La recuperación económica
La incertidumbre política, principal preocupación de la empresa familiar
Más de la mitad de estas compañías ha aumentado su plantilla, según un estudio de KPMG
Las grandes multinacionales no son las únicas preocupadas por el fragmentado mapa político español que dibujan las encuestas de cara a las elecciones generales del próximo mes de diciembre.
Las grandes multinacionales no son las únicas preocupadas por el fragmentado mapa político español que dibujan las encuestas de cara a las elecciones generales del próximo mes de diciembre. Las empresas familiares también consideran que la incertidumbre política y la inseguridad jurídica que de ella se pueda derivar es el principal reto al que se enfrentan. Así lo han afirmado el 45% de las firmas encuestadas por la consultora KPMG para la elaboración de la cuarta edición del Barómetro Europeo de la Empresa Familiar. Sólo una posible disminución de su rentabilidad (44%) quita el sueño a estas firmas casi tanto como la incertidumbre política. Una de las otrora grandes preocupaciones del sector, la falta de financiación, ha pasado de momento a un segundo plano. El 86% de las compañías encuestadas asegura no haber tenido problemas para financiarse, según el sondeo. El incremento del precio de la energía, que hace seis meses era la tercera mayor preocupación de las empresas familiares españolas, baja en esta edición hasta el sexto puesto con un 16%. El aumento de los tipos impositivos también experimenta un marcado descenso en la lista de preocupaciones, desde un 22% hasta un escaso 10%.
A pesar de las preocupaciones, en líneas generales las empresas familiares son mucho más optimistas de cara al futuro de lo que eran hace dos años. Entonces, sólo el 42% creía que sería halagüeño, frente al 79% que lo ve así ahora. A este diagnóstico contribuye la propia marcha de las empresas. El 70% de los encuestados por KPMG manifiesta haber aumentado su facturación, otro 18% asegura que la ha mantenido y sólo un 8% la ha reducido. La tendencia positiva también es patente en la evolución de las plantillas. Según la encuesta, el 54% de las empresas familiares españolas la ha aumentado el último año, frente al 25% que lo hizo en 2013. Sólo un 8% han reducido su número de empleados. Fruto de su buena marcha, las empresas han podido también incrementar su presencia en el exterior. En concreto, lo han hecho un 69% en el último año, aprovechando así las oportunidades que ofrece la economía global.
Aunque las cosas les vayan bien, las empresas familiares creen que les iría mucho mejor si se impulsaran una serie de medidas. Lo prioritario, así lo han señalado en primer lugar el 40% de los encuestados por KPMG, es una reducción de los costes laborales no salariales -contribuciones a la Seguridad Social-. La segunda mayor demanda es una bajada de impuestos -38%- y unos acuerdos laborales más sencillos -30%- la tercera.
El IV Barómetro de Empresa Familiar refleja las respuestas de 184 empresas familiares españolas de todo el territorio nacional recogidas entre mayo y junio de 2015 sobre sus expectativas, retos y preocupaciones a corto, medio y largo plazo.
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