
Bolsa
El excesivo castigo de China a las bolsas

El movimiento que se ha producido en las bolsas europeas desde el pasado 11 de agosto –con la primera devaluación del Yuan–, hasta los mínimos que vimos el lunes de esta semana, ha supuesto la mayor corrección de la tendencia alcista del mercado en los últimos años.
Algunos índices, como el DAX alemán, registraron caídas del 18% en apenas dos semanas, marcando la mayor sobreventa desde que se registraban los peores momentos de la crisis del euro, en el año 2012.
China ha sido la causante de esta histeria vendedora. A través de dos lecturas diferentes, caras de una misma moneda pero con un lado más nítido que el otro.
En el lado más claro, tenemos la crisis generada en la economía financiera del país, con el enorme desplome de la Bolsa china, tras la explosión de la burbuja de precios que se produjo en el mes de junio. Las constantes medidas tomadas por las autoridades para frenar la sangría bursátil no han tenido el efecto deseado, y se ha establecido una fuerte correlación entre las plazas asiáticas y las occidentales.
En el lado más difuso tenemos los temores que se desprenden de la economía real del gigante asiático. La incertidumbre que proyecta la cuantía real de la desaceleración china está provocando también fuertes ventas, que no se basan tanto en la consumación de «malas noticias» como en la mera posibilidad de éstas.
China creció a ritmos del 7% durante el segundo trimestre del presente ejercicio. Si redujese su crecimiento a cotas cercanas al 4%, el efecto que dicha desaceleración tendría en la economía mundial sería similar al que provocaría una entrada en recesión de Estados Unidos.
Sin embargo, a día de hoy resulta imposible calibrar a qué ritmo crecerá China en los próximos trimestres.De esta forma, tenemos un contagio financiero en los mercados que tiene su origen en las dudas y en los temores más vaporosos que existen sobre el crecimiento de la economía del país asiático.
Crece la histeria
En cualquier caso, los problemas chinos expanden la histeria del mercado a través de otras vías. Los precios de las materias primas, especialmente del petróleo, también se han desplomado, ante un posible «shock» en la demanda. Y en el mercado de divisas, el dólar se ha depreciado notablemente, descontando además que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) no subirá los tipos de interés en el mes de septiembre –tal y como se pensaba–, teniendo en cuenta las dudas que ahora se ciernen sobre la economía mundial. La caída del dólar ha provocado la apreciación del Euro, lo que ha causado un daño adicional en la renta variable europea.
Durante el día de ayer, las bolsas occidentales albergaron un fuerte rebote, que no se justificó con una mejora de los mercados chinos, pues la Bolsa de Shanghái se volvió a dejar un 7,6%. Sin embargo, los inversores motivaron sus compras en asuntos secundarios, como el cierre lejos de mínimos del lunes –remontando cerca de un 3% desde los mínimos–, la caída del dólar, la recuperación del petróleo o el buen dato del IFO alemán. La decisión posterior del Banco Popular de China de recortar los tipos de interés y el coeficiente de reservas bancario permitió que los índices europeos recuperaran todo lo perdido durante el lunes previo.
Las caídas que hemos visto en las últimas dos semanas son excesivas y abren un potencial alcista muy significativo. Si bien, es imposible conocer con precisión cuándo se empezará a recorrer, pues la estabilización de los mercados chinos es imprescindible para que sen las condiciones propicias. Y si no se recorre al alza, se seguirá bajando, pues lo que no ocurrirá es que se consolide la histeria actual.
* Estratega de mercados de IG
✕
Accede a tu cuenta para comentar