Lucha contra el desempleo
CC OO pierde 62.000 afiliados en la «era Toxo»
«Situación explosiva» por la caída de cotizantes y ayudas, admite la central
El 19 de diciembre de 2008, Ignacio Fernández Toxo fue nombrado secretario general de Comisiones Obreras. Desde entonces, la mayor central de clase de España por número de delegados ha perdido nada menos que 61.929 afiliados hasta 2011, una caída del 5,15%.
El 19 de diciembre de 2008, Ignacio Fernández Toxo fue nombrado secretario general de Comisiones Obreras. Desde entonces, la mayor central de clase de España por número de delegados ha perdido nada menos que 61.929 afiliados hasta 2011, una caída del 5,15%. En 2008, CC OO tenía 1.201.520 miembros que pagaban cuota con distintas cuantías dependiendo de su situación. En 2011, la cifra de sindicados bajó a 1.139.591. Sólo en ese año, la caída fue de 32.269 afiliados, un 2,75% menos de cotizantes al sindicato. El año precedente la pérdida de miembros fue de 31.449, el 2,61%.
En el informe general que presentará hoy Toxo al 10º Congreso Federal, la dirección reconoce que «la caída de los ingresos por la pérdida de afiliación y la reducción de las subvenciones institucionales (...) son de por sí una combinación explosiva para el normal funcionamiento interno del sindicato».
Autocrítica a medias
Pese a la dosis de autocrítica, la cúpula del sindicatos atribuye la histórica pérdida de afiliación a los estragos de la crisis económica. Sin embargo, CC OO admite las «dificultades» que tiene para retener a sus afiliados en unos años en los que, como consecuencia de la «destrucción de empleo y el empobrecimiento generalizado» los trabajadores «más deberían recurrir al sindicato».
La evolución de la afiliación desde que Toxo tomó el mando de la central se ha caracterizado por una reducción constante de las altas, desde las 185.034 de 2008 a las 118.996, lo que supone 66.038 altas menos en tres años. A esto se une el elevado número de bajas que se arrastra desde 2009, cuando los afiliados que dejaron de pagar sus cuotas aumentaron en casi 41.000 en un sólo año. Esto arroja un saldo negativo entre altas y bajas de 56.832 afiliados en 2011, 53.410 en 2010 y 22.468 en 2009.
Esta situación ha hecho caer por primera vez desde 2007 los ingresos por cuotas. En 2011, Comisiones Obreras gestionó un volumen de ingresos anuales provenientes de sus afiliados cercano a los 157 millones de euros, una caída del 3,29%.
El sindicato que dirige Toxo asegura en el documento que las «campañas de descrédito del sindicalismo han servido para justificar un drástico recorte de la financiación pública de los sindicatos» aunque CC OO asume que «la caída de los ingresos provenientes de las administraciones ha puesto de manifiesto una excesiva dependencia de los recursos diferentes a los generados por la cuota».
La campaña que lanzó el sindicato para ganar nuevos asociados ha resultado un fracaso al revelarse incapaz «de detener la caída de afiliación que se ha ido produciendo al calor de la crisis».
Cuestionados por el 15-M
Aunque el sindicato presenta un incremento de, 1,7% en la evolución de los cotizantes entre el colectivo más joven (menores de 30 años) desde 2009 a 2011 y un aumento del 2,84% entres los afiliados con edades comprendidas entre los 30 y los 45 años, ha perdido un 4,54% de miembros entre el grupo con mayor índice de asociación sindical, el de los mayores de 45 años. Éste sigue representando el grueso de quienes pagan su cuota, el 50,21%. Por contra, los menores de 30 años apenas representan el 7,45%.
A las cifras negativas que presentará Toxo en el congreso hay que sumar la constante pérdida de representatividad sindical. Aunque CC OO sigue siendo la central con mayor número de delegados, no ha dejado de perder peso desde 2009, una situación similar a la vivida por UGT, que se mantiene como segunda fuerza. Por contra, el resto de sindicatos (USO y los corporativos y profesionales) crecieron un 2,36% en 2011.
El sindicato justifica los ERE que ha aplicado a parte de su plantilla como consecuencia de la caída de las ayudas públicas y porque «nos habíamos dotado de estructuras excesivamente amplias (...) como si nunca pudiesen agotarse esas fuentes de recursos». Buena parte de los afectados ha visto cómo se les aplicaba la reforma laboral a la que los sindicatos han declarado la guerra, con el mínimo de 20 días por año trabajado de indemnización en muchos casos.
Por último, CC OO se muestra preocupado por su incapacidad para aglutinar el descontento de «las movilizaciones más o menos espontáneas que se han desarrollado al calor de la crisis». La central se siente «cuestionada» por esa masa crítica de izquierdas que se agrupa en el movimiento del 15-M. «El movimiento social muestra que las formaciones políticas clásicas son vistas por amplios sectores sociales como parte del problema y no de la solución. Los movimientos sindicales también somos formaciones clásicas y lo cierto es que también somos cuestionados».
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