Banca

OPA hostil del BBVA para hacerse con el Sabadell: cómo afectará a los clientes

La posible absorción ha desatado las dudas sobre cómo impactará en las condiciones de las cuentas, tarjetas, hipotecas, créditos y productos de ahorro e inversión de los clientes del Sabadell

Una pareja pasa frente a una oficina del BBVA, este lunes en Bilbao
Una pareja pasa frente a una oficina del BBVA, este lunes en BilbaoLuis TejidoAgencia EFE

La Oferta Pública de Adquisición (OPA) hostil del BBVA sobre el 100% del Banco Sabadell ha desatado la incertidumbre en los mercados, pero sobre todo, entre los clientes de ambas entidades. El banco bilbaíno presidido por Carlos Torres ha anunciado una OPA en los mismos términos que su oferta previa de fusión amistosa cimentada en un canje de acciones y que fue rechazada por la entidad catalana al considerar que infravalora "significativamente" al banco y sus "perspectivas de crecimiento". En España existen muy pocos precedentes de operaciones similares, por ello, los analistas desconfían en que la OPA tenga éxito, aunque BBVA ha desvelado que algunos accionistas bastante importantes han mostrado su interés en la fusión de ambas entidades. Además, el Sabadell se enfrenta a la OPA hostil de BBVA con un capital atomizado y sin accionista de control, lo que dificulta su capacidad para reunir a un grupo significativo de inversores que se resistan a una operación no deseada. En el caso de que finalmente BBVA absorbiera al Sabadell, algo que podría ocurrir a mediados de 2025, según las estimaciones del BBVA, ¿cómo se verían afectados sus clientes? Aunque todavía no se puede responder a esta pregunta con certeza, sí se pueden hacer estimaciones en base a fusiones bancarias previas, como la de CaixaBank y Bankia.

¿Qué pasaría con las hipotecas?

En la fusión de CaixaBank y Bankia, las hipotecas mantuvieron todas las condiciones que estuvieran en la escritura, como el plazo, el tipo de interés, los productos vinculados o las comisiones. No obstante, las condiciones que no estaban fijadas sí podían cambiar. Por ejemplo, las primas de los seguros anuales podían encarecerse o abaratarse y se podían incluir nuevas comisiones en la tarjeta tras la renovación, explica Helpmycash.

¿Y con los préstamos al consumo?

Por norma, al igual que con las hipotecas, las condiciones pactadas no cambian, ya que se respeta el contrato firmado. No obstante, si el préstamo personal tiene vinculación y esta no tiene sus condiciones en el contrato del crédito al consumo, sí que pueden variar sus condiciones.

¿Cambiarán las condiciones de las cuentas corrientes y las tarjetas?

La numeración de las tarjetas de Bankia no cambió tras la fusión con CaixaBank, por lo tanto, los recibos domiciliados en las tarjetas se siguieron cobrando con normalidad. No obstante, es habitual que tras un proceso de fusión la entidad resultante tienda a homogenizar progresivamente las condiciones de sus productos y servicios. Esto podría traducirse en cambios unilaterales en las condiciones de las cuentas y las tarjetas, sobre todo, en lo que concierne a sus comisiones. La razón es sencilla: las cuentas corrientes y las tarjetas suelen estar sustentadas por contratos de duración indefinida y, por lo tanto, el banco tiene derecho a cambiar sus condiciones de forma unilateral.

Eso sí, si el banco decide modificar las condiciones de una cuenta, debe avisar al cliente con un mínimo de dos meses de antelación. Además, hay una excepción: los bancos no pueden modificar la comisión de mantenimiento de las cuentas corrientes vinculadas a préstamos o hipotecas mientras esté vigente el crédito y tiene que respetar la tarifa que aparezca en el contrato. Esto aplica únicamente si la cuenta se usa solo para atender los pagos del préstamo.

¿Y de las fondos de inversión y planes de pensiones?

Es posible que los clientes se vean en la necesidad de transferir sus fondos a los productos de inversión y ahorro ofrecidos por la nueva entidad. Esto se debe a que la oferta varía entre entidades. Por lo tanto, este traslado podría implicar que el cliente tenga que hacer frente a las comisiones asociadas con la nueva entidad.

Cierre de oficinas y despidos

La hipotética unión de BBVA y el Banco Sabadell supondría la creación de un gigante financiero con 986.924 millones de euros en activos, con datos del cierre del primer trimestre de 2024, lo que le colocaría en segunda posición en España tras CaixaBank.

El nuevo grupo que podría surgir, de salir adelante la OPA hostil presentada esta mañana por BBVA sobre el Sabadell, seguiría sin alcanzar el tamaño del Banco Santander, pero en el caso de España se colocaría en segunda posición, justo por detrás de CaixaBank, según los datos recopilados por EFE.

El BBVA aportaría el 80% de ese eventual grupo conjunto, puesto que sus activos ascendían a 801.690 millones a finales de marzo. Además, la suma de las dos entidades tendría 135.462 empleados y una red de 7.115 oficinas. No obstante, un hipotético proceso de integración conllevaría, probablemente, cierres de oficinas y despidos, como ocurrió con la fusión por absorción de CaixaBank y Bankia (ERE con 6.452 salidas y cierre de 1.900 oficinas). El propio presidente del BBVA, Carlos Torres, ha reconocido que la operación implicará recortes de empleo durante la reunión con analistas.