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Brechas de la España autonómica

Brechas de la España autonómica
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Las diferencias regionales en nuestro país son evidentes en ámbitos como las infraestructuras, educación o sanidad.

Las diferencias regionales en nuestro país son evidentes en ámbitos como las infraestructuras, educación o sanidad. Y como muestra, un botón. La lista de espera para ser operado puede llegar a variar hasta en 90 días entre una comunidad y otra. Por no hablar de los impuestos. Cataluña es la región que soporta una mayor presión fiscal, mientras que Madrid es la más atractiva desde el punto de vista impositivo. Desigualdades que originan discriminaciones entre españoles.

En 1978, España tomó forma de Estado de las autonomías y 40 años después los resultados se notan a flor de piel. El Gobierno ha ido cediendo competencias a las administraciones de las comunidades, que han ido adquiriendo cada vez mayor capacidad de decisión y ejecución, utilizándolas en ocasiones con intereses partidistas. Esa descentralización y politización, han provocado con el tiempo que las desigualdades territoriales sean bastante evidentes en infraestructuras, sanidad, educación o fiscalidad.

Las brechas entre autonomías repercuten todos los días sobre los ciudadanos, pero hace poco salieron a la luz en una fecha señalada e inoportuna. El 1 de enero, los 160 pasajeros del tren de Badajoz a Madrid quedaron atrapados durante varias horas por el mal estado de las vías y los convoyes. El año comenzaba recuperando una reclamación histórica de los extremeños que, sin duda, cuentan con la peor conexión ferroviaria con la capital. A pesar de estar tan cerca de ella, son de los que más tardan en llegar.

Ferroviario: Los hechos de Año Nuevo han dado, otra vez, protagonismo político a la línea Badajoz-Madrid. Y eso al menos les da algunas esperanzas a los ciudadanos. Aunque no son los únicos que se mantienen a la expectativa de resolver sus carencias. Asturias, Galicia o Cantabria siguen perteneciendo a la España a la que no ha llegado la Alta Velocidad. El AVE ha supuesto una grieta en el transporte en nuestro país que ahora, como se suele decir, tiene dos ritmo distintos. Uno todavía va al son de los trenes convencionales, que para colmo tienen una mayor propensión a las averías por el envejecimiento de las infraestructuras y los medios.

Pero hay una comunidad que ni siquiera cuenta con eso, Canarias. Las islas han podido resistir el aumento de la densidad del tráfico, pero ya se han quedado pequeñas y demandan un medio de transporte alternativo de alta capacidad. Así, el tren del Norte y del Sur de Tenerife, y el de Las Palmas de Gran Canaria, son tres de las 814 intervenciones prioritarias que se reparten por toda España en el informe de la Asociación de Empresas Constructuras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan). En el mismo, se observa que las carencias de las comunidades son bien distintas. De hecho, mientras las carreteras de Canarias y Baleares tienen sus necesidades cubiertas, en el interior de la Península han demostado no estar del todo preparadas.

Carreteras: A comienzos de 2018, estuvieron de actualidad los cortes debido a la nieve. Miles de personas quedaron obstaculizadas, y no es casualidad que la peor parte se la llevase la AP6 entre Madrid, Segovia y Ávila. En Castilla y León se requiere el mayor número de actuaciones, hasta 36, muy por encima de otras comunidades que cuentan con una cantidad similar de kilómetros de asfalto, como Andalucía (12) o Castilla-La Mancha (8). De este modo, Galicia (28) también sufre un deterioro importante de sus carreteras por encima de la media española.

Normalmente, los ciudadanos no saben muy bien a quién reclamar estas mejoras de las infraestructuras porque desconocen qué administración es la responsable. Tienen razones para la confusión porque según la región, las actuaciones prioritarias le competen a unas u otras autoridades. Por ejemplo, en Cantabria todas (8) están en manos del Estado, mientras en Murcia, 24 de 25 del Gobierno autonómico. Y eso que en ambos casos la mayoría de las intervenciones que se refieren a la misma materia, las infraestructuras relacionadas con el agua.

Sanidad: El Sistema de Salud Público en España se ha elogiado bastante y siempre sale bien parado en las comparaciones internacionales. Sin embargo, los halagos no se pueden repartir por igual a lo largo de todas las comunidades. Y es que su calidad resulta muy heterogénea en todo el territorio nacional. Empezando por el presupuesto que se dedica anualmente a cada ciudadano, que oscila entre los 1.693,49 euros del País Vasco y los 1.633,30 de Navarra a los 1.166,39 de Andalucía y los 1.192,83 de Cataluña, según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.

