Francfort
Draghi inaugura la nueva sede en medio de disturbios
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, inauguró hoy la nueva sede central de la entidad en medio de disturbios provocados por manifestantes, que protestaban contra las políticas de austeridad de la Troika.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, inauguró hoy la nueva sede central de la entidad en medio de disturbios provocados por manifestantes, que protestaban contra las políticas de austeridad de la Troika.
En el acto de inauguración, Draghi aludió a lo que ocurría fuera y dijo confiar en poder lograr un acercamiento con los manifestantes, pero consideró que no ellos presentan soluciones reales a la crisis actual.
Draghi inauguró oficialmente el nuevo edificio de la sede central del BCE, en un acto contra el que se manifestaron en algunos momentos hasta unas 17.000 personas, aunque la protesta iba dirigida principalmente a las políticas de austeridad impuestas por el BCE, la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La Policía detuvo a 19 personas en Fráncfort por perturbación grave del orden público mediante actos violentos en las protestas, dijo a EFE una portavoz policial.
El grupo anticapitalista Blockupy, que había organizado una movilización pacífica contra las políticas de austeridad el día de la inauguración, se distanció de la violencia después de que algunos manifestantes quemaran coches de la Policía, de Bomberos y de particulares.
No obstante, una vez finalizada la movilización, algunos manifestantes lanzaron piedras de nuevo contra una filial del banco Commerzbank y contra los agentes policiales frente al edificio de la Ópera Antigua de Fráncfort, añadió la portavoz de la Policía.
Draghi dijo en el acto de inauguración de la nueva sede del BCE que confía en que "podremos reconciliar a aquellos que se sienten excluidos, incluidos muchos de los manifestantes concentrados en Fráncfort esta semana".
El presidente del BCE hizo hincapié en la importancia de la integración de Europa en "tiempos difíciles"en los que "el BCE se ha convertido el foco de esta frustración".
Draghi consideró que estas acusaciones pueden no ser justas y defendió las medidas adoptadas por el BCE, que han servido para amortiguar los impactos sufridos por la economía.
"Hay algunos, como muchos manifestante en el exterior hoy, que creen que el problema es que Europa está haciendo demasiado poco. Quieren una Europa más integrada con más solidaridad financiera entre las naciones", dijo el presidente del BCE.
"Y hay otros, como los partidos populistas que vemos emerger por Europa, que creen que Europa está haciendo demasiado. Su respuesta es renacionalizar nuestras economías y recuperar soberanía económica", según Draghi.
"Entiendo qué motiva estas opiniones, por qué la gente quiere ver un cambio"pero en realidad ninguno ofrece una solución real a la situación que afrontamos, apostilló el presidente de la entidad monetaria europea.
La nueva sede será conocida como "la casa del euro", según el presidente del BCE, que agradeció a la Policía la protección prestada en el exterior e interior del edificio ante la violencia.
Desde ayer helicópteros vigilan constantemente la ciudad como parte del dispositivo de seguridad que ha desplegado la Policía, en el que intervienen entre 7.000 y 10.000 agentes.
En los enfrentamientos entre algunos manifestantes y la Policía, han resultados heridos hasta ahora 94 policías, dijo a EFE la portavoz policial.
Por parte de los manifestantes, han resultado heridas unas 130 personas, según cifras de Blockupy.
A partir de las 16.00 horas GMT de hoy, los manifestantes habían marchado desde la Plaza del Ayuntamiento -Römerberg- en dirección a la sede del Deutsche Bank, el primer banco privado de Alemania y finalizaron la protesta ante el edificio de la Ópera Antigua.
En la madrugada del martes al miércoles se produjeron actos de gran violencia de algunos grupos radicales de manifestantes.
La policía utilizó cañones de agua y gas pimienta para apaciguar a algunos manifestantes.
Los activistas, a los que se unieron representantes de partidos políticos de izquierda como el griego Syriza, el español Podemos y el alemán Die Linke, opinan que el BCE es responsable de políticas que empobrecen a los ciudadanos europeos, especialmente en el sur de Europa y que no está legitimado democráticamente para ello.
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