Ingeniería
Indra mejora la comunicación de las infraestructuras con el vehículo conectado
Ha validado un prototipo, centrado en sistemas cooperativos, que sienta las bases de los múltiples servicios que facilitará conectar las infraestructuras con coches cada vez más autónomos
Ha validado un prototipo, centrado en sistemas cooperativos, que sienta las bases de los múltiples servicios que facilitará conectar las infraestructuras con coches cada vez más autónomos
El empuje de las tecnologías digitales y de guiado que avanzan hacia el coche autónomo es indudable. Compañías de Silicon Valley como Apple, Google o incluso Tesla, se han sumado a la competencia en este sector, que se prevé que vaya a más en los próximos años, disparando su volumen de negocio.
En Europa, la comisaria de Transportes, Violeta Bulc, ha señalado que quiere «ver esos vehículos conectados a las carreteras europeas en 2019» y la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha apoyado la Declaración de Ámsterdam, el primer texto de la Unión Europea sobre cooperación en conducción automatizada y conectada.
Indra, una de las compañías líderes en el mundo en tecnología avanzada para la gestión y el control del tráfico y el transporte, reivindica su papel en la transformación digital del sector y lidera los avances en la comunicación de las infraestructuras con el vehículo conectado, que hará realidad servicios que hasta hace poco eran ciencia ficción.
Más allá de las mejoras e innovaciones que el sector de la automoción y los nuevos actores están incorporando en los vehículos, es necesario que las propias infraestructuras de transporte estén preparadas para gestionar de forma segura todos los datos generados por esos coches conectados, así como facilitar a dichos automóviles datos del contexto de la carretera y del tráfico. El papel de la infraestructura es fundamental para facilitar los diferentes niveles de automatización, que tienen su máximo exponente en el coche autónomo sin conductor.
Indra ya está investigado en esa línea, en concreto, en los sistemas cooperativos, que con su inteligencia permiten mejorar los servicios a los usuarios desde el punto de vista de la movilidad, la seguridad y la sostenibilidad. Según la ministra española de Fomento, «los sistemas inteligentes de transporte cooperativos aportan beneficios que desde el sector del transporte no podemos permitir no aprovechar».
Primeros pilotos
Con ese objetivo, Indra viene trabajando a través de diferentes proyectos de I+D+i, como OASIS, FOTsis, InterTrust o MIRE3D para tener una solución interoperable con los principales estándares y normativas a escala europea.
Las investigaciones realizadas, junto con la tecnología inteligente de gestión de tráfico de la compañía, implantada en más de 50 países, y con sus capacidades digitales en movilidad, Internet de las Cosas y seguridad de las comunicaciones, han permitido a Indra desarrollar y validar un primer prototipo.
La solución está formada por la unidad a bordo del vehículo, la estación que se sitúa en la carretera y el centro de control. No menos importancia tiene la arquitectura de comunicaciones, que es la que permite enviar de forma segura mensajes directos a los usuarios y facilita al operador una gestión más eficiente de las carreteras, al tener un canal directo de comunicación con los conductores o con los vehículos que dispongan de conectividad.
Los dos servicios en los que Indra ha validado parte de esta solución, desplegados en el proyecto FOTsis, son el envío del límite de velocidad por cada tramo a cada usuario y el envío de rutas que impliquen menores tiempos de viaje y, en definitiva, una mejor gestión de la infraestructura.
En el marco de FOTsis, liderado por OHL y premiado como «proyecto más innovador» por la Smart Transportation Alliance (STA), Indra ha llevado a cabo con éxito un piloto con la colaboración de la Dirección General de Tráfico para probar un servicio dinámico de rutas y una funcionalidad que permite que la señalización mediante paneles variables marque automáticamente, sin la intervención de ningún operador, la velocidad según el estado del tráfico.
Para poder ofrecer este tipo de servicios a los vehículos conectados, la seguridad de las comunicaciones es fundamental. Con el proyecto InterTrust, Indra ha avanzado en el desarrollo de un framework, una infraestructura digital que mejora la seguridad y privacidad, sobre la que se basarían esos servicios cooperativos y el intercambio de datos, con el fin de garantizar la privacidad e inviolabilidad de las comunicaciones.
El reto: las ciudades
En el entorno urbano, en el que la gestión del tráfico es más compleja, será donde el vehículo conectado ofrecerá las mayores posibilidades. Indra está trabajando en el proyecto MIRE3D, que lidera Ferrovial, para adecuar los centros de control y gestión de tráfico urbano a la realidad y los requerimientos de los coches conectados.
Por mencionar sólo algunos ejemplos, la tecnología asociada al vehículo conectado permitiría que los semáforos notificaran a los coches que se van a poner en verde, de forma que todos los vehículos se activaran a la vez, con la consiguiente mejora de la movilidad y reducción de emisiones contaminantes. Incluso se podría regular la velocidad de los vehículos desde la propia infraestructura para que encontraran a su paso todos los semáforos en verde, evitando las paradas y arranques, y reduciendo así el consumo y la contaminación, y mejorando la eficiencia.
Otros ámbitos en los que se está trabajando actualmente son las nuevas tecnologías de captación de información con redes inalámbricas de sensores, visión artificial o incluso nuevos sensores que identifican la huella magnética de los vehículos. El proyecto SmartSIT, liderado por Indra, ha conseguido importantes avances en el desarrollo de estos sensores magnéticos inalámbricos, que podrían utilizarse para agilizar el paso en peajes, facilitar la detección de los ejes de un vehículo, calcular tiempos de recorrido entre dos puntos o, incluso, detectar camicaces.
Otras tecnologías que darán un nuevo impulso al sector del transporte son el análisis y modelado de datos para obtener conocimiento del entorno y mejorar la toma de decisiones mediante el Big Data y el Cloud Computing, la disponibilidad de los datos de la Administración en abierto con el Open Data, las nuevas formas de representación y envío de la información al usuario y, especialmente, la generación de un marco común tecnológico.
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