Guerra comercial
¿Es buen momento para hacerse rico con la guerra de aranceles, como dice Trump?
Desde el fin de la "Pax Americana" y del reinado del dólar a la diversificación de la cartera y al "río revuelto ganancia de pescadores", los analistas valoran las turbulencias
El "Día de la Liberación" tiene a los analistas de mercados haciendo cábalas para descifrar cuál es la mejor estrategia para sacar partido del terremoto comercial y financiero que ha desatado la guerra arancelaria anunciada el pasado 2 de abril por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Aunque el líder republicano lo tiene claro. El día después de su anuncio, justo antes de la apertura de Wall Street y tras la primera caída de los mercados, Trump aseguraba sin tapujos que este es "un buen momento para hacerse rico, más rico que nunca", alentado a los inversores a derivar sus activos hacia los valores estadounidenses, que sin embargo se han desplomado notablemente.
Wall Street también sufre
Hasta el viernes pasado, las grandes compañías volvieron a liderar las pérdidas al otro lado del Atlántico: Nvidia y Apple retrocedieron más de un 7%, mientras que Tesla cayó un 10%.
Desde comienzos de año, los títulos de Tesla acumulan un desplome del 40%, y Nvidia ya pierde cerca de un 30%. Así, nadie está libre de sufrir las consecuencias de esta guerra arancelaria que puede ir a más o templarse, dependiendo del sentido de las negociaciones entre bloques comerciales.
Entonces, ¿es buen momento o no para hacerse rico?
"Incluso en tiempos normales, predecir los ciclos económicos resulta más un arte que una ciencia", avisa Christian Scherrmann, economista jefe de DWS en Estados Unidos. "Las amenazas arancelarias están afectando principalmente al sentimiento. Esto podría cambiar rápidamente, de una manera que sería muy difícil de mitigar", añade.
Por tanto, antes la debacle de los mercados, "si la Administración Trump quiere evitar que el sentimiento negativo se extienda a la toma de decisiones económicas reales, debería reaccionar y actuar muy pronto".
Renta fija, divisas y oro
"Las previsiones de crecimiento real del PIB para el primer trimestre se están revisando de positivas a negativas y el Tesoro estadounidense a 10 años se sitúa ahora por debajo del 4,25%. Los aranceles son negativos para el crecimiento y la inflación de Estados Unidos. Muchas industrias estadounidenses dependen de los productos de los principales socios comerciales del país, y la depreciación de la moneda, que compensaría el aumento de los precios para los consumidores y fabricantes estadounidenses, no funcionará si los países toman represalias con sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses", subraya en su análisis de situación.
La analista se centra en la diversificación: "No hay que alejarse demasiado de una cartera diversificada con exposiciones tanto estadounidenses como internacionales. La diversificación también puede ayudar a reducir la volatilidad en un entorno de incertidumbre política", así como reevaluar la exposición a la renta fija.
"El reciente repunte del Tesoro estadounidense a 10 años es un buen recordatorio de que los bonos pueden desempeñar un papel único en las carteras, compensando potencialmente cualquier rendimiento inferior de la renta variable". El oro podría ser otro "potenciador" de una cartera diversificada.
Ante el debilitamiento del dólar, las divisas y la renta variable de los mercados emergentes "pueden estar preparadas para subir", concluye
Alexis Bienvenu, gestor de fondos de La Financière de l’Échiquier (LFDE) pronostica un frenazo doble, en el consumo y la producción.
Los aranceles se quedarán
Por su parte, la gestora de fondos Muzinich & Co, cuyo consejero delegado es Justin Muzinich, que fue subsecretario del Tesoro durante el primer mandato Trump cree que los aranceles han llegado para quedarse.
En su análisis recuerda que, desde 2008, los gobiernos de Estados Unidos han aumentado sistemáticamente los aranceles, independientemente del partido que esté en el poder.
En consecuencia, los inversores "deben enfrentarse ahora a la posibilidad de que la Pax Americana (que en latín significa "Paz Americana"), una era de relativa estabilidad y orden global bajo la influencia de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, esté llegando a su fin.
Además, los inversores deben tener en cuenta que "la era de la fortaleza del dólar estadounidense podría haber terminado".
Más optimista es Jorge González, director de análisis de Tressis, que fija el foco en la publicación del IPC y los precios a la producción de marzo en EE UU, así como al índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, referencias clave para calibrar el rumbo de la política monetaria.
"Desde Europa llegarán también datos de producción industrial e inflación, mientras que en China se conocerá la evolución de los precios al consumo y producción. Además, el viernes marcará el arranque de la temporada de resultados con las cuentas de BlackRock, JP Morgan, Wells Fargo y Morgan Stanley.
González termina su comentario con un recordatorio: "A río revuelto, ganancia de pescadores".