Reestructuración bancaria
El BCE quiere que la unión bancaria sea una realidad en menos de un año
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha trasladado hoy a la banca española que la institución quiere actuar como supervisor único en menos de un año, a partir del 4 de noviembre de 2014, y para ello ha pedido el trabajo de todas las entidades.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha trasladado hoy a la banca española que la institución quiere actuar como supervisor único en menos de un año, a partir del 4 de noviembre de 2014, y para ello ha pedido el trabajo de todas las entidades.
Según han informado a Efe fuentes financieras en Madrid, la reunión de hoy entre Draghi y los presidentes o consejeros delegados de los 16 bancos españoles que participarán en la evaluación que llevará a cabo el BCE ha servido para fijar algunas fechas claves para la unión bancaria.
La supervisión de las principales entidades europeas comenzará el 4 de noviembre de 2014, si bien Draghi y el vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, han explicado a las entidades que la institución con sede en Fráncfort quiere tener una semana antes, a finales de octubre próximo, el análisis pormenorizado de cada entidad.
Fuentes próximas al encuentro de hoy, en el que han participado también representantes de la banca finlandesa, francesa, griega, irlandesa y estonia, además de los bancos centrales de cada país o sus supervisores bancarios, han explicado que la cita ha servido para empezar a ver qué carteras crediticias se examinarán.
El BCE someterá a los test de estrés a 130 bancos europeos, entre ellos 16 españoles, 24 alemanes, 13 franceses, 15 italianos, 4 griegos, 7 holandeses y 4 portugueses, pero antes llevará a cabo un análisis de la calidad crediticia de cada entidad.
Sobre este aspecto, las entidades tienen mucho interés en que la selección de las carteras crediticias a analizar sea lo más homogéneo posible entre países y por ello los representantes de las entidades españolas han sido los que más preguntas han formulado, según coinciden fuentes consultadas en Madrid y Fráncfort.
En cualquier caso, los banqueros españoles allí presentes han coincidido en que aún no se ha llegado a un acuerdo ni siquiera en aspectos como el tratamiento que tendrá la deuda soberana en los futuros estrés test europeos.
La reunión, que estuvo precedida por un almuerzo, comenzó a las 14.30 horas y se prolongó hasta las 17.00 horas. Draghi fue el encargado de dar la bienvenida, mientras que el vicepresidente del BCE presentó los detalles del ejercicio.
Por parte de España participaron en el encuentro el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, junto a representantes de dieciséis entidades: Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular, Sabadell, Bankinter, Unicaja, BMN, Liberbank, Ibercaja, KutxaBank, Catalunya Banc, Novagalicia, Cajamar y CEISS.
El Banco Santander y BBVA estuvieron representados por sus consejeros delegados, Javier Marín y Ángel Cano, respectivamente. Igualmente sucedió con CaixaBank y Bankinter, que enviaron a Juan María Nin y María Dolores Dancausa.
En el caso de Bankia acudió el director general de presidencia, José Sevilla, mientras que el Banco Sabadell y el Popular estuvieron representados directamente por sus presidentes, Josep Oliu y Ángel Ron, al igual que otras entidades de menor tamaño.
El BCE escuchó las principales preocupaciones de los banqueros ante el ejercicio de evaluación, que comienza ahora y durará doce meses, y comprobó el interés de las entidades españolas por el tratamiento que recibirán los activos de las operaciones de liquidez a largo plazo, si serán calificados como financiación estable.
Sin embargo no recibieron una respuesta clara, aunque sí un mensaje de seguridad de que la liquidez no será un problema, lo que se ha interpretado como una disposición del BCE a volver a actuar si es necesario.
El ejercicio de evaluación del BCE, que comienza este mes durará doce meses, está compuesto de tres partes: una evaluación de riesgos, un análisis de la calidad de los activos y una prueba de resistencia.
El pasado miércoles, Draghi se reunió ya en la sede del BCE en Fráncfort con los bancos de Bélgica, Chipre, Alemania, Malta y Luxemburgo, junto a sus distintos supervisores nacionales.
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