Fraude fiscal

Macrorredada por fraude fiscal en las discotecas

La Agencia Tributaria moviliza a 500 inspectores en 87 locales de la noche al detectar doble contabilidad masiva en las 110 sociedades propietarias. Hacienda halla cinco millones en efectivo.

Los funcionarios de la Agencia Tributaria comenzaron las inspecciones desde primera hora de la mañana, coincidiendo con el cierre de algunos locales, para revisar las cajas de los mismos tras completarse la recaudación de la noche
Los funcionarios de la Agencia Tributaria comenzaron las inspecciones desde primera hora de la mañana, coincidiendo con el cierre de algunos locales, para revisar las cajas de los mismos tras completarse la recaudación de la nochelarazon

La Agencia Tributaria moviliza a 500 inspectores en 87 locales de la noche al detectar doble contabilidad masiva en las 110 sociedades propietarias. Hacienda halla cinco millones en efectivo.

El negocio de la noche está en el punto de mira de Hacienda. La Agencia Tributaria (AEAT) lanzó ayer la mayor operación contra la economía sumergida de la historia al movilizar a 500 funcionarios en once regiones (386 funcionarios de la Inspección de la AEAT, incluyendo las Unidades de Auditoría Informática y 135 funcionarios de Vigilancia Aduanera). Al menos 87 discotecas y locales de la noche que mueven centenares de millones anuales fueron registradas desde primera hora de la mañana, al cierre de los locales, al detectarse doble contabilidad en las 110 sociedades que las gestionan y que representan más del 20% de la facturación del sector del ocio nocturno. Los inspectores detectaron cinco millones de euros en efectivo a la conclusión de los registros a media tarde de ayer, que incluyeron las sociedades matrices de los locales, aunque no se practicaron detenciones al tratarse, por ahora, de una operación administrativa. Sin embargo, se abrió inspección sobre 14 personas físicas vinculadas con estas empresas.

Fuentes de la investigación indicaron a Efe que se han encontrado signos evidentes de que se ocultaba dinero al fisco, ya que una cosa es el efectivo de la recaudación diaria que pueda haber en la caja y otra es contar con cantidades significativas de dinero perfectamente preparado y empaquetado para realizar pagos en «B». En varias discotecas, se han hallaron sobres ordenados de dinero negro para pagar a la plantilla, así como justificantes de haber recibido esos pagos firmados por los empleados. En una de las empresas, según las mismas fuentes, se encontró un millón de euros en efectivo, cuando en todo un año de actividad dicha sociedad ingresa menos de esa cantidad.

Los funcionarios de la AEAT se hicieron con copias de la contabilidad B de muchas discotecas, en las que se recurría a prácticas fraudulentas como la utilización de software de ocultación y supresión de ventas, así como el intercambio entre locales de un mismo propietario de los terminales para el cobro con tarjeta (TPV).

La macrooperación, denominada «Chopin» por los «Nocturnos» del compositor polaco, se llevaba gestando desde principios de año, cuando Hacienda detectó un volumen de operaciones con tarjeta «anormalmente alto», ya que el pago en efectivo es la modalidad habitual en este tipo de locales y llega a suponer el 76% de la facturación.

La AEAT corroboró después que las empresas afectadas estaban declarando un volumen de cobros con tarjeta de crédito que duplicaba los movimientos de efectivo en cuentas bancarias conocidos por la agencia, lo que hizo saltar las alarmas sobre la posible existencia de «un gran circuito paralelo de efectivo» que se estaba ocultando al fisco.

Conforme fue avanzando la investigación se observó que había diferencias sustanciales entre la actividad declarada y la que reflejaba el análisis pormenorizado del aforo habitual de los locales en relación con el precio de las entradas y de las consumiciones.

La vigilancia de los locales permitió detectar que la práctica fraudulenta más común pasaba por la venta previa de tiques para consumiciones que posteriormente se eliminaban en la barra al ser servidas, con lo que no se contabilizaba la consumición, aprovechándose de que en el sector del ocio los destinatarios del servicio son siempre consumidores finales.

Asimismo, en los registros se detectaron programas informáticos contables de doble uso, que permiten ocultar parte de los ingresos percibidos y llevar una contabilidad «paralela», así como grandes cantidades de dinero negro.

La operación coincide con la temporada alta de las discotecas en las principales zonas costeras y afectó principalmente, al margen de las inspecciones realizadas en las sociedades, a locales de la Comunidad Valenciana (20), Galicia y Cataluña (ambas con 16). También se efectuaron registros en discotecas y bares de Andalucía (10), Madrid (7), Aragón, Baleares y Canarias (4 cada una), Castilla y León (3), Extremadura (2) y Asturias (1).

Entre los pocos nombres que han trascendido están las discotecas ibicencas Space y Privilege, la barcelonesa Opium y la madrileña Joy Eslava.

Hacienda desplazó a 100 funcionarios en tres embarcaciones de 30 metros de eslora a Ibiza, la Arao procedente de Alicante, la Albatros de Valencia y la Paiño de Palma de Mallorca, en la que además viajaban 12 agentes del Grupo de intervención de la Policía Nacional.

Según Hacienda, con esta operación se pretende no sólo regularizar el fraude fiscal que finalmente se aflore, sino también transmitir a los sectores involucrados en estas prácticas un mensaje disuasorio para que «las reconduzcan hacia el correcto pago de sus obligaciones tributarias».

La macrooperación se suma a otras investigaciones similares llevadas a cabo por el organismo, como la realizada en junio del pasado año, en la que más de 250 funcionarios se personaron en 60 locales pertenecientes a 45 empresas de desguace y achatarramiento de vehículos de siete comunidades autónomas por realizar también ventas en negro ocultas al fisco.