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Fomento hace malabares para evitar una guerra en el Gobierno por las tasas de AENA

José Manuel Vargas, presidente de AENA, momentos antes de empezar su intervención en la junta de accionistas
José Manuel Vargas, presidente de AENA, momentos antes de empezar su intervención en la junta de accionistaslarazon

Apoya recurrir su posible bajada pero elude pedir al Ejecutivo que reprenda a Competencia

Haciendo malabares. Así ha acabado Enaire, la sociedad de Fomento que controla el 51% de AENA, por el sistema de tasas implantado por José Manuel Vargas en el gestor aeroportuario. Ayer, en la primera junta de accionistas de la firma tras su privatización, Enaire votó en contra de la propuesta del fondo The Chindren Investment (TCI), propietario del 7,71% del capital de AENA, de emprender acciones contra Competencia (CNMC) por recomendar la bajada de las tasas impulsadas por Vargas. Su decisión contrasta con el respaldo que ofreció a la decisión de la dirección del gestor de presentar el pasado 13 de mayo un recurso ante la Audiencia Nacional por el mismo motivo.

Fuentes de AENA aseguraron que el hecho de que la Audiencia haya admitido ya a trámite tanto su recurso como otro interpuesto una semana después por TCI motivaron que Enaire votara ayer en contra de la propuesta de la junta por «extemporánea». No obstante, el punto sometido a la consulta de los accionistas contenía una coletilla que podía haber desatado una guerra en el seno del Gobierno y que Enaire ha atajado con su aparentemente contradictoria decisión. La propuesta instaba al Ejecutivo a «evitar que la CNMC asuma funciones fuera de su ámbito de competencia o contrarias al marco regulatorio vigente en materia de tarifas». Al votar en contra de este punto, la sociedad controlada por Fomento evita poner el Gobierno en el brete de tener que decantarse entre Compentencia o Fomento sin que por ello deje de defender sus intereses como accionista mayoritario en AENA al haber apoyado en el consejo de administración el recurso ya presentado en la Audiencia Nacional.

Durante su discurso, Vargas se felicitó porque desde su salida a bolsa en febrero, las acciones de la compañía se han revalorizado un 60%, hasta superar la barrera de los 90 euros por título. Algunos analistas creen que el precio de salida de AENA, 58 euros por título, fue un tanto conservador y que el Estado podría haber logrado más fondos. La empresa vale 8.500 millones más que al salir a bolsa.