Finanzas

El Estado nacionaliza BMN y Caja Duero

Bruselas pide la intervención a cambio de inyectar unos 1.500 millones n BBVA se descuelga del «banco malo» y Santander será la entidad que más capital aporte

La Razón
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El Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), inyectará capital en el grupo BMN (Banco Mare Nostrum) y en el banco CEISS, fruto de la fusión de Caja España-Duero, lo que le convertirá en el principal accionista de estas dos entidades. El porcentaje del capital que quedará en manos del FROB se establecerá a comienzos de 2013. Con el argumento de que ambos grupos ya han recibido ayudas, la Comisión Europea cree que la mejor fórmula para recapitalizarlos en estos momentos es la inyección directa de fondos por parte del FROB.

Se descarta así la previsión inicial de que el apoyo público que BMN y CEISS necesitan vaya a llegar a través de bonos convertibles contingentes («cocos», en el argot financiero), que las entidades podrían recomprar en un plazo máximo de 5 años.

Quitas de deuda a los clientes

Bruselas no exigirá a estas entidades que cambien sus equipos de gestión ni previsiblemente que lleven a cabo una reestructuración tan drástica de sus plantillas y red de oficinas, si bien tendrán que aplicar quitas en los canjes de participaciones preferentes y deuda subordinada.

El Gobierno cree que para todas estas operaciones bastará con unos 1.500 millones de la ayuda europea para la banca, aunque para determinarlo con exactitud habrá que esperar a que Bruselas apruebe la próxima semana los planes de reestructuración de este colectivo, que se beneficiará del traspaso de activos inmobiliarios al «banco malo».

Por otra parte, el proceso de reestructuración bancaria avanzó ayer con la consolidación de las aportaciones de capital privado al denominado «banco malo». Banco Santander y Caixabank serán los principales inversores privados en la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), en el que participarán una decena de entidades financieras y aseguradoras.

Entre ambos bancos invertirán hasta 1.120 millones de euros, según informaron a Europa Press fuentes del sector. La cifra que depositarán en la Sareb tanto Santander como Caixabank oscilará entre los 650 y 470 millones, respectivamente. Ambas entidades tuvieron que incrementar su aportación después de que BBVA haya decidido finalmente no participar en el «banco malo».

Después de varias semanas de negociaciones con el Ministerio de Economía, en las que había expresado reiteradamente sus reticencias, la entidad presidida por Francisco González, quien en un principio garantizó su entrada en la Sareb por «el bien del país», se desmarca del resto del sector financiero sin necesidades de capital.

De esta manera, Santander y Caixabank aportarán entre los dos el 56% de los 2.000 millones procedentes de inversores privados, con lo que se cumple el objetivo del departamento encabezado por Luis de Guindos de contar con este compromiso antes de que finalice el actual ejercicio.

Sabadell aportará 260 millones, y Popular unos 230 millones, mientras que Kutxabank depositará 100 millones. A estas entidades se les suman otras que también aportarán fondos, como Deutsche Bank (15 millones de euros), Barclays, Bankinter, Unicaja y Cajamar o las aseguradoras Mapfre, Axa, Mutua Madrileña y Catalana Occidente.

Por su parte, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aportará 1.600 millones de los casi 40.000 que ha recibido del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) hasta sumar un capital total de 3.600 millones de euros. De esta cantidad, una cuarta parte será en efectivo y el resto mediante la suscripción de deuda subordinada.

Desde Economía se precisa que la exigencia de unos recursos propios del 8% no tiene carácter normativo, por lo que la cifra inicial podría rebajarse. En cualquier caso, la cantidad tendrá que estar lista antes de la transferencia de activos de las entidades nacionalizadas, que se materializará antes del 31 de diciembre. Dentro del capital privado, el Gobierno estima que los inversores extranjeros aportarán cerca del 10%, lo que supone unos 470 millones de euros.