Nissan proyecta crear 2.400 nuevos empleos en España

La aceptación por ambas partes de los puntos principales del convenio colectivo que se negocia entre la dirección y los trabajadores de Nissan en España podría atraer un volumen de trabajo a las plantas de la firma japonesa en España de hasta 2.400 puestos de trabajo, según fuentes empresariales, o un mínimo de 800 empleos, en opinión de los sindicatos. LasA negociaciones del convenio podrían firmarse hoy mismo. Eso sí, en caso de desacuerdo, la situación se complicaría y podría llegar el caso de producirse hasta 750 despidos, de los cuales 450 serían de trabajadores fijos y otros 300 de contratos temporales.

El director general de Nissan en España, Frank Torres, con la supervisión del vicepresidente de fabricación de Nissan para Europa, John Martin, ha dirigido por parte de la empresa las negociaciones durante las últimas semanas y confía en el desenlace positivo de la firma del nuevo convenio. Encima de la mesa se han puesto algunas condiciones, como el aumento de la flexibilidad de la plantilla para poder adaptarse mejor a los flujos del mercado y la demanda, y la reducción de los sueldos para los nuevos empleados.

En el caso de que no se llegase a un acuerdo, el futuro de la planta Nissan en Barcelona, que es el principal centro de producción de la marca en España, se puede presentar preocupante. En el año 2014 está previsto el cese de producción del modelo todoterreno Pathfinder y del furgón denominado técnicamente X-83, y que corresponde a tres vehículos diferentes que se fabrican para tres marcas con nombres distintos: Nissan Primastar, Renault Trafic y Opel Vivaro. En ese caso, sólo quedaría en producción la versión eléctrica de este modelo y un «pick-up» llamado «One Ton». En cualquier caso, no serán volúmenes de producción importantes, por lo que sobraría una buena parte de la plantilla de la planta de Bercelona.

Los otros dos centros de producción de la marca, situados en Cantabria y Ávila, podrían no verse afectados por la situación, al menos de una manera inmediata. La planta de Los Corraes de Buelna está dedicada a la fundición y mecanización de piezas y da trabajo a unas 300 personas. La fábrica de Avila, con 500 trabajadores, produce dos vehículos industriales que tienen su mercado propio.

El grueso de la plantilla Nissan en España se concentra en las instalaciones de la Zona Franca del puerto de Barcelona, que cuenta con una plantilla de 3.600 trabajadores. Una factoría veterana que en su día perteneció a la empresa Motor Ibérica y que construyó los camiones Ebro y Avia hasta el comienzo de la década de los ochenta.

Pero todas las fuentes confirman que, al menos hasta ayer por la tarde, las negociaciones van por buen camino y la firma del nuevo convenio se puede producir en las próximas horas. En ese caso, el futuro de la planta de Barcelona podría quedar definitivamente despejado, ya que a partir del año 2014, los modelos que dejen de producirse por muerte natural en el mercado, serían sustituidos, además de la versión eléctrica de la furgoneta NV200, en sus versiones de carga y pasajeros, por algún otro proyecto industrial que aseguraría la continuidad de las instalaciones de producción de Barcelona en el futuro.

Los planes industriales de Nissan, ya programados por la dirección mundial, contemplan dentro de un horizonte que abarca hasta el año 2014 la aparición de un modelo nuevo cada seis semanas. Dentro de esta programación, se da como casi seguro que la planta catalana podría recibir el encargo de producir un nuevo vehículo de la categoría de turismo, es decir, un coche de pasajeros de tipo medio.

Un vehículo dirigido al segmento C o D del mercado, donde se producen las mayores ventas de todas las marcas generalistas. Algo que supondría la consolidación de la fábrica de la Zona Franca a largo plazo, fuertes inversiones para la renovación de sus actuales instalaciones y la creación de nuevos puestos de trabajo, tanto fijo como temporal. Pero todo depende, como decimos, de que las negociaciones lleguen a buen término.

Inversiones millonarias

Por el momento, no se barajan cifras definitivas de que lo que este nuevo plan industrial podría suponer, ya que está todo en el aire, pendiente de la firma y posterior aprobación de los planes industriales para encontrar el vehículo que mejor se adapte a las características de las líneas de montaje que actualmente producen vehículos. Un proceso industrial bastante complejo.

Fuentes del sector, de todas maneras, estiman que las inversiones que debería realizar el grupo podrían estimarse en unos 310 millones de euros. No hay que olvidar que Nissan pertenece a la alianza Renault-Nissan, por lo que lo más probable es que el automóvil que podría producirse en un futuro en Barcelona fuera un vehículo de pasajeros que se fabricaría tanto con la marca Nissan como con la marca Renault y se distribuiría posteriormente a través de las redes comerciales indistintas de cada marca. Se especula con que el modelo elegido podría ser el Note, aunque no hay nada adelantado al respecto.

Si estos planes se confirman, la planta Nissan de Barcelona podría ensamblar entre 80.000 y 100.000 unidades del nuevo modelo, con lo cual, la producción total de la factoría pasaría a un volumen total de entre 200.000 y 220.000 vehículos anuales. Es decir, se debería doblar la actual producción y habría que incrementar la capacidad industrial.

De este hecho se derivan las nuevas contrataciones planificadas para el año 2014, tras el proceso de adecuación de las instalaciones, que debería abordarse durante el año que viene.

Aunque todos estos planes industriales están puestos encima de la mesa de la negociación, la firma no supondrá una consecuencia automática. Tras el acuerdo, la dirección de Nissan en España deberá negociar con Japón ser parte integrante de los nuevos proyectos. Es decir, la firma es la llave para poder entrar dentro de los nuevos procesos de fabricación.

Una condición necesaria. Pero no garantiza el plan. Dirección y sindicatos apuran las últimas horas para poder presentar una oferta convincente que asegure el futuro de la planta y las nuevas inversiones para garantizar la producción.