Las importaciones de arroz sin arancel perjudican a los cultivadores

El 60 por ciento del arroz que entra en la Unión Europea no paga aranceles, lo que perjudica a los productores españoles, según ha denunciado Asaja de Sevilla. El 40% restante paga sólo 30 euros por tonelada, cifra inferior en un 90% a la que estaba vigente hace diez años. Desde esta organización insisten en que, de mantenerse esta situación durante los próximos meses, el cultivo del arroz en los países miembros de la Unión Europea se verá muy amenazado.

Las importaciones proceden sobre todo de Camboya, Myanmar (antigua Birmania), India y también Vietnam, aunque la situación de cada uno de estos países es diferente. En un grupo estarían los que sí son grandes productores y exportadores de verdad; en el otro se encontrarían naciones como Camboya y Birmania, que se benefician de un acceso libre al mercado comunitario en virtud de una iniciativa puesta en marcha hace unos años y denominada «todo menos las armas», y que se han convertido en instrumentos para realizar operaciones triangulares con arroz procedente de otros países.

Diferencia de cifras

La producción española de arroz que se acaba de recoger alcanzará las 900.000 toneladas de acuerdo con los datos facilitados por las cooperativas, lo que supondría un 5,8% más que en la campaña anterior. Mientras tanto, desde el Ministerio de Agricultura apuntan una cifra algo más baja, en torno a las 884.000 toneladas. En cualquier caso, las primeras fuentes alertan sobre la importante caída de la producción dedicada a este cultivo en nuestro país, ya que en tan sólo cinco años se han perdido algo más de 13.000 hectáreas. Este descenso se concentra fundamentalmente en dos comunidades autónomas,Extremadura y Aragón. De la producción total prevista por las cooperativas, 443.000 toneladas corresponden a variedades del tipo índica y 457.000 al arroz japónica.

El precio del arroz sufrió el pasado mes de octubre una caída en los mercados internacionales, de acuerdo con el índice que elabora periódicamente la FAO. Por el contrario, y según esta organización internacional, las cotizaciones mundiales de los principales alimentos subieron casi el 4% en ese periodo; se trata del incremento más significativo desde julio de 2012. Estas subidas se debieron sobre todo a la evolución del azúcar, los aceites vegetales y los productos lácteos; las cotizaciones de los cereales experimentaron subidas más pequeñas, mientras que las de la carne se mantuvieron estables.