Salarios
La brecha salarial entre hombres y mujeres: un «robo» del 23 por ciento
En España la brecha es del 11,5 por ciento según la OCDE y del 24 por ciento a tenor de las cifras de UGT.
«No hay un solo país, ni un solo sector en el que las mujeres ganen los mismos salarios que los hombres», una situación que para Naciones Unidas constituye «el mayor robo de la historia».
A nivel global, las mujeres ganan de media un 23 por ciento menos que los hombres, una situación que para Naciones Unidas constituye "el mayor robo de la historia".
El problema, según los datos recopilados por la organización, no distingue de fronteras, sectores, edades ni cualificaciones.
"No hay un solo país, ni un solo sector en el que las mujeres ganen los mismos salarios que los hombres", explica a Efe la asesora de ONU Mujeres Anuradha Seth.
Según esta agencia, la brecha salarial no se puede explicar por una o dos causas, sino por la acumulación de numerosos factores que incluyen la minusvaloración del trabajo de la mujer, sus tareas sin remuneración en el hogar, su menor participación en el mercado laboral, el tipo de puestos que asumen y la discriminación.
Así, las mujeres ganan menos en general porque trabajan menos horas remuneradas, porque lo hacen en sectores peor pagados o porque están menos representadas en los escalafones más altos de las empresas.
Pero también, simplemente, porque de media reciben sueldos inferiores a los de sus compañeros varones por hacer exactamente el mismo trabajo, según los datos que maneja la ONU.
En conjunto, la estimación de la organización es que por cada dólar que gana un hombre, de media una mujer gana 77 centavos.
Las diferencias entre países, sin embargo, son importantes. Entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en la que participan muchas de las economías más avanzadas, hay países con una diferencia menor al 5 por ciento como Costa Rica o Luxemburgo y otros con hasta el 36 por ciento, como Corea del Sur.
Las comparaciones son complicadas, dado que los números bailan en función de la fuente y de la metodología.
En España, por ejemplo, la brecha es del 11,5 por ciento según los datos de 2014 que usa la OCDE y del 24 por ciento a tenor de las cifras de un informe publicado hace un año por el sindicato UGT.
Según los cálculos más recientes de la OCDE, numerosos países ricos tienen una brecha salarial superior, por ejemplo Japón (25,7 por ciento), EE.UU. (18,9), el Reino Unido (17,1) o Alemania (15,7).
La diferencia de salarios entre hombres y mujeres se agrava en general con la edad, especialmente cuando las mujeres tienen hijos.
Las últimas estimaciones apuntan a que con cada nacimiento, la mujer pierde de media un 4 por ciento de su salario con respecto a un hombre, mientras que para el padre los ingresos aumentan alrededor de un 6 por ciento.
Ello demuestra, según explica Seth, que una buena parte del problema es el trabajo familiar no remunerado que las mujeres siguen llevando a cabo de forma desproporcionada.
En África Subsahariana y Asia Meridional, como ejemplo, la brecha salarial de género es de un 31 por ciento y un 35 por ciento, respectivamente, para las mujeres con hijos, en comparación con el 4 por ciento y el 14 por ciento de las mujeres que no los tienen.
Pese a la incorporación de la mujer al mercado laboral durante las últimas décadas, el número de mujeres activas sigue siendo muy inferior al de hombres y, además, en muchos casos la mujer dedica menos horas a su empleo.
Según datos de 2015 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un 76,1 de los hombres en edad de trabajar forman parte de la población activa, mientras que el porcentaje es del 49,6 % en el caso de las mujeres.
De cara al futuro, la ONU advierte de que al ritmo actual se necesitarán más de 70 años para acabar con la brecha salarial por motivo de género, por lo que ve necesarias nuevas medidas específicas para atacar el problema.
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