Industria pone a salvo de compras hostiles a las refinerías

Madrid- Las refinerías y los oleoductos han sido incluidos entre los activos protegidos sobre los que el Gobierno, en este caso el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, tendrá potestad para frenar cualquier operación de compra que considere hostil por parte de empresas no comunitarias que supongan la toma de una participación superior al 20% o que, en su caso, le pudiera otorgar una influencia significativa en el consejo de administración. De esta manera, estos activos se suman a los de distribución y transporte de energía eléctrica y gas, gasoductos, centrales nucleares o térmicas de carbón, plantas de regasificación, almacenes de gas o los propios sistemas de operación eléctrico y gasístico.

La medida está incluida en la disposición adicional novena de la ley por la que se crea la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que supone la integración en una sola institución de los nueve organismos reguladores que tutelaban el funcionamiento de la actividad de otros tantos sectores.

La creación de la CNMC anula automáticamente la función 14 que tenía reservada la Comisión Nacional de Energía (CNE) por la cual podía vetar con carácter previo las operaciones de compraventa que afectasen a empresas pertenecientes a sectores regulados.

La inclusión de estos activos salvaguardará ocho refinerías, 4.000 kilómetros de oleoductos y 38 instalaciones de almacenamiento de petróleo y sus derivados en territorio nacional.

Ocho instalaciones

Las adquisiciones societarias significativas que deberán comunicarse al Ministerio de Industria, Energía y Turismo para la eventual imposición de condiciones afectan a cuatro refinerías de Repsol, instaladas en Puertollano, Cartagena, Tarragona y La Coruña, así como a una de su filial Petronor, la ubicada en Santurce.

También quedan bajo la nueva protección la instalación de BP en Castellón y las dos en poder de Cepsa, que son la de Huelva y la de San Roque. El parque de refinerías se ha visto sometido en los últimos años a un importante esfuerzo inversor, de hasta 6.000 millones, para su mejora y ampliación, especialmente en el caso de Repsol en Cartagena.

El nuevo paraguas de protección creado por el Gobierno afectará a los almacenamientos estratégicos y los cerca de 4.000 kilómetros de oleoductos propiedad de CLH. La red civil de oleoductos es la más extensa de Europa occidental, al tiempo que las instalaciones de almacenamiento tienen una capacidad de 7,8 millones de metros cúbicos.