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Fernández Toxo: «No especulo con la huelga general; vamos a darnos otra oportunidad»

Secretario General de CC OO

Fernández Toxo: «No especulo con la huelga general; vamos a darnos otra oportunidad»
Fernández Toxo: «No especulo con la huelga general; vamos a darnos otra oportunidad»larazon

Más cordidal en las distancias cortas, asegura llevarse bien con la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y cree que España merece otra oportunidad.

–¿Qué hay detrás de esos 6,2 millones de parados?

–Un fracaso estrepitoso de las políticas de austeridad de la UE que están haciendo estragos en este país y en toda Europa. La austeridad como única receta combinada con las reformas laborales, no sólo la última, también la anterior, está acelerando la destrucción de empleo en España, que afecta tanto al sector privado como al público. Y nos deja un dato que es un drama: el millón novecientos mil hogares donde todas las personas están en paro. Y que a su vez nos lleva a otro: los dos millones y medio largos de personas que ya no tienen protección de ningún tipo. Esto debería mover a alguna reflexión.

–¿Hemos tocado fondo?

–Desgraciadamente, no. La caída del 1,5% del PIB augura más paro.

–A estas alturas, propone un gran pacto por el empleo. ¿Implica que aún no se han sentado a negociar? ¿No hay un diálogo fluido?

–Esto es así. El clima de relación con el Gobierno ha mejorado en el último año, pero no es suficiente. Lo que refleja la EPA es que estamos ante una situación de emergencia nacional y que ya no valen paños calientes. Esto no se arregla con un plan de emprendimiento, con mover el IVA o el IRPF, o aprovechar el viaje para insistir en la reforma del sistema de pensiones. Esto va de otra cosa. Hay que hacer cosas a nivel europeo. Hemos planteado que la UE movilice entre el 1% y el 2% del PIB de la UE para un plan de choque de inversiones porque si no los países del sur lo vamos a tener muy crudo. El Gobierno tiene que utilizar los márgenes fiscales, incrementando los ingresos de la Hacienda Pública en un 1% anual al menos en los próximos tres años para poder combinar servicio de la deuda, reducción del déficit y desarrollo de la actividad económica. Y al mismo tiempo, concretar lo que Rajoy se comprometió en el Debate sobre el Estado de la Nación, abrir el crédito desde la banca nacionalizada. Este es el triple nudo a desatar. Luego hay otras cosas, como un plan de vivienda social en régimen de alquiler aprovechando la vivienda en poder del «banco malo».

–Por concretar, plantean que los empresarios aumenten las cuotas de los trabajadores a la Seguridad Social. ¿Qué más medidas directas guarda?

–Esa medida tiene que ver con el futuro de las pensiones, con el creciente runrún de que hay que ir a una nueva reforma de la Seguridad Social, retrasando todavía más la edad de jubilación o reduciendo la calidad de las pensiones. La Seguridad Social no está en crisis y mucho menos en quiebra. Atraviesa un bache que tiene que ver con la situación económica de caída de empleo y caída de la calidad de las cotizaciones. El Fondo de Reserva puede jugar un papel de contención, pero no podemos arriesgarnos a agotarlo. Lo que yo proponía era una operación acordeón. Subir un punto las cotizaciones a la Seguridad Social de forma transitoria, mientras haya menos ingresos que gastos.

–El problema es que habría más dinero en Tesorería a costa de que el empresario pague más por generar empleo.

–No lo creo. El Gobierno tenía que haber dado un paso que, para el coste empresarial, no era excesivamente elevado. Haber subido el salario mínimo interprofesional más allá del 0,6%, porque vinculado a éste está la base mínima de cotización a la Seguridad Social. Hay que incentivar la permanencia de la gente con salarios más altos en el sistema público y para ello hay que garantizarles que el esfuerzo que se les pide de cotización va acompañado de una mejora de su expectativa de pensión. Pero mire, la empresa... sería injusto decir que todas, pero una buena parte de la empresa española no está tributando lo que correspondería por su volumen de actividad. Y yo creo que esto se debe compensar. Hay que evitar gastarse de forma anticipada el Fondo de Reserva.

–¿Qué más medidas plantea?

–En España hay dos prioridades: el empleo y la protección de las personas. Tenemos una red de protección social manifiestamente insuficiente que está saltando por las costuras. Por tanto, el Estado debe proveer un mínimo de calidad de vida a sus ciudadanos, que por millones están ya en una situación de miseria extrema.

–Hablando de «runrunes», se habla de rebajar la percepción de la prestación por desempleo de 24 a 18 meses. ¿Sería motivo para otra huelga general?

–Creo que este país se merece una oportunidad y que todos tenemos que trabajar para dársela. Empezando por quien tiene la responsabilidad de gobernar. Y que evitáramos entrar en 2013 en una dinámica como la que vivimos en 2012, con dos huelgas generales. Hay que buscar soluciones desde el consenso. Yo me creo... me quiero creer la afirmación que me ha hecho la ministra de Empleo de que no se va a tocar la prestación por desempleo. Sería injusto y, además, no ayudaría a resolver el problema económico. Y por otra parte, no es cierta esa afirmación de que en España se produce el milagro de que la gente que entra en el paro no se preocupa de buscar trabajo hasta que la agota. Porque si esto fuese así, no habría, como hay, dos millones y medio de personas que, no teniendo cobertura, no encuentran empleo.

–¿Qué le parecen las «expropiaciones» sociales de propiedades que ha aprobado Andalucía? ¿No atentan contra la «sacrosanta» propiedad privada?

–Hay otros derechos sacrosantos que conviene proteger. Creo que hay mucho más allá. Y está en manos del Gobierno. Hoy gran parte de la vivienda vacía está en poder de los bancos. Una parte de esos bancos están nacionalizados y una parte de esa vivienda ha pasado al «banco malo», a la Sareb. ¿Por qué en lugar de tenerlos ahí, esperando que el mercado mejore, no se hace un plan público de vivienda? Y los bancos privados, los grandes, deberían hacer un esfuerzo también en ese sentido.

–Imagine que le hostigan 15 o 20 personas en la puerta de su domicilio. ¿Es libertad de expresión? ¿Cómo se sentiría?

–Por experiencia propia, igual es fuerte lo que voy a decirle, me he sentido como si llevase una diana en el pecho. Yo no soy partidario de que se siga a las personas a su domicilio, no tengo ningún problema en decirlo, pero a mí se me ha hecho.