Caso Bankia
Los peritos de Bankia reconocen que las cuentas de Goirigolzarri fueron correctas
Los peritos del Banco de España que pusieron de manifiesto las irregularidades en la fusión y salida a Bolsa de Bankia admiteron ayer que las cuentas de 2011, que fueron aprobadas por el equipo de Rodrigo Rato en marzo de 2012 con «errores contables», fueron reformuladas correctamente en mayo por el actual equipo, presidido por José Ignacio Goirigolzarri.
Aunque los expertos, Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogueras, remarcaron en los informes remitidos al juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que la reformulación de las cuentas de mayo supuso el «reconocimiento» de las equivocaciones del equipo de Rato y no «un cambio de estimaciones» en los balances, ayer reconocieron que la estimación sobre las viabilidad de la entidad por el actual gestor fue apropiada, según indicaron fuentes presentes en el interrogatorio que realizó ayer el FROB a ambos expertos.
Asimismo, aseguraron que pudieron cometer un error al cifrar en algo más de cuatro millones lo cobrado indebidamente por algunos ex consejeros de Bankia por no contar con los datos suficientes de los cargos que ocupaban en cada momento.
En sus informes, los peritos detectaron irregularidades en el cobro de dietas por parte de tres consejeros –Rodrigo Rato, José Manuel Fernández Norniella y José Luis Olivas–, que ya recibían un sueldo, lo que pudo suponer recibir de forma indebida 1,478 millones; mientras que otros con dietas fueron compensados por asistir a otros consejos y tuvieron aportaciones a pensiones, lo que se traduciría en 2,848 millones más de lo que les correspondería. Durante más de cinco horas de comparecencia, los expertos explicaron que no contaban con el desglose mensual, por lo que pudieron equivocarse al realizar sus cálculos y haber introducido conceptos por duplicado.
Las contradicciones también afloraron en el transcurso de la declaración de los peritos sobre la supuesta falta de información que recibieron por parte de Bankia para elaborar sus informes. En la primera parte de su intervención, se quejaron de que el actual equipo gestor no facilitó todos los datos sobre por qué la entidad pasó a catalogar de «normales» a «subestándar» (al corriente de pago, pero con posibilidad de pasar a dudosos) 13.244 millones de euros en créditos en vez de considerarlos directamente «dudosos». Sin embargo, finalmente reconocieron que sí recibieron la información necesaria teniendo en cuenta que la propia normativa determina que si no se cumplen los criterios para clasificar individualmente esos créditos como «dudosos» se consideran como una cartera única.
El FROB quiere desmontar las conclusiones de los expertos para evitar la responsabilidad del Estado, que obligaría a éste a abonar hasta 3.000 millones a los afectados por la salida a Bolsa de Bankia si se determina que fue fraudulenta.
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