Cataluña

Las peticiones de liquidez de la banca española se disparan por la crisis catalana

Algunos analistas interpretan este incremento como el intento de las entidades de hacerse con fondos suficientes para poder atender a las retiradas de depósitos de los clientes ante la falta de seguridad jurídica que tendrían en una supuesta Cataluña independiente.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, hoy en Francfort (Alemania).
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, hoy en Francfort (Alemania).larazon

Los analistas interpretan este incremento como el intento de las entidades de hacerse con fondos para poder atender a las retiradas de depósitos de los clientes ante la falta de seguridad jurídica en una supuesta Cataluña independiente.

La crisis catalana ha afectado a las peticiones de liquidez de la banca española. Los datos, que hoy ha publicado el Banco de España, corresponden a octubre, mes en que se notó de forma más clara la fuga de depósitos y de empresas -que ya supera las 2.000- de Cataluña tras el intento de referéndum del 1 de octubre, alarmadas

ante la falta de seguridad jurídica que tendrían en una supuesta Cataluña independiente.

El mes anterior, en septiembre, las peticiones de liquidez se situaron en 171.677 millones, apenas 155 millones menos que en agosto, cuando se encontraban en 171.832 millones tras registrar un ligero recorte en el mes anterior, lo que acabó con los repuntes que, salvo excepciones puntuales, han sido la tónica general en los últimos años.

La deriva soberanista, que ha desembocado en la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno central y en la convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de diciembre, se ha notado más en la comparación interanual, cuando estas peticiones se elevaron en un 26,13 % o en casi 36.000 millones de euros, desde los 135.375 millones solicitados entonces.

Algunos analistas interpretan este incremento como el intento de las entidades de hacerse con fondos suficientes para poder atender a las retiradas de depósitos de los clientes. Las peticiones de liquidez de la banca española al BCE continúan, de esta forma, muy lejos de su máximo, que se alcanzó en agosto de 2012, con 388.736 millones de euros.

Tras el rescate de Bankia y otras antiguas cajas, las dificultades de la banca para conseguir financiación en el mercado mayorista por la desconfianza que había hacia España y los problemas de los países periféricos del euro se dejaron notar en la dependencia de la banca española frente al organismo. En el conjunto de países de la zona del euro, las peticiones de liquidez se redujeron en octubre a 764.010 millones de euros, un 0,5 % menos que en septiembre y casi un 49 % más que un año antes, cuando se solicitaron 513.571 millones.

Asimismo, las entidades españolas aumentaron de nuevo en octubre sus compras de deuda pública y bonos de bancos, que forman parte del programa de estímulo de la economía europea mediante la compra de activos impulsada por el BCE y que este mes crecieron el 2,3 % y se situaron en 289.217 millones de euros.

Estas compras, que incluyen cédulas hipotecarias y otras titulizaciones, han crecido todos los meses durante este año y desde octubre de 2016 se han elevado en más de 91.000 millones de euros, ya que entonces sumaban 198.044 millones.

En total, los bancos centrales de la zona del euro habían destinado 2,25 billones de euros en octubre a comprar esos activos, frente a los 2,19 billones del mes anterior, y muy por encima de los 1,47 billones del mismo mes de 2016.

El programa de estímulos del BCE data de marzo de 2015 y consiste en que la entidad, a través de los distintos bancos centrales del área del euro, compra cada mes 60.000 millones de euros en deuda pública y de entidades financieras de la eurozona, así como bonos de empresas que no tengan la calificación de "bono basura".

El pasado 26 de octubre, la entidad decidió reducir a la mitad estas compras de deuda en la zona del euro, sobre todo bonos soberanos, y ampliarlas hasta septiembre de 2018, o más allá.

El presidente de la entidad supervisora del euro, Mario Draghi, garantizó ese día que el precio del dinero seguirá muy barato durante un "período de tiempo prolongado", pues es algo necesario para apoyar la economía de la eurozona y la evolución de la inflación a medio plazo. EFECOM