Un registro controlará los viajes de Uber y Cabify

Fomento prohíbe la venta de licencias VTC durante dos años desde su concesión

Poco a poco, el taxi sigue ganando batallas en la guerra abierta que ha declarado a los vehículos de alquiler con conductor (VTC), el servicio que ofrecen aplicaciones como Uber y Cabify. Tras las protestas del sector de la pasada primavera y principios de verano, el Ministerio de Fomento va a tramitar un nuevo decreto ley por la vía de urgencia para controlar más la actividad de los VTC.

Entre el paquete de medidas que adoptará destaca la creación de registros electrónicos públicos en los que deberán registrarse de forma previa los servicios de estos vehículos. La medida pretende impedir que los VTC recojan viajeros en la vía pública o cuando están estacionados en sitios de concentración o generación de demandas, como aeropuertos o estaciones ferroviarias. Esta práctica ha sido sistemáticamente denunciada por los taxistas por ser, presuntamente, una de las ilegalidades más cometidas por los conductores de VTC. El registro también permitirá, según Fomento, «un control mucho más eficaz del cumplimiento de la norma de habitualidad». Este precepto permite a los VTC realizar trimestralmente hasta un máximo de un 20% de sus servicios fuera de la comunidad autónoma en la que se les otorgó la licencia de funcionamiento.

Otro de los aspectos que tratará de atajar el decreto es el de la especulación de las licencias VTC. Fomento, como ya se había comentado en las últimas semanas, prohibirá la venta de estos permisos durante un periodo de dos años desde su concesión para evitar que se cree una burbuja con el aluvión de nuevas licencias que vienen. Entre los años 2009 y 2013 no existía la limitación actual que obliga a que por cada licencia VTC sea necesaria la existencia de 30 de taxi. Sin embargo, muchas comunidades autónomas denegaron la concesión de miles de peticiones de permisos de vehículos de alquiler con conductor. Ahora, los tribunales están dando la razón a aquellos que les reclamaron por esta vía estas licencias, lo que provocará que, en los próximos meses, lleguen al mercado miles de nuevas licencias VTC. Algunos ayuntamientos, como el de Madrid, creen que su cifra alcanzará las 10.000. El sector del taxi teme que la compraventa masiva de licencias VTC vaya en detrimento de su propio mercado. Aunque al alza, el precio de las autorizaciones de vehículo con conductor sigue alejado del que se paga por las licencias de taxi, que para muchos constituyen su plan de jubilación. Mientras que un licencia VTC puede costar entre 40.000 y 60.000, la de taxi en una gran ciudad puede alcanzar los 140.000 euros.

La tercera gran novedad que introduce el decreto es que los vehículos VTC llevarán matrículas diferenciadas con las que se intentará frenar el intrusismo y la piratería en el sector.

La normativa también reforzará el cumplimiento de los actuales requisitos de las autorizaciones de VTC. El objetivo es impedir que pueda interpretarse que no sea necesario su cumplimiento en casos en los que el derecho a obtener una de dichas licencias se haya adquirido mediante sentencia judicial y no tras la tramitación del correspondiente procedimiento administrativo.

Críticas de los VTC

Unauto, la patronal del sector VTC, arremetió con dureza contra el decreto. La organización criticó al Ministerio de Fomento por «protejer el monopolio de los taxis» y consideró que «se perpetúa la anomalía de que un sector dictamine las normas de un competidor» con el único objetivo de «dificultar su operativa y, eventualmente, abocarlo a su desaparición». El presidente de Unauto, Eduardo Martín, advirtió de que, de ser aprobada la batería de propuestas, la operativa de las VTC se verá «gravemente restringida».