
Macroeconomía
Los expertos cargan contra la quita: "El reparto es muy discutible", tiene "riesgo moral" y "posible inconstitucionalidad"
Fedea considera la propuesta "una invitación a la indisciplina fiscal" y los analistas de la Francisco de Vitoria avisan de que tendrá "efectos redistributivos regresivos" a favor de las regiones más ricas

La tormenta desatada por el anuncio del Gobierno de perdonar 83.252 millones de deuda a las comunidades autónomas ha desatado una ola de críticas, tanto de las comunidades implicadas -todas salvo Cataluña- como por expertos y analistas. Así, Fedea considera que la propuesta del Ministerio de Hacienda tendrá un previsible impacto negativo sobre los incentivos de las comunidades para mantener "una mínima disciplina fiscal", además de considerar "muy discutible el reparto territorial" de las ayudas.
El director de Fedea, Ángel de la Fuente, firma este artículo, en la que duda de que separar la cuestión de la deuda de la negociación sobre la reforma del sistema de financiación sea una buena estrategia negociadora. "Cualquier quita no sujeta a condiciones estrictas de ajuste tenderá a confirmar la percepción que ya tienen las comunidades autónomas de que pueden gastar sistemáticamente más de lo que ingresan porque al final el Estado las rescatará de una forma u otra sin coste alguno para ellas y constituye, por tanto, una invitación a la indisciplina fiscal".
De la Fuente califica la "condonación incondicionada" de deuda que propone el Ministerio como "una pésima idea que agravará los serios problemas de incentivos que ya sufre el sistema de financiación autonómica de régimen común". Por ello, cree que cualquier quita de la deuda no sujeta a condiciones estrictas de ajuste "tenderá a confirmar la percepción que ya tienen los gobiernos regionales de que pueden gastar sistemáticamente más de lo que ingresan porque al final el Estado las rescatará de una forma u otra sin coste alguno para ellas. Constituye una invitación a la indisciplina fiscal". En este sentido apunta que esta propuesta y su justificación para compensar los adversos de un "shock" financiero "la convierte en un seguro gratuito contra el riesgo cíclico a la baja que eliminará cualquier tentación que pudieran tener las comunidades de ahorrar algo para los malos tiempos e incrementará también el gasto del Estado".
También critica con dureza la distribución territorial de la condonación de la deuda por ser "muy cuestionable en sus criterios tanto de equidad como de eficiencia. La condonación de deuda autonómica podría tener sentido si se utilizase para corregir inequidades pasadas, compensando la infrafinanciación acumulada a lo largo del tiempo por determinados territorios. Desde esta perspectiva, el criterio lógico a la hora de repartir estas ayudas sería la infrafinanciación que se ha acumulado al menos durante la vigencia del actual modelo de financiación". Por ello, defiende que la forma más razonable sería repartir las ayudas en proporción a la población ajustada porque "cualquier intento de afinar el cálculo utilizando la acumulación observada de deuda en cada territorio como indicador de reparto plantearía serios riesgos de introducir penalizaciones a la buena gestión". Un cálculo que reconoce que Hacienda ha tenido en cuenta, "pero de una forma peculiar en el caso de la infrafinanciación, puesto que la prima por este concepto no refleja necesariamente la magnitud del problema, esto es la infrafinanciación acumulada que sufre cada comunidad".
Por su parte, el Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) también advierte de que la propuesta muestra problemas de diseño y ejecución plantean que puede poner en peligro la estabilidad económica y la equidad fiscal. De esta forma, que la aprobación de esta condonación impactará de lleno en la credibilidad económica del país ante los mercados internacionales, "al estar inicialmente vinculada a un acuerdo con Cataluña", por lo que se han visto obligados a extenderla a otras regiones "para evitar posibles cuestionamientos de constitucionalidad, lo que ha generado un debate sobre su equidad y transparencia". Respecto a la metodología aplicada critican que tiende a "favorecer a las regiones que han acumulado mayores niveles de deuda, como Cataluña, mientras que comunidades con una gestión fiscal más estricta, como Madrid, podrían verse menos beneficiadas".
Recuerdan que "la deuda condonada no se elimina, sino que se transfiere al Estado", lo que implica que los contribuyentes de todas las regiones financiarán, "a través de sus impuestos, las deudas de las comunidades más beneficiadas", con uno efectos redistributivos regresivos, "ya que contribuyentes de regiones con rentas más bajas, como Galicia, Murcia o Castilla y León, podrían subsidiar indirectamente a regiones con rentas más altas, como Cataluña". Asimismo, creen que la condonación podría enviar "señales mixtas a los inversores, quienes podrían cuestionar la capacidad de las comunidades autónomas para gestionar su deuda. Esto podría tener repercusiones en el coste de financiación de la deuda española a largo plazo, especialmente si el BCE reduce su respaldo a la deuda soberana.
En otro orden, alertan de que la medida podría generar "desequilibrios en los incentivos fiscales, premiando a las regiones que han acumulado mayores niveles de deuda y subido impuestos, mientras que aquellas que han mantenido una gestión más disciplinada podrían verse menos beneficiadas", y tensiones territoriales, porque "podría agravar las tensiones entre comunidades autónomas, al percibirse como un trato preferencial hacia ciertas regiones en detrimento del resto". Además, cuestionan la sostenibilidad a largo plazo, ya que la condonación no resuelve los problemas estructurales de financiación de las comunidades autónomas, sino que los pospone, aumentando la dependencia de la financiación estatal y comprometiendo la estabilidad presupuestaria del país".
Los analistas de S&P también muestran sus dudas sobre la decisión del Gobierno, La agencia de calificación S&P Global Ratings ha advertido de que, sin una reforma estructural del sistema de financiación regional, la absorción de la deuda autonómica por parte del Estado "sólo aborda las consecuencias de anteriores desequilibrios presupuestarios. Sin una reforma estructural del sistema de financiación regional, la absorción de la deuda sólo puede mejorar temporalmente la situación de las regiones, pero no evitaría nuevos déficits".
Además, S&P ha alertado de que esta medida también puede generar "riesgo moral" al disminuir los incentivos para que las comunidades pongan freno al crecimiento de la deuda, en previsión de posibles medidas similares en el futuro. En caso de que se aplique la condonación, S&P ve "probable" que evalúe su impacto como "neutro o positivo" en las calificaciones crediticias de las comunidades que la acepten, aunque esto será función de las circunstancias individuales de cada región.
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