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Hacia una economía más limpia

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«No podemos vivir de forma segura en un planeta cuyo clima está fuera de control. Pero eso no significa que para reducir las emisiones debamos sacrificar los medios de vida de los europeos. En los últimos años, hemos demostrado cómo reducir las emisiones, creando al mismo tiempo prosperidad, puestos de trabajo locales de alta calidad y mejorando la calidad de vida de las personas. Inevitablemente, Europa continuará su transformación. Nuestra estrategia muestra ahora que, de aquí a 2050, es realista hacer de Europa un espacio a la vez climáticamente neutro y próspero, sin dejar de lado a ningún europeo ni ninguna región». De esta forma resumía Maroš Šefcovic, comisario de la Unión de la Energía, el camino que deben seguir las políticas comunitarias en materia energética para avanzar hacia una economía limpia, pero también eficiente. Para alcanzar el objetivo, que supondrá la modernización y la transformación la economía, la UE ha confeccionado un calendario con tres horizontes vista: 2020, 2030 y 2050.

Cada estado miembro ha diseñado sus estrategias. España ya ha enviado a Bruselas la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, a la que el Consejo de Ministros dio luz verde el pasado viernes. El texto tiene algunas líneas claras, como la reducción de un tercio de las emisiones contaminantes y el aumento de la eficiencia energética, apostando por un modelo basado en las renovables. Asimismo, el Ejecutivo prevé el cierre de las plantas de carbón y de las centrales nucleares, así como el cambio de movilidad, con la implantación del coche eléctrico, que irán sustituyendo, de forma paulatina, a los de combustión.

El conocido como «Objetivos 20-20-20» ya está a la vuelta de la esquina. Prevé una reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero, un incremento de hasta el 20% en la proporción de energías renovables y un aumento del 20% de la eficiencia energética. El Gobierno estima que, con las renovables adjudicadas en las últimas subastas, nuestro país rozará este 20% que tiene como meta. No obstante, diversos expertos discrepan, ya que no creen que las plantas necesarias para alcanzar esta generación estén operativas en el plazo establecido. «Ahora estamos a 2,7 puntos porcentuales de alcanzar el compromiso, según los últimos datos de Eurostat y, aunque parece difícil, somos optimistas y consideramos que se alcanzaran, pese a que todavía existe falta de planificación de nuevas subasta», aseguran fuentes de Cox Energy. Se trata de una compañía española de energías renovables, solar foltovoltaica, especializada en generación y comercialización de electricidad cien por cien limpia. Precisamente, empresas como esta contribuyen al compromiso de España en materia energética y medioambiental, desarrollando, además, su actividad sin subvenciones. «El hecho de que compañías como nosotros continuemos fortaleciendo nuestra posición y crecimiento sin ayudas es una de las principales aportaciones para que España pueda cumplir con sus compromisos», añaden desde Cox Energy. Y es que, tal y como calculó recientemente la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, será necesaria hasta 2030 una inversión de 200.000 millones de euros, en la que los agentes privados tendrán un papel decisivo, ya que el 40% del total, cerca de 80.000 millones de euros, debe corresponder a nuevos parques de energía eólica y plantas fotovoltaicas.

Revisión más ambiciosa

Para 2030, se persigue un reducción de, al menos, el 40% de las emisiones de gases de efectos invernadero en relación con los niveles de 1990. Asimismo, el pasado mes de noviembre el Parlamanento Europeo aprobó revisar los objetivos para dicha fecha, de manera que elevó del 27% al 32% la cuota de energías limpias, y estableció en el 32,5% la mejora de la eficiencia.

Para contribuir a estos objetivos la Comisión Europea, el Consejo y la Eurocámara acordaron esta misma semana reducir un 30 % las emisiones de CO2 de los camiones en 2030 respecto a los niveles de 2019, al mismo tiempo que fijaron una senda intermedia de reducción del 15% en 2025. Se trata de la primera vez que la UE establece unas metas de disminución de los gases que afectan al cambio climático y producen los vehículos pesados, a los que se atribuye el 22% de las emisiones registradas en las carreteras, si bien sólo representan el 5% del total de los que están en circulación.

Por su parte, Protermosolar insta a seguir incrementando la potencia de la energía termosolar y biomasa para hacer frente al reto renovable. Así, la patronal termosolar, que integra a medio centenar de compañías del sector, ha actualizado su estudio «Transición del Sector Eléctrico: Horizonte 2030», incorporando datos de 2018 a su serie histórica, lo que le permite determinar que España podrá alcanzar la cuota establecida por Bruselas que, en el caso de nuestro país, llega hasta el 35%. En definitiva, la meta de esta hoja de ruta diseñada por las autoridades europeas es conseguir una economía «hipocarbónica». Así, se estaría hablando de una disminución de las emisiones de entre un 80 y un 95% en 2050, lo que se puede considerar como una economía prácticamente descarbonizada.

Energía asequible

El marco establecido favorece el avance de una economía baja en carbono y la creación de un sistema energético que garantice una energía asequible para todos los consumidores, un aumento de la seguridad de los suministros energético, una reducción de la dependecia energética que los países de la UE tiene respecto a los productores de energía, especialmente del petróleo, así como la creación de nuevas oportunidades de crecimiento y empleo. Además, estas iniciativas conlleva una serie de beneficios tanto para la salud y el medio ambiente.

