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Ampliación del Canal de Panamá

El sobrecoste no es desmesurado

La Razón
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- ¿Es complicado cambiar de contratista en este momento de ejecución de la obra, dada su complejidad?

–Es muy complejo. Tendrían, entre otras cosas, que quitar maquinaria, retirar técnicos que conocen perfectamente la obra y su complejidad y, por supuesto, un concurso nuevo. Por otro lado, si el presupuesto está agotado no tiene sentido que asuma la obra otra nueva empresa. No me explico que pueda darse esa circunstancia, yo abogaría por un acuerdo. Sería lo más lógico. El retraso de una nueva licitación sería un conflicto descomunal.

- ¿Ha habido algún caso similar antes de cambiar de contratista?

–Han existido hechos similares pero no de tal envergadura, ni mucho menos. En la mayoría de casos han sido porque las empresas han quebrado o se han retirado porque los sobrecostes eran excesivos.

- Un sobrecoste del 50% como el que reclaman Sacyr y sus socios ¿es habitual en este tipo de proyectos?

–No es desmesurado para una obra de esta envergadura. Mi impresión es que el consorcio está hablando de una cantidad por encima de la que pretenden obtener en la negociación conseguir una cifra intermedia entre un 15 y un 20%, y que al menos no perdiesen dinero con la obra. Sin ir muy lejos, en Alemania, el aeropuerto de Bradenburgo está sufriendo no sólo sobrecostes, sino también retrasos para acabar la obras.

*Presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos