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Las bolsas europeas frenan las pérdidas tras recibir impulsos de EEUU

La Razón
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Las principales bolsas europeas frenaron hoyla tendencia bajista y redujeron al cierre las pérdidas: el FTSE-100 de Londres perdió un 0,2 %, el CAC 40 de París bajó un 0,5 %, el FTSE MIB de Milán retrocedió un 1,2 %, el Ibex 35 de Madrid se dejó un 1,7 % y el PSI-20 de Lisboa cayó un 3,2 %.

Las principales bolsas europeas frenaron hoy en la sesión de tarde la tendencia bajista y redujeron al cierre las pérdidas.

A media sesión, también Wall Street borraba las fuertes pérdidas del arranque de la jornada y el Dow Jones, su principal indicador, avanzaba un leve 0,07 % animado por unos datos económicos mejores de lo previsto en Estados Unidos.

Al cierre de la jornada en Europa, el FTSE-100 de Londres perdió un 0,2 %, el CAC 40 de París bajó un 0,5 %, el FTSE MIB de Milán retrocedió un 1,2 %, el Ibex 35 de Madrid se dejó un 1,7 % y el PSI-20 de Lisboa cayó un 3,2 %.

El DAX 30 de la bolsa de Fráncfort, incluso, cambió de tendencia y ganó un 0,1 %.

Los impulsos vinieron de EEUU, donde la producción industrial subió un 1 % en septiembre y la cifra semanal de solicitudes de subsidio de desempleo bajó al nivel más bajo en catorce años.

El índice Nikkei de Tokio cedió un 2,2 % hasta su nivel más bajo desde hace cinco meses arrastrado por la devaluación del dólar y las pérdidas en mercados estadounidense y europeos.

La bolsa de Atenas cayó un 2,2 % porque los inversores están preocupados por la posibilidad de que Grecia abandone el plan de rescate.

El Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy reducir los recortes que aplica a los bonos soberanos griegos y a los bonos bancarios garantizados por el Gobierno heleno cuando sean utilizados como garantía para obtener financiación.

De este modo el BCE facilita la concesión de préstamos a los bancos griegos.

Actualmente los recorte que aplica el BCE a los bonos griegos se sitúan entre el 15 y el 72 %, dependiendo de qué tipo de bonos se trate y de los vencimientos.

Los malos datos económicos de Europa y de EEUU de comienzos de la semana han desencadenado pérdidas generalizadas en los mercados de renta variable desde el miércoles.

La inflación interanual en la zona del euro se situó en septiembre en el 0,3 % y en Europa en el 0,4 %, en ambos casos el nivel más bajo desde hace cinco años.

Estas cifras señalan el estancamiento de la demanda y hacen temer una triple recesión en Europa a muchos inversores extranjeros.

No hay una causa única de la caída de las acciones y otros activos de riesgo, sino que un conjunto de factores ha llevado a valorar de nuevo las perspectivas para la coyuntura y los mercados en los próximos trimestres, dijo el analista de la aseguradora alemana Allianz Michael Heise.

El escepticismo respecto a la zona del euro también se refleja en la fuerte subida de las primas de riesgo de la deuda soberana de los países periféricos.

El riesgo país de Grecia ha superado los 814 puntos básicos después de que la rentabilidad de su deuda a diez años cerrara la sesión en el 8,96 %.

La inestabilidad en los mercados a causa de las dudas sobre la situación económica mundial también se ha trasladado a Portugal, donde su deuda soberana ha terminado con una rentabilidad del 3,48 % y su prima de riesgo en 266 puntos básicos.

La prima de riesgo italiana ha sobrepasado en algunos momentos los 200 puntos básicos, el máximo desde febrero pasado, aunque luego ha cerrado la sesión en 176 puntos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 2,58 %.

En España, la prima de riesgo ha llegado a superar los 150 puntos básicos por primera vez desde mediados de agosto. Al cierre, la rentabilidad del bono español se ha situado en el 2,21 % y la prima en 140 puntos.

"Seguimos siendo constructivos sobre la periferia a medio plazo pero a corto plazo la volatilidad va a ser probablemente el nombre del juego", consideran los expertos de UniCredit Research.

Asimismo cae el precio del petróleo y el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se paga algo por debajo de 83 dólares, el precio más bajo desde hace cuatro años.

El temor a una recesión en Europa y una ralentización económica en EEUU, así como la incertidumbre sobre la propagación del virus del Ébola se añaden ahora a las crisis en Ucrania y Oriente Medio.

Los grandes inversores se cubren en estos momentos frente a mayores pérdidas como indican los índices de volatilidad, que han subido a máximos desde 2011.