Unión Europea
España y Francia exigen al Eurogrupo que apoye al sur
Reclaman pruebas de ecuanimidad al sustituto de Juncker, que llega al cargo con el aval alemán De Guindos, único ministro que vota en contra de Dijsselbloem
No por ser el único candidato, el holandés Jeroen Dij-sselbloem pudo dejar en un mero trámite su comparecencia ante los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro para su elección como sustituto de Jean Claude Juncker al frente del Eurogrupo. Como se esperaba, el aspirante se encontró en Bruselas con el escepticismo de España y Francia, que le exigieron pruebas de una ecuanimidad para el futuro en su cargo al frente del Eurogrupo que no se le presupone por pertenecer a los países del núcleo duro de la ortodoxia económica.
«Ningún conflicto»
El ministro holandés de Finanzas aseguró, sin embargo, que no ve «ningún conflicto» entre las distintas posturas dentro del grupo del euro a la hora de priorizar consolidación y medidas de inversión para el crecimiento y el empleo, el punto que más les interesa a París y a Madrid, pero también a Italia o Portugal. «España va a escuchar lo que es el programa del ministro holandés. Es un puesto importante desde el que tiene que representar a todos los miembros del Eurogrupo», apuntó el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Para España, este asunto llueve además sobre mojado, puesto que ha quedado sin representante en el directorio del Banco Central Europeo (BCE) con la salida de González Páramo, rompiendo así la regla no escrita durante años de que en el mismo estarían las cuatro mayores economías del euro.
A ello se suma que la posible candidatura de De Guindos para presidir el Eurogrupo fue descartada desde un estado muy prematuro por el mero hecho de no pertenecer a un país con calificación de solvencia «triple A». Y eso sin tener en cuenta los esfuerzos que ha hecho España en todos los sentidos, incluidos los 25.000 millones de euros aportados para el rescate de Grecia. En respuesta, nuestro país fue el único que votó en contra de la designación de Dijsselbloem en el Eurogrupo. De Guindos considera que España no está suficientemente representada en los altos cargos de la UE.
Por su parte, Schäuble no escondió que el holandés es su candidato pues además de recordar que le ha respaldado desde el comienzo, intentó minimizar los problemas esgrimidos por otros países. «No creo que quien esté al frente del Eurogrupo deba dar directrices políticas a los gobiernos», señaló el alemán a su llegada al último Eurogrupo presidido por Juncker.
Por todo ello, Dijsselbloem tuvo que hacer un repaso exhaustivo de su programa de trabajo para los próximos años al resto de ministros. Al cierre de esta edición, los ministros de los diecisiete aún discutían dicho programa, que intentó mostrar una comunión perfecta entre la necesidad de esfuerzos de consolidación fiscal y políticas de empleo y crecimiento. La elección sólo requiere la mayoría simple de los ministros de Finanzas, de modo que los países escépticos no tenían muchas posibilidades de bloquear la elección. Por este motivo, el socialdemócrata Dijsselbloem, que mantiene la cartera económica en La Haya desde noviembre, se mostró «confiado» en recibir el apoyo de los diecisiete países que comparten la moneda única.
Este hombre de 46 años insistió en que es posible reunir las dos ideas que hasta ahora han sido antagonistas. «Creo que eso es algo sobre lo que hay una visión compartida entre todos los ministros de Finanzas del Eurogrupo. Tenemos que trabajar en la recuperación, eso nos ayudará a incentivar el crecimiento y el empleo. No veo ningún conflicto en ese punto. Creo que tenemos que equilibrar los dos intereses», afirmó Dijsselbloem.
El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, que vio escapar la posibilidad de ser él quien liderara el Eurogrupo cuando reculó su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, por razones electorales en el pacto incipiente alcanzado entre Alemania y Francia para repartirse el mandato, fue el más preciso. En concreto, reclamó al holandés estar a la altura del histórico Juncker, con lo que eso conlleva.
El ejemplo de Juncker
A su entrada a la reunión, el titular galo deseó que Dijsselbloem «sepa recoger la herencia» de su antecesor. «Juncker ha encarnado un modelo de presidencia equilibrada entre el norte y el sur de la Eurozona. Entre consolidación y crecimiento, entre las sensibilidades francesa y alemana, podríamos decir. Espero que Dijsselbloem sepa recoger la herencia de Juncker. Trabajaremos todos juntos para que sea posible», añadió Moscovici, dejando claro que mantendrá el control sobre él.
Por otra parte, los 17 abordaron por primera vez formalmente las condiciones con las que se llevará a cabo la recapitalización directa de los bancos y, en especial, los aspectos relacionados con su aplicación retroactiva (para los rescates financieros que se produzcan antes de la existencia del Mecanismo Único de Supervisión) y la gestión de los activos heredados. España defiende el carácter retroactivo de la recapitalización porque fue algo que ser concluyó en el Consejo Europeo de junio, por una cuestión de principios dentro de la unión bancaria, pero no por los 3,5 puntos de deuda que añadirán los 30.000 millones del rescate. En este sentido, De Guindos ha defendido que la UE debe seguir avanzando en la unión bancaria, con medidas como la recapitalización directa de los bancos con problemas a cargo del fondo de rescate o la creación de un «seguro para los depósitos de los bancos europeos».
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