Jubilación
La Autoridad Fiscal pide «limpiar» la Seguridad Social y jubilaciones a los 67 años
Propone sacar los gastos ajenos al sistema contributivo, que rondan los 11.000 millones, y derivarlos a los Presupuestos del Estado
Propone sacar los gastos ajenos al sistema contributivo, que rondan los 11.000 millones, y derivarlos a los Presupuestos del Estado
El principal organismo fiscalizador de España, la AIReF, considera urgente «limpiar» a la Seguridad Social de los gastos ajenos al sistema para atajar su persistente déficit y el agujero generado por el mismo, que ronda los 50.000 millones de euros pese a haber prácticamente liquidado el Fondo de Reserva, al que le quedan poco más de 5.000 millones. El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, José Luis Escrivá, ha incidido hoy en la necesidad de derivar parte de los gastos no contributivos que asume la Seguridad Social y que computan en su déficit al del Estado. Durante un acto organizado por Servimedia sobre “La sostenibilidad del sistema de pensiones”, Escrivá, ha considerado que el actual déficit de la Seguridad Social proviene de una “situación contable y discutible”.
► Pensiones de jubilación: condenados a trabajar en la vejez
Ha explicado que la mayor parte del déficit público está visualizado en la Seguridad Social, por lo que ha defendido “desviar el centro del problema y llevarlo donde están las palancas de actuación”. El presidente de la AIReF ha calculado que podrían corregirse hasta dos puntos del déficit de la Seguridad Social si los ingresos por cotizaciones sociales solo se utilizaran para abonar prestaciones por contingencias comunes y no para otras políticas sociales, que deberían pagarse con Presupuestos.
Además, ha añadido Escrivá, hay “subsidios cruzados” que también deberían sufragarse vía impuestos, así como unos costes administrativos del propio funcionamiento de la Seguridad Social, por unos 4.000 millones de euros.
Entre 2011 y 2019, los ingresos por cotizaciones sociales apenas han aumentado en 9.600 millones, un 9% más, al pasar de los 105.311 millones recaudados en 2011 a los 114.915 millones previstos para este año. Por el contrario, los gastos en operaciones corrientes se han disparado en ese mismo periodo en casi 30.000 millones (un incremento del 26,21%, al pasar de los 118.159 millones a los 148.123 millones). Los desajustes de caja acumulados año tras año en este periodo muestran que el agujero habría alcanzado los 100.000 millones de no ser cubierto por el Fondo de Reserva (casi 78.000 millones retirados de la hucha de las pensiones desde 2012) y los créditos concedidos.
Los ingresos por cotizaciones no son suficientes por la incorporación como pensionistas de los trabajadores del «baby boom» que se dio en España entre los años 50 y 70 del pasado siglo y del fuerte incremento de la esperanza de vida. Sin embargo, este cargo no representa ni la mitad del déficit de la Seguridad Social. De hecho, son los gastos ajenos al sistema de cotizaciones los responsables de casi el 70% del agujero.
Y es que la Seguridad Social debe abonar 2.354 millones en gastos de personal con cargo al sistema y no a los Presupuestos Generales del Estado.
Asimismo, tiene un gasto previsto de 4.830 millones en complementos a mínimos del Régimen General y otros 2.290 millones en el Régimen de Autónomos, fuera del capítulo estrictamente contributivo, y otros 2.380 millones en pensiones no contributivas, que en realidad se deberían de llamar prestaciones no contributivas, ya que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad, carecen de recursos suficientes aunque no hayan cotizado nunca o no alcancen el mínimo de cotización para alcanzar el derecho al cobro de una pensión contributiva. Un total de 11.854 millones que se abonan con cargo al sistema, aunque, estrictamente, nadie haya cotizado por estos conceptos, que podrían financiarse a través de los PGE, aliviando los crecientes gastos en pensiones.
Por otro lado, el presidente de la AIReF ha propuesto profundizar en la reforma de las pensiones de 2011, llevando la “edad real” de jubilación de los 62 años actuales a los 67 años que establece la Ley, lo que corregiría más de la mitad del “problema de gasto”.
Además, ha creído necesario ampliar a toda la vida laboral el tiempo requerido para el cálculo de la pensión, respecto a los últimos 25 años que estableció la reforma de 2011.
Para Escrivá, “es un problema” que falte un marco a futuro sobre cómo revalorizar las pensiones, ya que el vigente índice de revalorización (del 0,25 %) “es un instrumento diseñado con la mejor de las intenciones pero impracticable”, por lo tanto, “con poco recorrido”.
Para el presidente de la AIReF es necesario abordar la sostenibilidad de las pensiones, tomando decisiones con tiempo y abordando “el problema del déficit público, que no de la Seguridad Social”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar