Hacienda

La deducciones fiscales no están al alcance de todos los españoles

En determinadas autonomías sí que se puede acceder a beneficios por arrendar una vivienda

La deducciones fiscales no están al alcance de todos los españoles
La deducciones fiscales no están al alcance de todos los españoleslarazon

Para acceder a reducciones en el IRPF es necesario realizar aportaciones económicas que la gran mayoría de los contribuyentes no se pueden plantear por sus bajos ingresos.

La declaración de la renta genera inquietud porque para acceder a las deducciones hace falta desembolsar los ahorros. Y precisamente, la crisis que ha atravesado la economía española ha provocado que los contribuyentes pierdan su poder adquisitivo. Según un informe del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, el 86,6% % de los ciudadanos no tiene capacidad de ahorro, ya que su renta ni siquiera supera los 16.000 euros anuales, por lo que dedica todo a los gastos habituales y tiene dificultades para llegar a final de mes.

Esta circunstancia provoca que sólo el 3,5% de los españoles, que ganan más de 60.000 euros al año, pueda aprovechar realmente las deducciones fiscales que ofrece la legislación y que, detallan en Gestha, pueden suponer un ahorro medio de 3.200 euros en el IRPF. El producto que mayores beneficios otorga ya que, directamente, rebaja la base imponible, son los planes de pensiones. Éstos son demandados, sobre todo, por los contribuyentes con mayores rentas. De esta manera, del total de los declaraciones, más de 18 millones, sólo el 14,3% logran deducciones a través de aportaciones a planes de pensiones y otros sistemas de previsión social. El tramo de rendimientos de 12.000 euros a 21.000 es el que más contribuyentes acumula –cerca de 5 millones– y, sin embargo, de ellos sólo el 11,4% invierte en planes de pensiones, indican desde Gestha.

Este bajo porcentaje se debe a los pocos ahorros que generan las rentas incluidas en dicho tramo, por lo que sólo 1 de cada 10 se puede permitir aportar dinero con constancia a un plan de pensiones. No obstante, en el tramo de rendimientos que va desde los 60.000 euros a los 150.000 –con poco más de 600.000 contribuyentes–, el 53% tienen contratado un plan de pensiones.

Desconocimiento

Sin embargo, también hay deducciones para las que no hace falta desembolsar buenas cantidades de dinero, pero los españoles las desconocen porque no se implcan lo suficiente en estudiarlas, admite el secretario general de Gestha, José María Mollinedo: «La mayoría de españoles le dedican poco tiempo a elaborar la declaración de la renta. La experiencia nos dice que escasas personas aprovechan de verdad las ventajas finales, y cuando llegan los meses en los que hay que presentar el borrador, el grueso de contribuyentes ni siquiera lo revisa. Así, históricamente, los primeros días de abril los programas de ayuda de la Agencia Tributaria para hacer la declaración, se han colapsado por la gran afluencia de gente que quiere obtener una devolución lo más inmediata posible de sus retenciones, lo cual va en detrimento de abordar adecuadamente la declaración».

Mollinedo apunta que «bastantes personas que viven de alquiler piensan que ya no pueden deducirse por ello, ya que ha desaparecido esa posibilidad a nivel estatal. No obstante, en determinadas autonomías sí que se puede acceder a beneficios por arrendar una vivienda. Además, muchos españoles que se han separado recientemente no saben que pueden hacer simultánea la deducción autonómica del inmueble en el que han convivido, a pesar de que para uno de ellos haya dejado de ser el habitual».

El desconocimiento de los españoles de sus opciones para deducirse en la declaración de la renta, cuenta Mollinedo, no es sólo culpa de ello. Se trata de una «responsabilidad compartida» entre los propios ciudadanos y la Administración pública. «Por parte de la Agencia Tributaria, cuando envía los borradores no avisa con detalles de tus posibilidades para deducirte. Por eso, desde Gestha hemos planteado mucho que la confirmación de los borradores no sea tan automática o tan fácil, que no se pueda confirmar desde el móvil o el cajero, porque esto perjudica al contribuyente. Desde nuestro punto de vista, deberían pedir a los ciudadanos que contesten a varias preguntas encaminadas a la detección de estas deducciones dependiendo de la comunidad autónoma a la que pertenece», dice Mollinedo.

Autonomías

El sistema autonómico español hace que la Hacienda de cada una de las regiones pueda proporcionar a sus contribuyentes diferentes deducciones fiscales. «Algunas comunidades autónomas establecen deducciones en cuanto a inversiones en la adquisición de acciones y participaciones sociales de nuevas entidades o de reciente creación, o bien para el fomento del autoempleo de jóvenes, normalmente condicionando dicha reducción a la edad, por inversiones realizadas en entidades cotizadas en el mercado alternativo bursátil, etc», asegura la abogada de Legálitas Nuria Díez. Así, como la declaración de la renta es la campaña en la que los gobiernos obtienen buena parte de sus ingresos, los territorios con presiones reducidas al contribuyente recaudan menos dinero con el que, luego, realizar gasto social. Es decir, las ventajas fiscales autonómicas pueden resultar en un arma de doble filo tanto para los gestores como para los ciudadanos.

