Ciencia y Tecnología
Leif Ferreira: «El bitcoin es el nuevo oro 2.0»
Dejó el instituto en segundo de Bachillerato y se dedicó al sotfware. Creando aplicaciones informáticas y siempre como autodidacta. «Jamás he pisado una universidad». Y es que toda la información, dice, «está en internet». Le gusta saber lo que ocurre, «pero la tecnología me absorbe. Tiene 31 años.
–¿Qué es el bitcoin?
–El hecho de que sea digital lo abstrae bastante. Es como cualquier otra divisa de curso legal, solo que tiene una serie de matices que la caracterizan y la hacen muy diferente. No está sujeta a ningún Gobierno ni a ningún banco del mundo. Otra característica es que está limitada. Sólo existen 21 millones de bitcoins, jamás va a haber más.
–¿Por qué?
–Bitcoin es en realidad un programa informático. Una base de datos, que no está en un solo ordenador sino en miles de todo el mundo a través de la tecnología P2P. Es la base de datos más segura del mundo. Es la sala de computación más potente que existe en el planeta, más que Google.
– ¿Por qué 21 millones?
– Satoshi Nakamoto es el creador de bitcoin, pero nadie le conoce. Esa es la parte misteriosa del bitcoin, todo lo otro está basado en matemáticas avanzadas. Nakamoto dijo 21 millones porque consideró que era la cantidad exacta que se podían necesitar. El bitcoin puede dividirse en 100 millones de céntimos o «satoshis» en honor de Nakamoto.
–¿Cuándo se diseña?
–Lo diseña en 2008 en un papel. Entre 2009 y 2010 nadie le hace caso al código. La gente no le da valor. Pero, un día, una persona dijo ¿alguien me podría comprar dos pizzas para comer y enviármelas a casa. Cuestan 24 dólares, tengo hambre y no tengo dinero; le doy 10.000. Pensaba que nadie estaría dispuesto a cambiar bienes o servicios de la vida real por bitcoins. Ahí saltó la chispa.
–¿Empezó a funcionar como un billete, como una divisa más?
–Pero a diferencia de los billetes, el bitcoin no se puede falsificar.
–¿Por qué?
–Porque las matemáticas sobre las que está basado evitan que haya una réplica exacta de un bitcoin y pueda ser utilizado dos veces. Tú, en realidad, no tienes bitcoin. Tienes un libro contable que registra los cambios, las transacciones, pero utilizando criptografía (tecnología de cadena de bloques, «blockchains»), que evita que en ese libro de contabilidad algo se pueda modificar.
–¿Se puede pasar de valer 1.000 dólares a 19.000 en un año?
–Porque está limitado y eso ni el oro lo puede garantizar. Se puede saber cuánto oro hay hoy en el planeta, pero no garantizar que pueda aparecer otra mina de oro nueva en cualquier rincón del mundo. Esa capacidad de utilizar el oro como reserva de valor puede pasar al bitcoin. Es seguro, se puede almacenar sin tener grandes bóvedas, se puede enviar en porciones (satoshis). Mucha gente que utiliza el bitcoin ni siquiera sabe cómo funciona. Nadie sabe tampoco cómo funciona el protocolo de un correo electrónico, pero lo usa todos los días. Estoy convencido de que el bitcoin lo va a usar todo el mundo en 10 años.
–¿Qué ventajas tiene el hecho de estar limitado?
–La gente lo utiliza como reserva de valor. En vez de comprar oro compra bitcoins. El numero está limitado por las matemáticas.
–¿A quién se reclama cuando hay un problema?
–¿A quién se reclama cuando un país hace un corralito? La confianza en el bitcoin está sustentada por millones de personas. Se calcula que dos millones de personas están entrando nuevas en bitcoin cada mes.
–¿Por qué una persona debe comprar bitcoins?
–No se trata de olvidar ninguna divisa. Hay escenarios donde utilizar bitcoins es más cómodo.
–¿Por ejemplo?
–Mandar dinero a un país centroafricano. Por el método tradicional, alrededor de un 20% se va en comisiones.
–¿Cómo se compran bitcoins?
–A través de una plataforma como BI2Me. En 2014, cambiamos alrededor de 10.000 euros; ahora cambiamos 20 millones de euros. Tenemos 40.000 usuarios. Nosotros no emitimos los bitcoins. Somos una empresa que compra el nuevo oro 2.0 si así queremos denominar al bitcoin. No hacemos depósitos de bitcoin. No somos un banco central; somos una casa de cambios. Los bitcoins que nosotros tenemos es porque otras personas nos lo han querido vender. Sólo los almacenamos.
–¿Sigo sin entender la utilidad de la criptomoneda?
–Hay 21 millones y tiene una utilidad práctica que ahora es limitada . Al comercio le ofrece la seguridad de que no te pueden colar bitcoin falsos. Hay que comprarlos a otra persona que quiere venderlos y que decide en qué momento lo hace y a qué precio.
–¿No es posible una estafa ?
–Es complicado técnicamente explicarlo. Los «mineros», empresas, observan las transacciones en tiempo real para encontrar un número que concuerde con todas. Cuando lo encuentran, el sistema está programado para recompensarlo con 12,5 bitcoins. Cada diez minutos el proceso de repite, el reto. Existirán 21 millones de bitcoin, pero ahora hay 16,5 millones de euros circulando. Tres de cada cuatro bitcoins posibles están ya circulando.
–¿Dondé cotiza?
–No hay una plataforma oficial. Cualquier persona puede cambiar. En Europa hay diversas casas de cambio.
–¿No hay ningún mercado regulado entonces?
–Está regulado por el propio código puente de bitcoin.
–¿Por qué esa fiebre del bitcoin?
–Por estar limitado. Es una reserva de valor. Es el oro mejorado. Se almacena de forma muy cómoda. En bitcoin tu eres tu propio banco, pero te tienes que encargar de tu propia seguridad en tu móvil, en tu ordenador.
–¿Es un valor de inversión?
Puede serlo. La gente ve que va a crecer.
–¿Quién lo usa en España?
–Yo creo que en España lo pueden estar utilizando alrededor de dos millones de personas.
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