Fomento redobla el control sobre Uber

Aprueba un nuevo paquete regulatorio que incluye que no se puedan revender las licencias VTC dos años y crea un registro para que no recojan viajeros en la calle. El sector asegura que va en contra del interés general y los taxistas que es un paso «en la buena dirección».

Más regulación para los servicios deUber y Cabify. El Consejo de Ministros aprobó ayer el nuevo paquete de medidas regulatorias para la actividad del arrendamiento de vehículos con conductor (VTC) que anunció en junio. Aunque el Ministerio de Fomento creía que no podría darle luz verde hasta el año próximo, finalmente fue aprobado en la última reunión anual del Ejecutivo.

La nueva regulación gira en torno a dos cuestiones: las licencias y la contratación de los servicios. Para evitar la especulación con las autorizaciones, se prohibirá su transmisión los dos años posteriores a su otorgamiento original. En cuanto a la solicitud de un vehículo, se atenderá a una de las principales reivindicaciones del taxi y se creará un registro único electrónico al que deberán comunicarse los servicios VTC con carácter previo a su contratación. Con ello, se reforzará la exigencia de la contratación previa del servicio de alquiler de vehículos con conductor, según Fomento. Aunque por ley tienen prohibido captar clientes en la calle o mientras están estacionados en los lugares de concentración y generación de demanda como puertos, aeropuertos o estaciones, los taxistas denuncian que es práctica habitual de los VTC hacerlo. Es para evitarlo para lo que se crea el registro.

El Ministerio de Fomento cree que el registro único será también una herramienta eficaz para controlar que se cumple el criterio de habitualidad. La norma sólo permite a estos vehículos realizar un 20% de sus servicios –contabilizados trimestralmente– fuera de la comunidad autónoma que les concedió la licencia.

El decreto también contempla que los vehículos a adscribir a las nuevas autorizaciones que se están concediendo por vía judicial deberán cumplir la normativa actual y no la que regía cuando se solicitaron. Entre 2009 y 2013 las autonomías denegaron miles de nuevos permisos VTC a pesar de que entonces no había restricción legal alguna. Ahora, el Tribunal Supremo las está autotizando.

La actuación judicial está provocando que la ratio de una licencia VTC por cada 30 de taxi que se introdujo en 2013 y que ya no se cumplía se desborde todavía más. Pese a las reiteradas peticiones del sector del taxi a Fomento para que haga cumplir la proporción, el ministerio ha dicho por activa y por pasiva que nada puede hacer contra la decisión del Supremo y que no puede retirar esas licencias. La esperanza del taxi se centra ahora en los ayuntamientos. Madrid y Barcelona están trabajando para aprobar sendos cambios legislativos para obligar a los vehículos VTC a sacar una licencia municipal además de la que otorgan las autonomías. El Ayuntamiento de Barcelona ha mostrado su intención de utilizar la norma para tratar de que se respete la ratio 1/30.

Críticas de los VTC

Aunque Fomento aseguró que con el nuevo paquete normativo pretende asegurar la «convivencia ordenada» del sector VTC con el taxi, su patronal, Unauto, consideró que limita aún más su operativa. «Lamentamos que se regule el sector la VTC para favorecer aún más los privilegios del taxi, que seguirá especulando con sus licencias y escapando al control de los viajes que realiza y los ingresos que genera». En su opinión, la regulación «va en contra del interés general y los derechos del ciudadano».

Los nuevos requisitos para Uber y Cabify llegan después de varias movilizaciones del sector del taxi. Unauto interpreta que, en los últimos meses, los taxistas han presionado a las administraciones para «introducir normativas restrictivas contra las VTC». Lo cierto es que para la redacción de la normativa se ha contado con la opinión del taxi que, por ejemplo, presionó para crear el registro único. Fedetaxi se felicitó ayer de su aprobación porque «supone un paso más en la dirección correcta» que contribuye a evitar el desmantelamiento del sector. No obstante, confía en que los ayuntamientos, especialmente Madrid y Barcelona, avancen en su pretensión de introducir la licencia municipal VTC.