Mientras que la Reserva Federal americana apostó de una manera decida por una política monetaria laxa para reactivar su Economía y crear empleo, el Banco Central Europeo se ha comportado de una manera mucho más prudente.

La crisis en los países periféricos, la ralentización económica de Francia y Alemania y la dramática destrucción de empleo han empujado al BCE a una bajada de un cuarto de punto en los tipos de interés. Una medida que favorece especialmente a España, pues nuestro país es uno de los más endeudados de Europa si agregamos familias, empresas, bancos y Estado. Si bajan los tipos, bajan los intereses a pagar en todos los créditos a tipo variable.

Otra buena noticia es que se mantendrá la barra libre de crédito a la banca hasta julio de 2014. Esto es especialmente importante para los bancos españoles (que tienen dificultades para financiarse en el interbancario) y para la prima de riesgo, pues son nuestros bancos quienes principalmente compran los bonos del Estado español.

Draghi ha dicho que va a pensar en cómo ayudar al crédito a las empresas, aunque no ha sabido concretar soluciones, y es aquí donde los españoles nos jugamos el futuro de nuestras empresas y del empleo.