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Juan Pablo Lázaro: «Equivocarnos en política económica sería peor que en la crisis»

Juan Pablo Lázaro / Presidente de CEIM. Está convencido de que la reforma laboral ha salvado la vida a muchas empresas, pero hay que profundizar en ella.

Juan Pablo Lázaro. Presidente de CEIM
Juan Pablo Lázaro. Presidente de CEIMlarazon

El presidente de CEIM está convencido de que la reforma laboral ha salvado la vida a muchas empresas, pero hay que profundizar en ella.

–¿Es tan buena la situación económica como dice el Gobierno en funciones o tan mala como la pintan desde Bruselas?

–Hace cuatro años no estábamos hablando de si nos iban a rescatar o no, sino de cuándo. La situación ha mejorado y mucho. Lo digo como un empresario más. Fuera me preguntan qué estáis haciendo en España para que las cosas vayan mejor que en otros países.

–¿Qué datos destacaría?

–Para mí hay dos datos a destacar: la balanza comercial y la balanza por cuenta corriente, con un superávit de 20.000 millones.

–Algún problema tendremos.

–Seguimos teniendo tres problemas, las tres «D»: déficit, deuda y desempleo. El desempleo, porque hagamos lo que hagamos, España tiene una tasa de paro que duplica la media europea. Esto se traduce en déficit, porque una parte de los ingresos públicos hay que destinarla a prestaciones. Gastamos más de los que ingresamos y eso se puede mantener durante un tiempo, pero no mucho más. La deuda, no es muy superior a la de Europa, pero ha crecido mucho en los últimos años. En este entorno macro se han tomado medidas económicas acertadas, pero necesitamos generar más empleo y más empresas. Nos sobran cuatro millones de parados y nos faltan medio millón de empresas. Hay que crear el entono favorable para que eso se lleve a cabo.

–¿Se podía haber hecho más?

–Hay mil medidas que se pueden tomar. En el tema de los horarios laborales, de los 240 días que trabajan los españoles de media anual sólo lo hacen todos a la vez 140 días. No se pueden poner fiestas en mitad de la semana. Hay que tener contratos indefinidos pero más flexibles, hay que revisar la ley de huelga... Los empresarios tienen que perder el miedo a contratar y para ello hay que tomar medidas.

–¿Retocar la reforma laboral?

–La reforma laboral yo creo que ha salvado la vida a muchas empresas. Pero creo que hay que profundizar de forma consensuada medidas que se adapten más a los nuevos tiempos, como potenciar el teletrabajo, el contrato a tiempo parcial.

–¿Y hacer algo en impuestos?

–Se ha visto en peluquerías, gimnasios, cómo subiendo los impuestos se ha recaudado menos. Pensamos también que no tienen sentido el Impuesto de Sucesiones y el de Patrimonio. Hay que mantener una línea no sólo de no subir los impuestos sino en la medida de lo posible, bajarlos. Es el mejor incentivo para la economía.

–Las cosas no van por ahí.

–Las subidas reducen la renta disponible, hay menos consumo, menos ahorro y refuerzan la economía sumergida.

–¿No tiene demasiadas trabas la economía?

–Hay un exceso de legislación. Estamos vinculados a cinco administraciones desde la local hasta la europea. Eso resta competitividad. Hay que enseñar a la gente desde pequeñitos a emprender.

–Está mal visto, aún.

–Ni en las escuelas ni en las universidades se promueve el espíritu emprendedor y la gente no baraja esa opción para su futuro.

–Si las cosas se hacen bien ¿qué puede suceder?

–En Madrid hicimos un estudio y si se toman las medidas necesarias se podrían crear 400.000 puestos de trabajo en cuatro años.

–No le preocupa que se acaben los de vientos de cola: BCE, petróleo barato, tipos cero...

–Este modelo europeo de inyecciones masivas de liquidez es insostenible a la larga. Hay que hacer reformas. Europa tiene el 5% de la población mundial y tenemos el 40% del gasto social del mundo.

–Pero, ¿para qué vas a hacer reformas si cuando no se cumplen los objetivos no pasa nada?

–Cada vez hay menos margen para reaccionar. Queda mucho por hacer y cada vez hay menos tiempo. Y para aquellas formaciones políticas que se salen de la ortodoxia hay que decir que cuando la crisis empezó en 2007 las empresas y las familias tenían reservas con las que se ha podido aguantar la crisis. Pero se han agotado y equivocarnos en la política económica sería muchísimo más dañino que durante la crisis. Nos hace falta un Gobierno cuanto antes que cuente con los máximos apoyos posibles.

–Pero, como Fellini, la nave va.

–Va pero... Hay inversiones paralizadas, y el inversor no se para, se marcha. Desbloquear las inversiones que están paralizadas en Madrid, por ejemplo, es fundamental. Muchas empresa latinoamericanas, tras el Brexit, buscan sitio donde reubicarse. Y Madrid puede ser un sitio. Hay que ir a por ellas, porque si no se van a ir París, Fráncfort o Milán.

–¿Y si hubiera que ir a unas terceras elecciones?

–No quiero ni considerarlo. A la sociedad española le costaría mucho entender ese proceso.

–¿Cómo va Madrid?

–Madrid es la que más crece en España y se crea empleo. Y tenemos los impuestos más bajos. Nos preocupa la paralización de proyectos en el ayuntamiento.

–¿Queda mucha inversión por venir?

–Muchísima. España tiene marca y Madrid también. Hay que poner en valor ese potencial.