar la metodología de estimación para su cálculo y las más de treinta que se han hecho eran, en su mayoría, del ámbito académico y con resultados dispares.
Además, la interpretación posterior de esos datos sufría el sesgo político, con gran repercusión y debate político entre el Gobierno central y los autonómicos para reclamar mayores inversiones en función de los saldos fiscales.
El Gobierno anterior encomendó al Instituto de Estudios Fiscales la creación de un grupo de trabajo, que elaboró un documento, presentado en septiembre de 2006, en el Senado, que apostaba por un proceso de convergencia metodológica que diera garantías sobre la fiabilidad de los datos ofrecidos y evitara equívocos sobre su interpretación.
Finalmente, en julio de 2008, el Gobierno presentó las balanzas fiscales de 2005, que confirmaron que las CCAA con mayor renta per cápita son las que más contribuyeron, mientras que las de menor renta obtuvieron superávit fiscal.
La Generalitat pidió en 2012 la actualización de las balanzas fiscales y alegó que el déficit fiscal de Cataluña con respecto al Estado entre 1986 y 2009 fue cada año, de media, un 8 % del PIB catalán.
Según los datos de 2011, Madrid, con 11.478 millones de euros, fue la comunidad en la que más invirtió el Estado, cifra a la que hay que añadir más de 13.282 millones en diferentes gastos -incluidas las pensiones- de la Seguridad Social.
Le sigue en inversión Cataluña (8.114 millones), que es la primera en gasto de la Seguridad Social (18.424 millones).
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