Banco de España

Delgado y Vegara, favoritos para número dos del Banco de España

Los dos principales candidatos son amigos de la titular de Economía, pero la opinión de Pedro Sánchez será fundamental para decidir si el nuevo subgobernador es un hombre o una mujer

Margarita Delgado y David Vegara son técnicos comerciales del Estado y tienen la confianza de la ministra Calviño / Efe
Margarita Delgado y David Vegara son técnicos comerciales del Estado y tienen la confianza de la ministra Calviño / Efelarazon

Los dos principales candidatos son amigos de la titular de Economía, pero la opinión de Pedro Sánchez será fundamental para decidir si el nuevo subgobernador es un hombre o una mujer.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, negocia con el nuevo gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, la elección del número dos de la institución, es decir, del subgobernador o subgobernadora. David Vegara y Margarita Delgado, ambos viejos amigos de la ministra, son ahora los favoritos y la elección final puede depender de si el presidente del Gobierno desea o no una mujer en ese puesto.

La ley por la que se rige el Banco de España establece que el gobernador lo nombra el Rey, a propuesta del Gobierno, y que el propio gobernador es el que elige a su número dos. No obstante, la tradición –sólo rota en tiempos de Zapatero– dice que el Gobierno decide el nombre del gobernador y el primer partido de la oposición el del subgobernador. En esta ocasión, al expirar el 11 de junio el mandato de Luis Linde, también se iba a mantener la tradición. Román Escolano, ya exministro de Economía, y Manu Escudero, responsable de Economía del PSOE, llegaron al acuerdo de que Hernández de Cos fuera el gobernador y David Vegara subgobernador. Hasta el último momento estuvo presente la candidatura de Fernando Bécker para el puesto de gobernador, pero no llegó a prosperar.

La moción de censura contra Mariano Rajoy trastocó los planes. El presidente del Gobierno, un día antes de iniciarse el debate de la moción, firmó un decreto con el nombramiento de Hernández de Cos como gobernador, no sin que antes la Comisión de Economía del Congreso hubiera dado su visto bueno. Rajoy, que ya se barruntaba que podía perder la moción, no quería que existiera vacío de poder en el Banco de España ni por unos días. La urgencia era mayor porque, por ley, tampoco se podía prorrogar, ni siquiera en funciones, el mandato del gobernador, que expiraba el 11 de junio.

Hernández de Cos fue nombrado –tomó posesión el lunes, ya con el nuevo Gobierno a pleno rendimiento–, pero queda pendiente la designación del subgobernador. En este caso, al haberse invertido los papeles Gobierno/Oposición, PP/PSOE, carece de sentido consensuar el nombre del número dos del Banco de España con la oposición del PP. Los populares –aunque no todos están satisfechos con el nombre– ya han elegido al gobernador. Ahora, el Gobierno quiere colocar a alguien de su confianza, pero como el nombramiento lo hace el gobernador debe consensuarlo/negociarlo con él.

La nueva ministra de Economía, Nadia Calviño, que es la que lleva la voz cantante en este asunto, tiene dos nombres encima de la mesa. Primero, David Vegara. Fue secretario de Estado con Pedro Solbes, y en aquella época tenía a sus órdenes, como directora general de la Competencia, a la ahora ministra. Vegara está en el consejo del Banco Sabadell, pero sus amigos aseguran que le apetece ser subgobernador. Calviño, por otra parte, ha designado como jefa de su gabinete a Carmen Balsa (1967), técnico comercial del Estado, y esposa de David Vegara. Quizá esa coincidencia pueda restarle posibilidades, aunque existen precedentes parecidos. Eva Valle, la última directora de la Oficina Económica de Moncloa, estaba casada con Alberto Nadal, secretario de Estado de Presupuestos y era cuñada del ministro Álvaro Nadal.

El segundo nombre que baraja Calviño es el de Margarita Delgado, técnico comercial del Estado y ahora directora general adjunta del BCE. No tiene filiación política marcada y es amiga personal de la ministra, con quien ha estrechado relaciones desde sus puestos en las instituciones europeas. A su favor figura, además de su competencia, el hecho de ser mujer si Pedro Sánchez quiere extender el modelo del Gobierno –con gran presencia femenina– a otras instituciones.