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La OCDE empeora sus previsiones para España

Revisó a la baja en dos décimas el crecimiento para este año, de 2,8 % a 2,6 %, respecto a sus estimaciones del pasado mayo

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría,/Efe
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría,/Efelarazon

La OCDE rebajó hoy las cifras de crecimiento para España que había pronosticado para este año y el siguiente debido a la ralentización global, aunque auguró que la economía española seguirá "fuerte"

La OCDE prevé que el crecimiento económico de España se modere en 2019 y 2020, y ha rebajado las cifras para nuestro país España que había pronosticado para este año y el siguiente. Según el informe de Perspectivas Económicas, la OCDE ha rebajado en dos décimas el crecimiento para 2018, del 2,8% al 2,6%, respecto a las previsiones publicadas el pasado mes de mayo. Además, también ha reducido en dos décimas, del 2,4% al 2,2%, las estimaciones para 2019 y 2020.

Según ha publicado hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, una reducción duradera en la elevada relación deuda pública / PIB requerirá nuevas reducciones en el equilibrio estructural y el Gobierno debería atenerse a los objetivos de consolidación fiscal a medio plazo. También requerirá mantener un fuerte crecimiento económico.

Para impulsar el crecimiento, se necesitarán reformas que aumenten la productividad para aumentar la competencia y la innovación, y para mejorar las habilidades.

La revisión de la OCDE sigue dejando, pese a todo, a España como una de las principales locomotoras de la zona euro, ya que en el conjunto de países de la moneda única el PIB crecerá un 1,9 % este año, un 1,8 % el siguiente y un 1,6 % en 2020, informa Ep.

La buena salud de la demanda interna -favorecida por los bajos tipos de interés y por medidas presupuestarias como el incremento salarial y de las pensiones- será en gran medida la responsable de que España continúe creciendo y creando puestos de trabajo, aunque a un ritmo progresivamente decreciente.

Si el "club de los países ricos"calcula que España cerrará este año con una tasa de desempleo del 15,3 %, esta será del 13,8 % al final del que viene y del 12,5 % en 2020, un nivel todavía alto y que sigue contando con los lastres de una alta temporalidad y el fuerte paro juvenil.

Los autores del informe creen que "la clave"es luchar contra el abuso de contratos temporales, para reducir la dualidad del mercado laboral, y recomiendan otras recetas como aumentar las plazas de educación infantil de 0 a 3 años para promover el acceso de las mujeres al trabajo o mejorar la formación profesional.

La OCDE llama la atención sobre la tasa de ahorro familiar, que se encuentra en mínimos, lo que evidencia el fuerte tirón del consumo interno.

También insta al Gobierno español a adoptar medidas de consolidación fiscal a medio plazo si pretende reducir la deuda y a lanzar reformas para aumentar la productividad si quiere conservar el crecimiento.

Un comportamiento del déficit público peor de lo augurado (será del 2,7 % en 2018 frente al 2,4 % pronosticado hace seis meses) obligaría, a juicio de la OCDE, a mayores esfuerzos para atajar la deuda, que seguirá bajando pero a un ritmo muy lento: del 97,7 % del PIB este año, a 96,5 % el siguiente y a 96 % en 2020.

Para ello, cualquier beneficio inesperado en los ingresos debería ir destinado a paliar esa deuda, recomienda el organismo con sede en París.

De la misma forma, la mejora de la productividad, no a través de una rebaja salarial sino de la mejora en la educación y en el I+D+i, incidiría en una recuperación del poder adquisitivo que no acaba de llegar tras la crisis.

Y la bonanza vivida en los últimos tiempos por el sector exterior también se irá mitigando, algo que podría ir a peor si el comercio global se ralentiza más allá de lo esperado.

Por eso, la organización alerta de que los riesgos para España siguen siendo "considerables", ya que "las turbulencias en los mercados internacionales y la incertidumbre política podrían bajar la confianza del sector privado, obstaculizando la demanda interna".