Londres

Más de 70 fondos de inversión pujan por los activos del banco malo

Los préstamos hipotecarios copan el interés. Los inversores ven oportunidades y piden mejoras en el proceso negociador

La Razón
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Los representantes de más de 70 bancos y fondos de inversión de todo el mundo asistieron a finales de noviembre a una reunión privada dirigida a potenciales compradores de activos de Sareb –el «banco malo»– organizada por el despacho de abogados Ashurst en Londres. Los más de 150 asistentes al seminario mostraron un «fuerte» interés por la amplia oferta de la sociedad (casi 200.000 referencias valoradas en 50.781 millones de euros) e hicieron ver su intención de pujar por los activos, especialmente por los préstamos hipotecarios. No obstante, algunos mostraron cierta preocupación por los procesos de negociación con el organismo y demandaron un marco normativo «flexible», según señalan a LA RAZÓN fuentes de Ashurst.

La reunión se celebró en un momento en el que grandes inversores internacionales como Cerberus, Apollo, Centerridge, Varde o bancos como Goldman Sachs, Deutsche Bank o Morgan Stanley están volviendo sus ojos hacia España. Los inversores, de perfiles multidisciplinares (desde fondos «buitre» a grandes bancos de inversión, incluso particulares), consideraron que la cartera del «banco malo» representa una «oportunidad de negocio» con «buenos precios». Los ponentes destacan que los principales activos que interesaron a los potenciales compradores fueron los préstamos hipotecarios, que representan el 78% del total del balance del «banco malo».

No obstante, los asistentes al encuentro señalan que entre los potenciales inversores en activos de Sareb existe una mezcla de «expectación e incertidumbre» sobre lo que va a pasar en los próximos meses, con dudas respecto a la «mecánica» de los procesos negociadores con el «banco malo» y a losportfolios tanto de activos inmobiliarios como de préstamos que se vayan a poner en el mercado a partir del 1 de enero de 2014.

En concreto, algunos inversores que ya han mantenido contactos con la institución que preside Belén Romana destacaron que la negociación durante el proceso inicial tras la oferta por Sareb de una cartera concreta no es siempre «clara», manifestaron cierta «inseguridad», y demandaron más «madurez» en los procedimientos y «certeza» en la composición de los grupos de activos y en los procesos de puja.

Los inversores que ya habían contactado con Sareb también destacaron la «profesionalidad» de los trabajadores de la sociedad y justificaron algunos de los fallos de los últimos meses en la «juventud» del organismo y en el «proceso de curva de aprendizaje» en el proceso de venta de activos en el que está inmerso. Romana señaló la semana pasada que, «en un tiempo récord», Sareb ha conseguido montar la estructura de la sociedad, valorar los activos de las dos principales cedentes (Bankia y CatalunyaCaixa), capitalizar el «banco malo» y comenzar la venta de los activos, entre otras actividades.

Una duda concreta que plantearon los asistentes a la reunión con Ashurst, según señalan las mismas fuentes, es la de la subor-dinación de los préstamos hipotecarios del balance del «banco malo». Los inversores preguntaron a los expertos del despacho de abogados por el orden de preferencia de cobro que tendrían al adquirir uno o varios de estos activos al «banco malo» si se produjera la quiebra de la sociedad cedente. Concretamente, se interesaron por saber si el comprador, como nuevo acreedor, sería considerado una persona con «especial» relación con el cedente, y si al entrar éste en concurso de acreedores se convertiría en subordinado y sería de los últimos en cobrar.

El Gobierno cambió la ley de reestructuración y resolución de entidades de crédito el pasado mes de marzo, en concreto el capítulo 36, con el siguiente texto: «Los créditos transmitidos a Sareb no serán calificados como subordinados en el marco de un eventual concurso del deudor, aun cuando Sareb fuese accionista de la sociedad deudora». Es decir, protegía a Sareb ante la posible quiebra de la compañía, pero no decía nada sobre los futuros compradores.

A finales de noviembre, tras constatar la incertidumbre de los inversores sobre la subordinación de créditos transferidos a Sareb, el Ejecutivo volvió a cambiar la redacción de la ley para aplicar el régimen anterior de no subordinación a «los que adquieran préstamos a Sareb». Es decir, que los futuros compradores de los activos también estarán «protegidos» y serán de los primeros en cobrar en caso de quiebra.

Marco fiscal beneficioso

Tras la modificación normativa aplicada por el Gobierno a finales de junio, la Sareb es considerada una «entidad de crédito» a efectos de la Ley del Impuesto de Sociedades, lo que le permite deducirse todos los gastos financieros derivados de su actividad. Los intereses y las comisiones de los préstamos transferidos al «banco malo» no sufren retención, y la venta de terrenos y edificaciones que figuren en el balance de Sareb no se contabiliza para el cálculo de la cuota del Impuesto sobre Actividades Económicas de la sociedad. Además, las hipotecas formalizadas para comprar activos de la Sareb no pagan el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.