Personal sanitario: La inversión en el Sistema de Salud impacta directamente en el ciudadano, que depende de donde le atiendan recibirá una mejor o peor asistencia. El portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez, explica que la principal diferencia entre las comunidades «tiene que ver con el personal, uno de los principales capítulos de gasto sanitario». Las tasas de temporalidad están entre el 35% y el 64%. En las regiones donde el porcentaje es más alto se dificulta la continuidad asistencial y el funcionamiento del sistema sanitario.

Material: Además, añade Sánchez que otro aspecto relevante de la brecha regional «son las infraestructuras (edificios y demás, que en muchos casos estan con serios problemas de mantenimiento) y también la tecnología, la dotación de Tomografía Axial Computarizada (TAC) y la Resonancia Magnética (RM) por millón de habitantes va desde 24,95 hasta 37,05, una diferencia notable».

Camas: Cataluña logra salvar su escasa inversión con gandes infraestructuras. Gracias a ellas pueden contar con el mayor número de camas por cada 1.000 habitantes –4,60–, y uno de los más altos en cuanto a quirófanos –9,97–. Pero el resto de comunidades con poco presupuesto sanitario no cuenta con ese as en la manga y está a la cola en tasa de camas. Ni siquiera Madrid, que con 1.214,97 euros de inversión per cápita, sólo tiene capacidad para 3,14 cada 1.000 habitantes.

Listas de espera: La gran preocupación está en las listas de espera. En algunas comunidades son tan largas que muchos contribuyentes terminan optando por el sistema privado para resolver sus dolencias, mientras en otras funcionan con más agilidad. Sánchez admite que «no parece razonable que el promedio de las listas de espera quirúrgicas sea de 147 a 47 días y las de consulta de 111 a 21 días». Y confirma que si no se producen más traslados de pacientes es gracias a los centros sanitarios supranacionales (que surgen a través de la colaboración entre regiones, sabedoras de las carencias que sufren algunas).

Educación: Como en la sanidad, en la educación lideran el gasto por habitante (menor de 25 años), País Vasco, con 8.218 euros anuales, y Navarra con 6.199, según el «Informe Diferencias educativas regionales 2000-2016» de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Por otro lado, la región más poblada de España, Andalucía, es la tercera que menos invierte en enseñanza, con 4.319 euros por ciudadano, sólo superada por Baleares con 4.267 y Castilla-La Mancha con 4.173 euros.

Profesorado: Cantabria (que se trata de la penúltima comunidad menos poblada), por su parte, que supera los 6.000 euros por habitante, cuenta con 10,1 profesores por cada 100 alumnos, el dato más elevado de todo el país. Y hay regiones donde el presupuesto que se destina no es suficiente para tener una plantilla de maestros acorde a la media porque tienen un alto nivel de población. Esos son los casos de Madrid, con 7,8; Andalucía, 8 y Cataluña, 8,3 por cada centenar de estudiantes.

Familias: El gasto que las familias hacen en educación es bastante representativo del nivel de desigualdad que existe en nuestro país. En todas las comunidades donde el PIB per cápita supera la media nacional, las familias gastan más de 1.000 euros en enseñanza, excepto en La Rioja (973 euros). Al contrario, las tres con menor PIB por habitante (Extremadura, 70%; Andalucía, 74% y Castilla La Mancha, 79,1%) copan los tres últimos puestos en inversión familiar.

SANIDAD Y EDUCACIÓN

Tres mejores:

Navarra: Atendiendo a las listas de referencia que determinan el nivel de la sanidad y la educación públicas, ésta es la comunidad que mejores resultados obtiene y su calidad corresponde al gasto realizado.

País Vasco: La otra región de régimen foral sigue a Navarra como autonomía con mejor sanidad. No obstante, el último informe PISA (de 2016) descubría deficiencias en su sistema educativo, sobre todo relacionadas con las ciencias.

Aragón: Ocupa el tercer puesto en la lista de regiones con un mejor sistema sanitario. Además, se sitúa en la quinta posición en las tres temáticas que valora el informe PISA (ciencias, matemáticas y compresión lectora).

Tres peores:

Canarias: A la cola en sanidad, según la Federación de Asocaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, en todas las valoraciones del informe PISA sale muy mal parada, entre las últimas posiciones.

Andalucía: Sin duda, es la comunidad que peores resultados tiene en educación (mejorarlos es su desafío histórico) y en sanidad ocupa el cuarto puesto comenzando por el final, aunque por delante de Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Comunidad Valenciana: Penúltima en lista de sanidad (sólo peor está Canarias), el informe PISA tampoco le da una buena nota en educación. Y eso a pesar de que en dos materias está por encima levemente de la media española.