El precio de los carburantes
El petróleo sigue su desplome y cae por debajo de los 30 dólares dólares
La cotización del barril de Brent cierra en niveles de diciembre de 2003 y los expertos auguran un suelo en 20 dólares por la saturación de crudo
La cotización del barril de Brent cierra en niveles de diciembre de 2003 y los expertos auguran un suelo en 20 dólares por la saturación de crudo
El barril de Brent sigue sin encontrar suelo. Si a finales del pasado año perdía la referencia de los 40 dólares, ayer abrió la sesión en el mercado de Londres por debajo de los 30 dólares, un nivel desconocido desde diciembre de 2003. En el cierre de la jornada en el International Exchange Futures (ICE) de la capital británica, el barril de Brent, el crudo del Mar del Norte de referencia en Europa, se pagó a 28,94 dólares, después de ceder en su cotización un 6,70% al terminar la jornada. El petróleo de Texas (WTI), que marca la referencia en el mercado americano, abrió la jornada con una bajada del 5,7% y cotizaba a 29,42 dólares.
A la crisis financiera que vive China desde el verano pasado se ha unido ahora el temor a una desaceleración económica más profunda en los países emergentes, que marcan los picos de consumo de las materias primas y, por lo tanto, el ritmo de la producción. Si tenemos en cuenta que la economía europea no está tirando del carro, la sobreoferta que hay en el mercado del petróleo se hace más patente.
El precio del crudo acumula ya una caída del 74% desde que lograra su últimos máximos en junio de 2014 (115 dólares) y de casi el 80% si la referencia se hace sobre el máximo histórico alcanzado en julio de 2008, poco antes de la quiebra de Lehman Brothers, que desencadenó la crisis económica internacional.
Como señala Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG España, en la semana que hoy concluye, el barril de petróleo se ha vuelto a dejar un 12%.
La vuelta al mercado de la producción de crudo de Irán en los próximos días tras el levantamiento de las sanciones comerciales por parte de los países occidentales ha propiciado la aparición de nuevos mínimos en la cotización. «Cuanto más caiga el precio más cerca se estará de una intervención de la OPEP para estabilizar el precio, con algún tipo de declaración o acción menor», sostiene Pingarrón. En su opinión, sin embargo, las fricciones existentes en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, acrecentadas estas últimas semanas por las hostilidades desatadas entre Irán y Arabia Saudí, «alejan mucho más la posibilidad de que haya actuaciones por el lado de la oferta para estabilizar los precios del barril».
A la entrada en los mercados del crudo iraní se suman los movimientos de Libia para relanzar su producción. El máximo representante de la petrolera estatal libia anunció el pasado miércoles reuniones con las principales compañías petroleras privadas (Total, BP y ENI, entre otras). Los encuentros tuvieron lugar en Estambul esta semana con el objetivo de que las grandes petroleras regresen a Libia, que dispone de las mayores reservas de África y un potencial de producción de 1,5 millones de barriles diarios cuando actualmente sólo saca al mercado 380.000 barriles diarios, como consecuencia de los ataques a las refinerías y de la presión de los terroristas de Dáesh.
La posibilidad de que Libia reanude su producción a los ritmos potenciales saturaría aún más el mercado y haría caer aún más los precios del barril en las actuales circunstancias de disensión entre los principales productores.
La caída de los precios está impactando severamente en las cuentas públicas de los países productores, especialmente en aquellos donde el crudo es monocultivo, como Venezuela, y también en potencias emergentes como Brasil, cuyo Gobierno se ha visto forzado a lanzar un plan de choque y anunciar recortes con la cuenta atrás iniciada para la celebración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
También está afectando a potencias como Estados Unidos, que esta semana dio salida a su excedente de crudo con la primera venta al exterior en 40 años después de que el presidente Obama suspendiera la prohibición de exportar petróleo estadounidense. El primer envío de petróleo libre de impuestos, realizado por ConocoPhilips, zarpó del puerto de Corpus Christi (Texas) el día de Año Nuevo. Su destino final es la región alemana de Bavaria, aunque el crudo desembarcará en Trieste. Un segundo envío, que zarpó en los primeros días del año desde la terminal portuaria de Houston, se encuentra en camino hacia Marsella.
La irrupción de las exportaciones estadounidenses es otro de los factores que ha hundido el precio de los hidrocarburos. La abundancia de éstos, como consecuencia de la extensión del «fracking» en EE UU, ha forzado a los países del Golfo a desinflar los precios para expulsar del mercado a los «intrusos».
Pero la jugada está saliendo muy cara tanto a los grandes productores, que como Arabia Saudí acumulan un déficit público cercano al 15% por la caída de los precios, y a las grandes petroleras. Las norteamericanas ya han anunciado una reducción del 51% en sus cuentas de resultados de 2015, tras acumular pérdidas de 2.000 millones de dólares semanales con los actuales precios.
Arabia, Barhéin, Qatar y Omán suben las gasolinas
Algunos de los principales países productores de crudo del Golfo Pérsico han incrementado los precios de las gasolinas con el fin de compensar la caída de los ingresos por la venta de crudo de petróleo. A la decisión reciente de Arabia Saudí y Barhéin se sumaron ayer Qatar y Omán, que han subido el litro de gasolina entre un 24 y un 35%. A pesar de todo, los precios distan mucho de los que están en vigor en los países europeos. Un litro de de gasolina de 95 octanos cuesta en Arabia 24 centavos de dólar, 35 de Qatar o 36 en Omán.
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