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Finanzas

CBNK, un banco con «enganche» emocional

Surgido de la fusión de Banco Caminos y Bancofar, afronta una nueva etapa de crecimiento con extensión a nuevos colectivos profesionales

Las oficinas de la entidad están en plena renovación de su imagen CBNK

En pleno triángulo farmacéutico de Madrid, y muy cerca del Colegio de Ingenieros de Camino Canales y Puertos, en la madrileña calle Almagro, se encuentra la sede de CBNK, un banco que emerge como una entidad con un enfoque distintivo. Especializado en dos colectivos, el sector de la salud y el de los ingenieros, afronta una nueva etapa de consolidación y crecimientos tras la fusión del Banco Caminos y Bancofar en 2023, que dio lugar a esta nueva entidad.

Inmaculada Gómez Doblas, directora de Negocio del banco, explica que para comprender la esencia de CBNK es fundamental conocer su historia. «El origen es clave para entender nuestro ADN», subraya. Y es que tanto Banco Caminos como Bancofar nacieron como cooperativas de crédito, lo que forjó una relación única entre el banco y sus clientes, ya que muchos son a la vez accionistas. «Los clientes perciben que el banco es suyo –casi como un club social-, porque muchos de ellos son a la vez pequeños accionistas. CBNK es un banco con ''engache’’ emocional», subraya.

Banco Caminos, fundado en 1977 como cooperativa de crédito en la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, nació para resolver un problema recurrente de la gran banca: la dificultad de los ingenieros para obtener avales ágilmente para licitaciones de obra civil. Con el tiempo, evolucionó para satisfacer las necesidades de gestión patrimonial de sus clientes, creando un grupo financiero que incluía una sociedad de valores, una gestora de fondos de inversión y una gestora de fondos de pensiones. En 2008, se convirtió en banco, un hito pionero en España.

Bancofar, por su parte, surgió en 1964 como cooperativa de crédito de farmacéuticos, quienes se enfrentaban a la negativa de la banca tradicional para financiar la adquisición de farmacias, al no valorar el «fondo de comercio» como garantía. Durante 30 años, Bancofar financió la mayoría de las compras de farmacias en España. Se fusionó con Banco Toledo en 1994 para obtener ficha bancaria y, tras pasar por manos de Banco Zaragozano y Caja Madrid, fue finalmente adquirido por Banco Caminos en 2014.

Aunque funcionaron como entidades independientes hasta 2023, la complementariedad financiera entre ambos era evidente: Bancofar generaba financiación (activo), mientras que Caminos generaba ahorro (pasivo).

La fusión y el cambio de marca a CBNK en diciembre de 2023 fueron pasos clave para el nuevo plan estratégico, que busca extender su propuesta de valor más allá de los ingenieros de caminos y farmacéuticos. Ahora, CBNK se dirige a todas las ramas de la ingeniería y a un amplio espectro de colectivos sanitarios, así como a las empresas vinculadas a ambos sectores. La marca opera con dos vertientes comerciales: CBNK Ingeniería - Banco Caminos y CBNK Salud. Aunque estos colectivos siguen siendo su principal nicho, CBNK está abierto a todo tipo de clientes.

La estrategia de expansión se basa en la apertura de nuevas oficinas en zonas prime de edificios emblemáticos, remodelando las existentes con la nueva imagen y reforzando los equipos con especialistas en banca personal y privada, y gestores de empresas. El objetivo es tener 11 plazas con esta nueva imagen implementada para finales de 2025. Actualmente, cuentan con 26 oficinas físicas y una oficina digital que les permite dar cobertura nacional con un modelo híbrido, muy centrado en satisfacer las necesidades financieras de cada cliente.

El distintivo principal de CBNK es su «obsesión sana» por el servicio personalizado y la atención al cliente. Esto se refleja en su Net Promoter Score (NPS) del 70 en atención de gestores y una valoración media de 4.8 sobre 5, cifras «muy diferenciales» en la banca.

«Para llegar a nuevos colectivos, CBNK no actúa “a lo loco”. Nuestra estrategia se basa en alianzas estratégicas con otros partners sectoriales que nos transmiten información clave sobre las preocupaciones y particularidades de cada colectivo. La clave para entrar en un determinado colectivo es conocer profundamente al cliente», expone Gómez. A ello también contribuye, que su Consejo de Administración está compuesto por ingenieros y farmacéuticos, no banqueros, lo que aporta una visión estratégica basada en el conocimiento del cliente, no solo en indicadores financieros.

Otra de las clave del banco es, tal y como afirma su directora, es el análisis del ciclo de vida profesional, desde la universidad hasta la jubilación. Así, identifica necesidades financieras específicas, como la financiación bonificada para másteres, la gestión patrimonial de ingenieros expatriados con altos niveles de ahorro, o el asesoramiento a farmacéuticos que, habitualmente, concentran su mayor patrimonio al vender su farmacia en la jubilación, conocimiento que permite a su red de gestores especializados atender convenientemente sus necesidades en cada momento. «Todos los clientes tienen un gestor asignado, experto en su sector y su momento vital, que tiene en cuenta tanto la dimensión personal como empresarial», añade.

Ello le permite ofrecen soluciones como los depósitos combinados al 2,5% TAE vinculados a nómina, facturación de recetas o inversión, permitiendo combinar seguridad con rentabilidad en un contexto de tipos inciertos. También han lanzado el primer Plan de Pensiones de Empleo Simplificado para autónomos, que permite aportar hasta 5.750 euros al año.

Frente a la banca digital pura, CBNK apuesta por el acompañamiento personal. Por ello, sus oficinas tienen un horario extendido de caja hasta las 18 horas, y hasta la 14:30 los sábados, algo excepcional en el panorama bancario actual. La entidad escucha activamente las inquietudes de sus colectivos: desde la creciente presión fiscal sobre los autónomos, hasta el impacto negativo de la ley de genéricos. Los ingenieros, por su parte, trasladan su preocupación por la caída en la inversión pública en mantenimiento de infraestructuras y la dificultad para encontrar personal cualificado. «Hay normativas pensadas para grandes empresas que, cuando se aplican a una pyme, la asfixian», advierte Gómez.