Finanzas
El BCE y la pobre cultura financiera
Más de la mitad de los europeos no sabe responder a tres preguntas económicas, aunque los países del norte salen mejor parados que los del sur
Benjamin Franklin (1706-1790) insistía en que «invertir en conocimiento produce los mejores intereses». Lo mismo piensan en el Banco Central Europeo (BCE), que preside Christine Lagarde. De hecho, la alemana Isabel Schnabel, muy influyente miembro del Consejo Ejecutivo del BCE, utilizó la frase de uno de los padres fundadores de los Estados Unidos para cerrar la conferencia que pronunció hace unos días sobre «Alfabetización financiera y transmisión de la política monetaria». El BCE tiene entre manos la tarea de aumentar el conocimiento financiero de las familias de la zona euro, que es menor de lo que algunos creerían. Apenas el 48%, menos de la mitad, de estos europeos son capaces de responder a tres preguntan que marcan la línea divisoria entre alfabetos y, al menos, semianalfabetos financieros. Las tres cuestiones son: ¿qué es o como opera el interés compuesto?, ¿cuál es la importancia de la inflación en el poder adquisitivo de los ahorros? y ¿cuáles son los beneficios de diversificar una cartera entre diferentes activos? El BCE se apoya en un estudio de los economistas Annamaria Lusardi y Olivia Mitchell y, al menos Schnabel, no entra en detalles sobre países, aunque los países del norte salen mejor parados que los del sur. La conclusión es que el grado de alfabetización financiera es muy mejorable.
El BCE considera preocupante la escasa cultura financiera porque, entre otras, reduce y complica la eficacia de la política monetaria e impide que muchos ciudadanos tomen las decisiones adecuadas para ellos a la hora de comprar una casa, prever la vejez y otras emergencias. Schnabel también llamó la atención sobre el hecho –en teoría sorprendente– de que «los menores de 50 años muestran una alfabetización financiera inferior a la media», según una encuesta realizada en la zona euro. Eso podría afectar de forma negativa a su capacidad para generar patrimonio a largo plazo o sobre las decisiones de compra importantes. Las mujeres también tienen una cultura financiera inferior a la media y, según Schnabel, eso explicaría por qué corren un mayor riesgo de pobreza en la vejez y de dificultades financieras. Asignatura pendiente, porque invertir en conocimiento produce los mejores intereses, como decía Franklin.