Restringido
Más ciudades turísticas tendrán libertad de horarios comerciales
El Gobierno relajará los requisitos que obligan a las localidades a declarar zonas de afluencia turística. Estas áreas no tienen restricciones horarias
Cada vez que un crucero atraca en una ciudad española un fin de semana en el que los comercios están cerrados, la localidad en cuestión pierde unos ingresos que no podrá recuperar. El Gobierno se ha marcado como uno de sus objetivos que estas oportunidades de negocio no se pierdan y por eso modificó en 2012 la normativa básica de horarios comerciales para impulsar su plena libertad en las denominadas zonas de gran afluencia turística. Estas áreas son establecidas por las comunidades a propuesta de los ayuntamientos que cumplen requisitos totales o parciales en la localidad como que hayan sido declaradas Patrimonio de la Humanidad, estén próximas a cruceristas o cuyo principal atractivo sea el turismo de compras.
Pero la normativa también establece que las autonomías están obligadas a declarar al menos una zona de gran afluencia turística en aquellas ciudades con más de 200.000 habitantes que hayan registrado un millón de pernoctaciones en el año anterior o cuenten con un puerto que haya recibido al menos 400.000 cruceristas. Ahora mismo, 14 grandes ciudades cumplen estos criterios, pero el Gobierno quiere que sean más. Según han explicado fuentes del Ejecutivo a LA RAZÓN, Moncloa prepara una segunda ronda liberalizadora para relajar estos requisitos y permitir que haya más urbes que cuenten obligatoriamente con al menos una zona de gran afluencia turística con total libertad de horarios comerciales. Según el Gobierno, la norma que ha impulsado la libertad de horarios en las zonas turísticas ha funcionado «muy bien» y por eso quieren extenderla.
Varios estudios apoyan la liberalización de horarios comerciales como medida para dinamizar el sector, especialmente en zonas turísticas. Fernando Fernández Méndez de Andrés, profesor del IE Business School, asegura en su trabajo «Liberalización del comercio y de los horarios comerciales: falacias habituales y evidencia empírica», que «una oferta comercial amplia, variada y disponible en los momentos de afluencia turística multiplicaría y contribuiría a la generación de crecimiento y empleo». Y añade que «si los comercios abrieran en festivos y en horarios más amplios, podrían aumentar la renta gastada por el turista y competir con la renta que va a otros sectores, como el ocio». El consumidor tendría más libertad, con lo que el resultado final sería «con toda seguridad el aumento del gasto por parte de los turistas».
El Ayuntamiento de Barcelona también encargó a finales de 2013 un informe sobre la materia a la Universidad de Barcelona. Su conclusión era que si a los 8 días de apertura en festivos ya permitidos se añaden otros 8 o 10 días colocados en el calendario estratégicamente para coincidir con eventos y con el verano, cuando hay más turistas, se incrementaría la facturación un 0,9% y la ocupación un 0,53%. La Ciudad Condal ha sido una de las más beligerantes con la liberalización total de horarios en zonas turísticas, hasta el punto de no aplicarla pese a cumplir los requisitos que obligan a la misma. Esta misma semana, todos los grupos de su Ayuntamiento, a excepción de ERC, que se abstuvo, han votado en contra de abrir los festivos durante el verano.
En general, el Ejecutivo está convencido de que la vía para recuperar el comercio es la que ha emprendido la Comunidad de Madrid, la única que goza de libertad absoluta de horarios para todos los comercios. Los resultados de esta política han sido según el Ejecutivo regional muy buenos. El informe sobre el impacto de la Ley de Dinamización Comercial de la Comunidad de Madrid presentado en abril asegura que la liberalización del comercio ha conseguido crear 5.018 empresas desde su entrada en vigor y hasta finales de 2013. Además, en materia laboral, desde hace año y medio, se han generado 12.967 empleos.
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