Banco Santander

Endesa aprueba una inversión de 2.500 millones en España

Borja Prado, presidente de Endesa
Borja Prado, presidente de Endesalarazon

Madrid- Endesa invertirá 2.500 millones de euros en España, un 25% por ciento más respecto a su último Plan Industrial, dentro de la reorganización de la eléctrica tras la venta de sus activos iberoamericanos a su matriz Enel. La nueva estrategia, centrada en el mercado ibérico y marcada por la «apuesta por España», supondrá destinar entre 2014 y 2016 una partida de1.100 millones de euros a la distribución (la mitad al mantenimiento de la red y la otra mitad al despliegue de los contadores inteligentes, nuevas tecnologías y automatización), otros 1.000 millones a la generación peninsular (el 80% a las centrales nucleares en las que participa Endesa y al resto de tecnologías, y el otro 20% a las plantas de carbón importado y a desarrollar centrales hidráulicas de bombeo) y otros 400 millones divididos al 50% entre la generación extrapeninsular y la comercialización.

«Endesa apuesta por España», remarcó el presidente de la compañía, Borja Prado, en la junta general extraordinaria de accionistas celebrada ayer en Madrid, en la que se aprobó, además, la nueva estructura del grupo –con Franceso Starace, consejero delegado de Enel, como vicepresidente, José Bogas, como nuevo consejero delegado en sustitución de Andrea Brentan, y Livio Galo y Enrico Viale, como consejeros dominicales– y la venta del 100% del capital de Endesa Latinoamérica y del 20,3% del capital de la chilena Enersis a Enel Energy Europe por 8.253 millones.

Una cantidad que retornará, previsiblemente el próximo 29 de octubre, casi en su totalidad al comprador cuando se formalice en efectivo el pago de un dividendo extraordinario a los accionistas de Endesa con motivo de esta operación, ya que Enel tiene el 92% de la eléctrica española.

Dicho dividendo se suma al aprobado el pasado 7 de octubre por 6.353 millones a cuenta de los resultados del ejercicio 2014. «Nos disponemos a repartir, a todos y cada uno de los más de 170.000 accionistas, un dividendo total de 13,8 euros por acción, es decir algo más de 14.600 millones de euros. El mayor dividendo de la historia de España», subrayó Prado.

Aunque Prado criticó la nueva regulación energética –«no nos parece la más adecuada», dijo–, confió en que impida nuevos desequilibrios en el sistema eléctrico y se mostró convencido de la recuperación de la economía española «impulsada por las iniciativas y las acertadas reformas ejecutadas por nuestro actual Gobierno».

Desde su posición de liderazgo en el mercado ibérico, el nuevo consejero delegado de la eléctrica aseguró que, toda vez que «las reglas del juego ya están claras», «estamos convencidos de que podemos jugar en ellas con todo éxito». Bogas indicó a los accionistas que tras la aprobación de estas operaciones y la colocación en bolsa del 22% del capital en manos de Enel, «Endesa mejorará notablemente su estructura de capital» con un coste de la deuda «mucho más competitivo», que pasará del 6,4% a un 3%.

Bogas destacó que el primer objetivo de la compañía será la «maximización de la remuneración», mejorando los costes unitarios –que se han reducido un 13% entre 2009 y 2013– y mediante la «extensión de la vida útil de nuestras centrales nucleares por encima de los 40 años».

En un encuentro posterior con los medios, tanto Prado como Bogas descartaron que Endesa se posicione en el mercado europeo tras desgajarse su división iberoamericana y afirmaron que centrarán los esfuerzos en nuevas inversiones, como la cartera de proyectos en centrales hidráulicas de bombeo, que suman 3.600 MW, o la compra de los activos de E.ON. En este sentido, Prado manifestó que la oferta de Endesa es por una parte del paquete del que E.ON quiere deshacerse, en concreto el relativo a la distribución y comercialización, que fue de Endesa y que tuvo que vender, precisamente, con la entrada de Enel como accionista mayoritario.