Salarios
Los sindicatos calentarán la calle para lograr una subida salarial del 3%
CC OO y UGT renuncian a las horquillas de alza de los sueldos que presentaron a la patronal el año pasado y piden que la nómina más baja en los convenios sea de 1.000 euros.
CC OO y UGT renuncian a las horquillas de alza de los sueldos que presentaron a la patronal el año pasado y piden que la nómina más baja en los convenios sea de 1.000 euros.
Cambio de estrategia en la negociación salarial de este año. Los sindicatos de clase CC OO y UGT han cerrado posturas y se olvidan por completo de presentar horquillas de subidas salariales sobre las que negociar con la patronal en función de que los representantes de los empresarios ofrezcan otras contraprestaciones a cambio de aceptar el rango bajo de la subida salarial. Este año habrá menos cartas sobre la mesa sobre las que negociar, lo que dificultará, previsiblemente, el diálogo. Las centrales han optado por pedir que el sueldo más bajo en convenio se sitúe en 1.000 euros y un incremento medio del entorno del 3 %.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, presentó ayer los objetivos del sindicato para 2018 y explicó que, junto con CC OO, presentará a la patronal esta propuesta en la próxima reunión del 11 de enero. Aunque Álvarez no quiso concretar cuál será la subida que plantearán a la patronal, fuentes de UGT indicaron a Efe que rondará el 3% y que partirá de la previsión de inflación para este año (1,5%) a la que añadirán componentes que permitan recuperar el poder adquisitivo perdido y mejorar el reparto de la riqueza de las empresas.
Además, pedirán elevar a 1.000 euros el sueldo mínimo, algo que no busca «que todos los salarios suban un mínimo, sino que los más bajos suban hasta un mínimo», un planteamiento al que «le asiste la razón» y que «económicamente es poco discutible» porque además favorece la marcha de la economía española.
A juicio de Álvarez, que los salarios mínimos de los trabajadores bajo convenio alcancen los 1.000 euros brutos en 14 pagas «no cuestiona la viabilidad de ninguna empresa y, si lo hace, qué le vamos a hacer, porque un salario de 730 euros cuestiona la viabilidad de muchas familias».
Además, indicó que el principal sector afectado es el de los servicios, sobre todo la hostelería, que «ha aplicado incrementos de precios de los últimos años mientras ha bajado salarios con la entrada de empresas de servicios integrales».
Sin embargo, Álvarez advirtió de que la negociación será difícil, es más, considera que «sin movilizaciones va a ser una tarea casi imposible». Además de salarios, en este acuerdo los sindicatos plantearán asuntos como la prevención de riesgos laborales o la igualdad salarial entre hombres y mujeres, un ámbito en el que advierte a la patronal de que, de no lograr un acuerdo, tratará de abordarlo por la vía legislativa.
En este sentido, el secretario general de UGT se mostró a favor de implantar en España la obligatoriedad a las empresas de publicar los salarios de sus trabajadores bajo amenaza de sanción, siguiendo el modelo islandés. «Sería bueno que la patronal no esté arrastrando los pies hasta que haya una ley que le obligue», subrayó Álvarez.
Álvarez remarcó que es necesario que el país cuente con unos Presupuestos Generales del Estado actualizados y al día, por lo que confió en que comience pronto el debate para introducir elementos de reparto de la riqueza, de calidad de los servicios públicos y de aumento de las pensiones. Álvarez añadió que los presupuestos deberían abordar también un cambio de modelo productivo.
Como último aspecto, UGT planteará al Gobierno que la pensión mínima contributiva se sitúe en los 1.000 euros.
El 64% confía en mantener el empleo
El 64% de los trabajadores en España, 11,4 millones, confía en continuar en su puesto de trabajo durante los próximos seis meses, lo que supone 10 puntos porcentuales menos que la media europea, según un estudio de Randstad. Según el estudio «Ranstad Workmonitor» correspondiente al cuarto trimestre de 2017, ese 64% supone un punto porcentual más que en el trimestre anterior y tres menos que en el mismo trimestre de 2016. Por edades, los mayores de 45 años, con un 71%, son quienes más confían en conservar su empleo, mientras que el índice de confianza entre los menores de 25 años y los trabajadores de entre 25 y 45 años es de un 59%. En comparación con los datos de hace un año, los menores de 25 años son los únicos cuya confianza ha aumentado.
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