Empleo
El Gobierno oculta más de 100.000 nuevos fijos discontinuos inactivos que no cuentan como parados
El incremento exponencial de los demandantes de empleo en enero afloraría esa cifra, advierten los empresarios. Hay 805.000 contratos fijos discontinuos registrados
El primer mes de año no ha terminado con buenas ofertas en las rebajas del mercado laboral, sino más bien lo contrario. La cuesta de enero se ha empinado más de la cuenta y ha disparado el número de desempleados registrados en las oficinas del SEPE en 60.404 personas, un 2,23% más respecto al mes anterior, a lo que hay que sumar el desplome de 231.250 afiliados a la Seguridad Social. Esta importante destrucción de empleo ha sido la más elevada para un arranque de año desde 2020 y deja el total de afiliados en 20,6 millones. En cuanto al paro, el incremento de desempleados fue de menor intensidad que en la media de los últimos meses de enero, hasta dejar el total de personas en desempleo en 2,76 millones, la menor para un inicio de año desde 2017 –cuando se incrementó en 57.257 personas– e inferior a la experimentada en igual mes de 2023, cuando el desempleo aumentó en 70.744 personas, pero está por encima de la registrada en 2022 (+17.173 parados).
Aunque enero es un mes en el que siempre aumenta el desempleo por la finalización de los contratos asociados a las fiestas navideñas y la destrucción de empleo tiene un componente cíclico –desde el inicio de la serie histórica comparable en 1997, el paro nunca ha bajado en un mes de enero–, Gobierno y empresarios observan con preocupación –entre los primeros disimulada y en los segundos acrecentada– la ralentización de la economía española en un momento en el que la productividad de las empresas registra caídas significativas y se sitúa en los mismos niveles de 2015. Desde las patronales se advierte de que la creación de empleo que coexiste con descensos de productividad puede «retroalimentar la ralentización económica y anticipar nuevas caídas de productividad en los próximos meses y destruir empleo».
En cuanto al desempleo, tanto desde CEOE como desde Cepyme, critican que el aumento del paro en enero es sólo un dato «parcial que no se puede estudiar» en sí mismo mientras el Ministerio de Trabajo no publique en detalle a los fijos discontinuos y clarifique sus periodos de actividad. «Para conocer la cifra total de parados es necesario ponderar los fijos discontinuos que no están en activo, así como las personas en situación de disponibilidad limitada».
Pues ni el Gobierno ni el Ministerio de Trabajo están dispuestos a hacerlo público. Lo único que sabemos es que el SEPE no tiene en cuenta como parados a las personas que tienen un contrato fijo discontinuo en periodo de inactividad. Los partidos de la oposición, los analistas y economistas, los periodistas y hasta el Banco de España llevan meses reclamando ese dato para saber el dato real de los contratos temporales –que cuando finalizaban su contrato sí computaban como desempleados– se han trasvasado a fijos discontinuos desde la reforma laboral. Ayer mismo, el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, recordó que, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, hay 651.500 fijos discontinuos, lo que equivaldría al 3,6% de la población asalariada. Sin embargo, ayer elevó esa cifra a 805.000, lo que serían 13.000 más que en enero del año pasado, por lo que aseguró que «las cifras se han estabilizado». Nada sobre la cifra de estos contratos que están actualmente inactivos, limitándose a asegurar que «al no computar en los registros de afiliación no tienen datos».
Esta referencia puede arrojar un poco de luz, ya que los nuevos demandantes de empleo en el primer mes de año superaron de largo los 100.000. Fuentes empresariales achacan este incremento exponencial a la entrada en inactividad de trabajadores ligados a contratos fijos discontinuos por el fin de la temporada comercial navideña. «Más del 90% de ellos son fijos discontinuos inactivos en demanda de empleo. Ese el dato que nos oculta el Ministerio y que no quiere sacar a la luz para que no se vea la realidad de los datos verdaderos de paro», alertaron fuentes empresariales.
Otro dato preocupante es el golpe directo al empleo, con la destrucción de esos 231.250 afiliados a la Seguridad Social, con especial incidencia en el sector servicios y en el primario. La caída de más de 16.000 afiliados en el sector agropecuario en el último mes coloca en el mínimo histórico su afiliación, con 1.038.971 cotizantes. Es el menor dato desde 2001, último año registrado en la estadística. Para Cepyme, la causa es clara: «Las empresas del sector no solo soportan alzas continuadas de los costes operativos tras dos años de inflación histórica, sino que el coste de emplear sube acumulativamente aupado por el salario mínimo interprofesional (+52,6% desde 2018) y su efecto de arrastre sobre el resto de las escalas salariales y las bases de cotización, así como por los recargos de cotizaciones». Esta caída de empleo se notó especialmente en los Servicios, con la hostelería y el comercio a la cabeza, sectores donde la ocupación retrocedió en el arranque del año en 46.000 y 45.000 personas, respectivamente
Por regímenes, el General, el más numeroso del sistema, perdió 212.942 afiliados medios en enero (-1,2%), hasta un total de 17,21 millones de ocupados, mientras que el Régimen de Autónomos (RETA) restó 16.949 afiliados a sus filas (-0,5%), lo que situó el total de cotizantes por cuenta propia en 3.327.419. El del Hogar sufrió 1.430 bajas (-0,4%).
En cuanto al paro de enero, en términos globales, se vio impulsada sobre todo por el sector servicios y el desempleo femenino, aunque el ascenso fue generalizado en todos los sectores económicos, salvo en la construcción, donde se redujo en 1.234 personas (-0,6%). El mayor ascenso se lo anotaron los servicios, con 58.721 parados más (+3%), seguido de la agricultura, que sumó 1.256 desempleados (+1,3%); el colectivo sin empleo anterior, donde el paro aumentó en 1.221 personas (+0,5%), y la industria, con 440 desempleados más (+0,2%).
El paro se incrementó en ambos sexos, pero tuvo una incidencia muy superior entre las mujeres: el femenino subió en 41.904 mujeres (+2,6%), frente a un repunte del paro masculino de 18.500 varones (+1,7%), para situar el número total de desempleadas en 1.658.887 mujeres, mientras que el de varones alcanzó los 1.108.983 desempleados.
Tampoco llegaron buenas noticias de las cifras de desempleo entre los jóvenes menores de 25 años, que se elevó un 3,7%, con 7.189 parados más que a cierre de diciembre, mientras que el paro de las personas con 25 años y más se incrementó en 53.215 desempleados (+2,1%). El número total de parados menores de 25 años subió hasta un total de 201.154 desempleados. Los extranjeros también han sufrido el golpe de la cuesta de enero, tras subir en 13.067 desempleados respecto al mes anterior (+3,7%), hasta situarse el total de inmigrantes en desempleo en 368.977.
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