Berlín
Mark Blyth: «La recesión ya es demasiado larga»
Blyth defiende que las políticas de austeridad no funcionan en el mundo real
Mark Blyth es profesor de economía escocés de la Universidad de Brown (Estados Unidos). En su libro «Austeridad, historia de una idea peligrosa» (Crítica), ilustra en un lenguaje alejado de los tecnicismos cómo la reducción del gasto público puede conducir a acentuar la depresión y una mayor deuda pública. Blyth nos da las claves de su pensamiento, muy alejado de las políticas de austeridad que los países del euro han aplicado sin cortapisas desde el inicio de la crisis económica en 2008.
–¿Por qué la austeridad no va ligada a la mejora económica?
–Porque es la cura equivocada para el problema equivocado. Lo que aflige a Europa es una crisis bancaria a cámara lenta. Los bancos europeos tienen un promedio de apalancamiento de 40 a 1, lo que significa que la disminución de la rentabilidad de sus activos en unos pocos puntos porcentuales podía sumirles en la insolvencia. Así, la crisis financiera desde América llegó a Europa. La respuesta ha sido el rescate de los sistemas bancarios.
–¿Cómo se han desarrollado estas políticas de austeridad en el caso concreto de España?
En España, vemos que la deuda baja de 2001 a 2007 y luego sube rápidamente después de la crisis, cuando los activos del banco son garantizados por el Estado. Pero España no tiene su propia moneda. Está transformando la deuda privada en deuda pública, porque no tiene ninguna manera deshacerse de ella. Puedes recortar el presupuesto todo lo que tu quieras pero no puedes solucionar que los activos bancarios apesten. Entonces tenemos dos problemas diferentes. La idea de que si recortamos el gasto público seremos capaces de controlar el tamaño de la deuda tiene un sentido lógico pero si lo hacen todos los países que tienen la misma moneda al mismo tiempo, si no lo único que haces es encoger la economía. Así que más recortamos y más grande es la deuda, lo opuesto a lo que buscamos.
–¿Cuál es la solución para que España vuelva a crecer?
–Lo primero es dejar de recortar; número dos, reconocer que una gran proporción de nuestro sistema bancario está podrido hasta la médula. Encontrar todos los activos tóxicos, dárselos al Banco Central Europeo como hizo la Reserva Federal (FED) en América e intercambiarlos por metálico, reducir el apalancamiento y recapitalizar los bancos, cerrar los que son insolventes. Tercero, también necesitas una unión bancaria para una Europa en condiciones, algo a lo que Alemania se niega. Si haces estas tres cosas, Europa va a empezar a crecer.
–¿Y por qué no lo hacemos?
–Hay que mirarlo de esta manera, si yo soy la economía más grande de Europa, Alemania, y valgo casi cuatro billones de euros, el problema es del mismo tamaño que mi economía, así que me voy a poner muy nervioso a la hora de asumir todo esto. Los ciudadanos alemanes quieren una unión bancaria que lidie con la próxima crisis no con ésta, así que estamos atascados. El Banco Central Europeo no puede hacerlo solo, no tiene la autoridad para meter mano en la banca española.
–¿Estaría España en la misma situación de haber mantenido la peseta?
–Hubiera tenido una crisis pero con una situación similar a la de Gran Bretaña. La economía tiene cuatro maneras de absorber los «shocks». Si tienes tu propia moneda tienes dos cojines extras: puedes devaluar tu moneda o puedes imprimir más dinero y tener inflación. Cuando estás en una Unión Monetaria no puedes hacerlo. Tienes dos otras oportunidades, puedes hacer devaluación interna, austeridad, o puedes incumplir. Si tienes tu propia moneda, puedes imprimir dinero pero si no puedes hacerlo tienes un problema.
–¿Por qué se han llevado a cabo tantas medidas de austeridad en Europa si no han funcionado?
–Porque nadie quiere decir la verdad. Esta verdad es que si tú paseas por ciudades como Madrid o Berlín, la gente del estado de bienestar no tiene crisis, no hay austeridad, está pasándole a otros. Nosotros recibimos los beneficios y otros sufren los costes políticos. Tenemos una seguridad social gratuita, así que para nosotros todo está bien. La alternativa es que tendríamos que pagar nuestro seguro y si lo hiciéramos votaríamos al otro partido político.
–¿Dónde está el límite de esta crisis?
–Cuando miras gráficos de la recesión ves una línea base, una caída y una subida. Lo más importante de esas gráficas es la profundidad de la caída y el tiempo que tarda en recuperarse. Europa está de camino a una de las mayores recesiones de la historia de la humanidad. España ha tenido cinco años de crisis y ahora, si tiene suerte, va a tener otros cinco años. Pero si el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, está en lo cierto serán diez años más. ¿Cuánto puede continuar esta situación? No tengo ni idea, pero ya es más larga de lo que debería.
–¿A quién le regalaría su libro: Mario Draghi (Banco Central Europeo), Olli Rehn (Comisión Europea) o Christine Lagarde (Fondo Monetario Internaiconal) ?
Mario Draghi ya sabe todo lo que hay en este libro y por esto está hacie do todo lo que hace. Lagarde, probablemente ya lo sabe y por eso el FMI está tratando de no molestar mucho a los alemanes. En la Comisión son inmunes a la información, así que no tendría mucho sentido regalárselo, y a Rehn seguramente no le gustaría el libro.
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