Bolsa
El supervisor medita levantar el veto a las posiciones cortas
Mañana será el día en que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidirá si prorroga el veto a las operaciones en corto, según confirmaron ayer fuentes del supervisor bursátil. La prohibición, que entró en vigor el pasado 23 de julio, se ha prorrogado en dos ocasiones para frenar la volatilidad que en fechas pasadas azotó a los mercados. El anterior verano, como en el de 2011, se vivieron semanas de gran agitación por la crisis de deuda de la eurozona.
Ahora, con las aguas más tranquilas, algunas voces reclaman el levantamiento del veto para unas operaciones que consideran un elemento más del mercado. Para operar en corto, un inversor pide prestadas acciones, a cambio de un pequeño dinero, que inmediatamente vende en el mercado con la esperanza de que el valor de esos títulos baje más adelante. Si eso sucede, las recompra más baratas y se embolsa la diferencia entre lo que sacó al venderlas más caras en primera instancia y volver a adquirirlas a menor precio para devolvérselas a quien se las prestó. Esta operación, en un contexto de caída prolongada de los mercados como el vivido los dos últimos veranos, llevó al hundimiento de la capitalización bursátil de muchas compañías sin que el estado de sus cuentas o de su actividad justificase tal caída, lo que llevó a las grandes compañías a solicitar su veto.
Ahora, disipada gran parte de los nubarrones que se cernían sobre el futuro del euro, los mercados afrontan una época de relativa calma. El Ibex, que ayer cerró casi plano –retrocedió un 0,34%–, se ha revalorizado en lo que va de ejercicio un 5,82% al socaire de la gradual confianza que los inversores parecen empezar a recuperar en España. Una mejora de la que también se está beneficiando la prima de riesgo. El diferencial entre el interés del bono español a diez años y el alemán, que mide la confianza de los inversores en un país, lleva semanas por debajo de los 400 puntos básicos tras haber llegado a superar los 640 puntos básicos. Ayer, cerró la sesión en los 347 puntos básicos, después de caer ocho beneficiada, fundamentalmente, por la consecución del Estado de sus objetivos de ingresos presupuestados el año pasado –más de 167.000 millones de euros.
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