Deuda Pública
El interés del bono español a diez años baja del 1 % por primera vez
La compra de 103.000 millones de deuda por el BCE ha llevado la rentabilidad a mínimos
El interés del bono español a diez años con el que se calcula la prima de riesgo ha bajado del 1 % por primera vez en la historia en la apertura de una sesión que ha reducido la prima otros dos puntos desde el viernes, hasta los 112.
El interés del bono español a diez años con el que se calcula la prima de riesgo ha bajado del 1 % por primera vez en la historia en la apertura de una sesión, aunque habrá que esperar al cierre para que se confirme este mínimo, que ha reducido la prima otros dos puntos desde el viernes, hasta los 112.
Según los expertos consultados, la pausada pero ininterrumpida caída del bono español en las últimas sesiones se debe a varias razones, que van desde la cancelación de la multa a España por incumplir el objetivo de déficit, a la mayor estabilidad del mercado tras las elecciones de junio y al aprobado obtenido por los bancos españoles en las pruebas de estrés publicadas el viernes.
El rendimiento del bono alemán a diez años se ha situado en la apertura en el -0,112 % frente al -0,119 % anterior, según los datos de mercado recogidos por Efe.
Los seis grandes bancos españoles que participaron en el examen de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) -Santander, BBVA, CriteriaCaixa, BFA-Bankia, Sabadell y Popular- aprobaron holgadamente y resistirían el escenario más adverso, pues serían capaces de mantener a finales de 2018 un nivel de capital de máxima calidad CET 1 de al menos el 5,5 %, el mínimo que exige el mercado.
En cuanto a las primas de riesgo de otros países periféricos de la zona euro, la de Portugal perdía un punto y se colocaba en 304, igual que la italiana, que bajaba hasta las 127 unidades.
Por el contrario, Grecia veía subir su riesgo país hasta los 831 puntos básicos, frente a los 828 del viernes.
Los seguros de impago de la deuda española ("credit default swaps"o CDS), cantidad que hay que pagar para garantizar una inversión
Cuánto ha cambiado la situación en los últimos cuatro años. A finales de julio de 2012, en plena crisis de confianza sobre el futuro de la eurozona, el bono español marcó el máximo de la historia reciente al ofrecer una rentabilidad en el mercado secundario del 7,3%. El dato abría las puertas del rescate a la economía española, como había sucedido antes con Grecia, Irlanda y Portugal. Es verdad que en 2012 la economía española estaba aún en recesión (hubo que esperar hasta el tercer trimestre de 2013 para conocer el primer crecimiento intertrimestral del PIB), pero también que el cambio de rumbo de la política monetaria del BCE tuvo una influencia decisiva. Despejadas entonces las dudas sobre la continuidad de la unión monetaria, en algo menos de un año la rentabilidad del bono español cayó hasta el 4%, un nivel más soportable para la financiación de la actividad económica.
El espaldarazo definitivo ha venido a partir de marzo del pasado año. El tímido despertar de la economía de la eurozona y la negociación del tercer rescate de Grecia obligaron a Mario Draghi a poner toda la carne en el asador, o lo que es lo mismo, abrir el grifo del dinero gratis. Porque el tipo de interés exigido por el BCE estaba ya en 2012 en el 0,75%, pero no era suficiente.
En marzo del pasado año, Draghi pone en marcha el manguerazo de dinero mediante la compra de deuda pública en poder los bancos. Se trata de dar liquidez a las entidades financieras (muy pilladas con la deuda pública de su respectivos países) con el fin de dinamizar la economía, fomentar el consumo de los hogares de la eurozona, elevar así la inflación (en terreno negativo) y devaluar el euro de una manera natural. De momento, poco a casi nada de estos objetivos se ha conseguido. Desde el inicio del programa de compras del sector público (PSPP por sus siglas en inglés) el BCE ha inyectado 884.546 millones de euros en la economía de la región mediante la compra de bonos hasta finales del mes de junio. De esta cantidad, 103.336 millones corresponden a deuda pública española. España es el cuarto país en importancia, por detrás de Alemania (208.268 millones), Francia (165.591 millones) e Italia (144.008 millones).
Importante ahorro
La compra masiva de bonos por el instituto emisor ha desplomado los tipos de interés en todos los plazos, con especial incidencia en los bonos a diez años. Hasta tal punto que Grecia, después de tres rescates, ofrece una rentabilidad del 8,2%, sólo ligeramente por encima de lo que España tenía que pagar en 2012.
Las nuevas condiciones de financiación han permitido que España haya ahorrado durante el pasado año un total de 3.200 millones de euros en el pago de intereses y que la emisión neta prevista para el presente ejercicio sea la más baja de los últimos años. En lo que va transcurrido de 2016, el tesoro Público ha cubierto ya el 70% de la previsión de emisiones a medio y largo plazo para el conjunto del ejercicio. El coste medio de emisión se situaba a finales del mes de junio en el 0,82% y la vida media de la deuda en circulación, en 6,8 años.
Según datos del Tesoro, España «cobra» ya por emitir Letras a tres, seis, nueves y doce meses, y también por los bonos a tres años. El pasado 21 de julio y por vez primera en la historia, el Tesoro emitió 1.715 millones de euros a tres años a un tipo de interés del -0,061%, frente al 0,154% de la subasta del mes anterior.
Los expertos creen que, además de la política del BCE, en los últimos días se ha despejado el horizonte de dudas de los inversores en relación con el incumplimiento de los objetivos de déficit comprometidos con Bruselas. El hecho de que al final todo haya quedado en una sanción con multa cero ha contribuido a la caída del interés del bono a diez años. La prima de riesgo empezará la semana en 114 puntos básicos. Los seguros de impago de la deuda española (los CDS) se han abaratado hasta los 145.000 dólares por inversión de 10 millones de euros, muy por debajo de los 201.000 dólares que tiene que pagar Italia. El bono italiano cerró el viernes en el 1,170%.
El Tesoro español volverá el próximo jueves a los mercados con una subasta de bonos y obligaciones. En concreto, subastará bonos indexados con vencimiento el 30 de noviembre de 2019. La referencia es la anterior subasta de similares características, celebrada el 7 de mayo de 2015, en la que lograron un tipo marginal negativo del -0,250% para los 885 millones adjudicados. También subastará Bonos a como años. En la anterior emisión se adjudicaron 908 millones a un tipo de interés marginal del 0,238%. No habrá subasta el día 18 de agosto.
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