Crisis bancaria
Hacer uso del dinero fácil, pero con responsabilidad
En los últimos años han aparecido nuevas fórmulas de financiación que han supuesto una ventana de oxígeno para muchas familias o pequeños inversores.
En los últimos años han aparecido nuevas fórmulas de financiación que han supuesto una ventana de oxígeno para muchas familias o pequeños inversores. Ante la falta de liquidez de las entidades financieras, que durante los años más duros de la crisis se han negado en rotundo a conceder préstamos o financiar proyectos sin un aval seguro, muchas plataformas han aprovechado el crecimiento de internet para ofrecer sus servicios a través de la red y conceder pequeñas o medianas sumas de dinero en un tiempo casi inmediato y sin la necesidad de cubrir complejos trámites administrativos.
Son los llamados préstamos rápidos o minicréditos, con los que es posible obtener efectivo suficiente para una escapa vacacional o afrontar un gasto imprevisto. Como habitualmente cubren cantidades de dinero que se asemejan a lo que una familia puede invertir en unas buenas vacaciones, es bastante común encontrar en televisión, radio e internet mucha publicidad acerca de este fórmula de financiación.
¿Cuál es el éxito de estos productos?
En el último año se han creado cerca de 50 nuevas entidades prestamistas, y la razón es clara, se multiplican por la todavía negativa respuesta de la banca tradicional a la concesión de créditos. Para el cliente, esa explosión de entidades prestamistas y de crédito es una buena noticia, pues entre ellas han de competir por ofrecer condiciones más ventajosas para los clientes.
En internet existen también sitios web que funcionan a modo de comparativa entre estas diferentes plataformas. Uno de estos sitios es Mil Créditos Rápidos, una web que ofrece las opciones de créditos rápidos y préstamos online de las distintas entidades. En ella podemos ver cómo funcionan cada uno de estos créditos de fácil aprobación, por lo que es una ayuda más para los usuarios que deciden optar por esta forma de financiación.
La fórmula es sencilla. Cuando se realiza la solicitud, la respuesta es casi inmediata, y en circunstancias normales, se puede recibir el dinero incluso en pocos minutos. Muchos de estos préstamos son gratuitos para nuevos clientes y, lo que es más importante, no exigen disponer de una nómina o aval para su aprobación.
En los casos más ventajosos son concedidos hasta a clientes que están inscritos en algún registro de morosos. Para este tipo de necesidades, esta fórmula es prácticamente la única vía de acceso a financiación, pues las entidades crediticias y financieras tradicionales mantienen como política no conceder préstamos a clientes que no muestran un comportamiento financiero impecable.
Herramientas como Mil Créditos Rápidos pueden ayudar a los clientes a seleccionar cuál es la plataforma de préstamos sin intereses más adecuada para sus necesidades. Desde esta web se pueden consultar diferentes plataformas que ofrecen mini créditos grasis sin intereses ni comisiones.
Como vemos, las ventajas de esta fórmula de financiación parecen muy tentadoras a priori, y esa es precisamente el arma que utilizan estas plataformas para mostrarse atractivas ante usuarios que necesitan liquidez de manera urgente, ya sea para cubrir algún gasto imprevisto o para permitirse un capricho.
Sin embargo, estos minicréditos también tienen su cara oculta, y es la del elevado interés que cobran a la hora de la devolución del préstamo, especialmente cuando ya no se trata de un préstamo de bienvenida.
En cualquier caso, muchas de estas plataformas también ofrecen situaciones ventajosas a clientes que siguen confiando en sus servicios y proponen por ejemplo la posiblidad de aumentar el plazo de devolución del crédito o ampliar la cuantía del mismo.
Hacer uso de estas herramientas financieras con moderación
Atendiendo a las ventajas e inconvenientes de esta forma de financiación, los economistas aconsejan hacer uso de estos créditos con moderación y, siempre que sea posible, acudir a ellos solo para cubrir gastos inesperados.
Resulta muy tentador contar con 1.000, 3.000 ó 4.000 euros para unas vacaciones, pero puede suponer un problema si una vez pasado el periodo de asueto, esa cifra se ha multiplicado por casi el doble y hay que hacer frente al gasto de casi dos periodos vacacionales.
Por esta razón, los expertos llaman a hacer un uso responsable del dinero fácil y, sobre todo, entender que las plataformas prestamistas buscan hacer negocio con los clientes, no solucionar una falta de liquidez y ayudar a las familias.
Algunas consideraciones a tener en cuenta antes de optar por esta fórmula de financiación deberían ser las de comprender que solo debe acudirse a ella para una financiación puntual y cuando se tenga la certeza de que se puede devolver el total del préstamo con seguridad.
De lo contrario, el impago puede salir muy caro y vernos en una espiral de deudas de difícil salida. Es también importante conocer los requisitos para ser aceptados como solicitante de estos préstamos y leer con atención todos los términos del contrato, con especial atención a posibles gastos emocionales. No se trata de renunciar a una fórmula más de financiación, sino de comprender que, como todas, los préstamos online y minicréditos tienen sus aspectos positivos y otros que no lo son tanto.
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