El impulso a las renovables y el fomento del autoconsumo, una reforma de sistema eléctrico y la introducción de contadores inteligentes, así como un cambio en la fiscalidad ambiental y la generalización del transporte limpio son algunas de las medias que, a juicio de los expertos, ayudarían a que nuestro país cumplieses con los objetivos en materia climática y energética.

«Mejorar la transparencia para conseguir puntos de interconexión , estimular el autoconsumo con balance neto, así como aumentar la inversiones en redes e instalaciónes de almacenamientos son algunas de las medidas en las que la Administración debería incidir para lograr cumplir con sus compromisos», concluyen las fuentes de Cox Energy.

El conocido como «Objetivos 20-20-20» ya está a la vuelta de la esquina. Prevé una reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero, un incremento de hasta el 20% en la proporción de energías renovables y un aumento del 20% de la eficiencia energética. El Gobierno estima que, con las renovables adjudicadas en las últimas subastas, nuestro país rozará este 20% que tiene como meta. No obstante, diversos expertos discrepan, ya que no creen que las plantas necesarias para alcanzar esta generación estén operativas en el plazo establecido. «Ahora estamos a 2,7 puntos porcentuales de alcanzar el compromiso, según los últimos datos de Eurostat y, aunque parece difícil, somos optimistas y consideramos que se alcanzaran, pese a que todavía existe falta de planificación de nuevas subasta», aseguran fuentes de Cox Energy. Se trata de una compañía española de energías renovables, solar foltovoltaica, especializada en generación y comercialización de electricidad cien por cien limpia. Precisamente, empresas como esta contribuyen al compromiso de España en materia energética y medioambiental, desarrollando, además, su actividad sin subvenciones. «El hecho de que compañías como nosotros continuemos fortaleciendo nuestra posición y crecimiento sin ayudas es una de las principales aportaciones para que España pueda cumplir con sus compromisos», añaden desde Cox Energy. Y es que, tal y como calculó recientemente la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, será necesaria hasta 2030 una inversión de 200.000 millones de euros, en la que los agentes privados tendrán un papel decisivo, ya que el 40% del total, cerca de 80.000 millones de euros, debe corresponder a nuevos parques de energía eólica y plantas fotovoltaicas.

Revisión más ambiciosa

Para 2030, se persigue un reducción de, al menos, el 40% de las emisiones de gases de efectos invernadero en relación con los niveles de 1990. Asimismo, el pasado mes de noviembre el Parlamanento Europeo aprobó revisar los objetivos para dicha fecha, de manera que elevó del 27% al 32% la cuota de energías limpias, y estableció en el 32,5% la mejora de la eficiencia.

Para contribuir a estos objetivos la Comisión Europea, el Consejo y la Eurocámara acordaron esta misma semana reducir un 30 % las emisiones de CO2 de los camiones en 2030 respecto a los niveles de 2019, al mismo tiempo que fijaron una senda intermedia de reducción del 15% en 2025. Se trata de la primera vez que la UE establece unas metas de disminución de los gases que afectan al cambio climático y producen los vehículos pesados, a los que se atribuye el 22% de las emisiones registradas en las carreteras, si bien sólo representan el 5% del total de los que están en circulación.

Por su parte, Protermosolar insta a seguir incrementando la potencia de la energía termosolar y biomasa para hacer frente al reto renovable. Así, la patronal termosolar, que integra a medio centenar de compañías del sector, ha actualizado su estudio «Transición del Sector Eléctrico: Horizonte 2030», incorporando datos de 2018 a su serie histórica, lo que le permite determinar que España podrá alcanzar la cuota establecida por Bruselas que, en el caso de nuestro país, llega hasta el 35%. En definitiva, la meta de esta hoja de ruta diseñada por las autoridades europeas es conseguir una economía «hipocarbónica». Así, se estaría hablando de una disminución de las emisiones de entre un 80 y un 95% en 2050, lo que se puede considerar como una economía prácticamente descarbonizada.

Energía asequible

El marco establecido favorece el avance de una economía baja en carbono y la creación de un sistema energético que garantice una energía asequible para todos los consumidores, un aumento de la seguridad de los suministros energético, una reducción de la dependecia energética que los países de la UE tiene respecto a los productores de energía, especialmente del petróleo, así como la creación de nuevas oportunidades de crecimiento y empleo. Además, estas iniciativas conlleva una serie de beneficios tanto para la salud y el medio ambiente.

El impulso a las renovables y el fomento del autoconsumo, una reforma de sistema eléctrico y la introducción de contadores inteligentes, así como un cambio en la fiscalidad ambiental y la generalización del transporte limpio son algunas de las medias que, a juicio de los expertos, ayudarían a que nuestro país cumplieses con los objetivos en materia climática y energética.

«Mejorar la transparencia para conseguir puntos de interconexión , estimular el autoconsumo con balance neto, así como aumentar la inversiones en redes e instalaciónes de almacenamientos son algunas de las medidas en las que la Administración debería incidir para lograr cumplir con sus compromisos», concluyen las fuentes de Cox Energy.