La mutación verde de Gas Natural: se llamará Naturgy

El presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa, Francisco Reynés, ha dejado hoy la puerta abierta a un posible regreso de la energética a Cataluña.

La llegada de Francisco Reynés a la presidencia ejecutiva de Gas Natural hace apenas cinco meses ha supuesto una revolución que arranca con el cambio de marca. La antigua gasista pasará a denominarse Naturgy, aunque conservará la mariposa, más estilizada y monocolor, como seña de identidad. La mutación es toda una declaración de intenciones del giro «verde» y eléctrico con el que Reynés afronta la renovación de la compañía. «Queremos que se nos reconozca como energética y no sólo como gasista», ha asegurado Reynés en su primera Junta General de Accionistas, la primera también celebrada en Madrid tras el cambio de sede social. A este respecto, Reynés, ha dejado la puerta abierta a un posible regreso de la energética a Cataluña. «Mi padre me dijo que evitara utilizar el siempre o el nunca porque era mucho tiempo o muy poco», ha afirmado Reynés sobre la permanencia de la sede social de la gasista en Madrid. Reynés afronta su primera Junta General de Accionistas, con apenas cinco meses al frente de la compañía y el reto de satisfacer a sus nuevos accionistas. La entrada de Rioja Bidco –compuesto al 75% por el fondo CVC y al 25% por la Corporación Financiera Alba, el holding de la familia March– que adquirió a Repsol el 20% de Gas Natural ha supuesto una revolución en el seno de la gasista. Aunque el primer accionista sigue siendo la Fundación Bancaria La Caixa, a través de Criteria, el 40% de Gas Natural Fenosa está en manos de fondos, que pretenden optimizar las rentabilidades. A tal efecto, Reynés ha anunciado desinversiones de la compañía en África por un importe de 77 millones de euros. Por un lado, la compañía se deshace de su participación del 70 % en la compañía sudafricana Kangra Coal Propietary Limited, por unos 24 millones de euros, y del 100 % que tiene en la keniana Iberafrica Power Limited, por unos 53 millones de euros. «No consideramos estratégico tener una mina de carbón en Suráfica ni una planta de generación eléctrica por fuel en Kenia», ha asegurado Reynés, quien ha avanzado las líneas principales del plan estratégico que presentará mañana en Londres, centrado en el crecimiento orgánico de los negocios propios y de la maximización de los beneficios, imponiendo un mínimo de rentabilidad según el tipo de negocio y el país. Sin embargo, Reynés no ha descartado crecer mediante compras pero «sin emborracharnos».

La compañía, que aprobará durante la junta el cambio de nombre para afrontar la transición de compañía gasista a energética, ha anunciado además un beneficio neto recurrente de 481 millones de euros hasta mayo, un 34% más que en los cinco meses del año precedente. El anuncio, sin esperar al cierre de semestre, es un ejercicio de «transparencia» ante los accionistas.