Mollinedo sostiene que «establecer deducciones fiscales forma parte de las competencias normativas que la Constitución Española permite para el sistema de financiación de cada comunidad autónoma, lo cual queda definitivamente determinado por la ley de cesión de impuestos. Valencia, por ejemplo, tiene un amplio catálogo de deducciones. No obstante, hay que tener en cuenta que cuanto más rebajas existan, menos ingresos se van a reunir y, con ello, menos gastos sociales o de otro tipo podrá abordar la región. Se trata de un equilibrio donde las comunidades deben contemplar la pérdida de ingresos de sus contribuyentes y lo que la hacienda recauda. Si las declaraciones de una región no permiten grandes reducciones, el gobierno territorial tendrá la posibilidad de desarrollar mayores políticas de bienestar».

Reformas

La declaración de la renta de 2017 estará influida por las últimas modificaciones llevadas a cabo en la legislación. En el plano estatal, la Hacienda nacional sale perdiendo en cuanto a la recaudación, y es el ciudadano el beneficiado porque puede acceder a mayores ventajas. José María Mollinedo indica que «las reformas fiscales han beneficiado a los contribuyentes, que han obtenido una rebaja de 9.000 millones de euros. Lo que se decía, respecto al caso de las comunidades, se repite a nivel nacional, cuanto menos ingresa el estado, menos podrá gastar. De este modo, cuando se quiere invertir, es necesario recurrir al endeudamiento, que ahora mismo lo tenemos situado cerca del 99% cuando la finalidad es alcanzar el 60%. Por este motivo, bajar impuestos no parece la mejor decisión».

De hecho, es una medida que no responde a la meta de las reformas, cubrir el objetivo de déficit. La propia Eurostat ha reprochado al Gobierno las modificaciones porque en 2015 el déficit público se desvió un punto hasta el 5,16% del PIB, y en 2016 se logró el objetivo de déficit pero realizando un cierre anticipado del presupuesto, es decir, no gastando». Las reformas, por otra parte, han intentado aproximar las presiones fiscales de los españoles a las del resto de europeos y, a la vez, han hecho que la Hacienda española ingrese 60.000 millones de euros menos. Debido a esta reducción, también se ha reducido considerablemente el gasto público en el país, y el único aspecto básico del estado del bienestar en el que España supera en inversión al resto de países de la UE es el desempleo. Evidentemente, sostiene Mollinedo, la causa es «la alta tasa de desempleo que existe actualmente y que se debe cubrir con prestaciones sociales».

La desaparición de puestos de trabajo y el ascenso del déficit público fueron graves consecuencias de la crisis económica y, para contrarrestarlas, se plantearon las mencionadas reformas fiscales. La última entró en vigor el 1 de enero de 2015, y su efecto se notará del todo en el siguiente IRPF. La declaración de la renta de 2017 se presenta como un año importante para conocer cómo afectarán los cambios a los contribuyentes y cuánto podrán recaudar las arcas del Estado. Mollinedo apunta que «este año se aplica la totalidad de la reforma, así que veremos qué ocurre en la próxima declaración de la renta». Además, se seguirán analizando los efectos de la eliminación del programa PADRE este mismo año, por lo que la declaración de 2016 ya no pudo simularse mediante esta herramienta que llevaba en funcionamiento desde 1988.

Nuria Díez comenta que «con la finalidad de facilitar la confección, modificación y presentación de la declaración de la Renta, la Agencia Tributaria ,ha hecho que desaparezca el programa PADRE, con el que podíamos hacer simulaciones de rentas, haciendo innecesaria su descarga e instalación en el PC del usuario y en su lugar, ha instaurado el Servicio de tramitación del borrador / declaración (Renta Web), accesible desde cualquier navegador, aunque en la práctica entendemos que queda mucho por mejorar». Para empezar, los ingresos de los contribuyentes deben crecer para que puedan acceder a deducciones. Y es que el dinero no da la felicidad, pero ayuda.

Para jubilados

Los mayores de 65 años tienen una ventaja exclusiva que le puede soponer un ahorro fiscal significativo al invertir en uno de los productos estrella del mercado financiero, las rentas vitalicias. Javier Rodríguez, director técnico de Vida de Zurich Seguros en España, asegura que «desde enero de 2015, los mayores de 65 años que transmitan un elemento patrimonial, por ejemplo, la venta de un inmueble, y destinen el importe de lo obtenido en la venta a la contratación de un seguro de renta vitalicia estarán exentos de pagar impuestos por la ganancia patrimonial que se obtenga en dicha transmisión». No obstante, para accerder a deducciones por este tipo de inversión, se deben tener en cuenta ciertos detalles. Rodríguez añade que las reducciones por aportaciones a una renta vitalicia están sujetas «a los plazos y limites que establece la normativa y que estipulan que esta contratación se debe hacer en el plazo máximo de seis meses desde la transmisión y con una limitación para las ventajas fiscales de 240.000€».